El Cuerpo Eterno

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RELATO PARCIALMENTE INSPIRADO POR "Fat for a Year" DE I-Am-Fatniss

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V.

   Sali de la escuela temprano ya que tenia mi cita de la inyección pendiente. Si bien tenia miedo por los resultados, en mi yacía una pequeña pizca de fé que me indicaba que tal vez después de todo esto podia ser recordado solo como una pesadilla. Mi madre me recogió en su auto y me llevo hacía el consultorio. Entramos al edificio y una doctora nos recibió en la entrada con una amable sonrisa. Esa vez nos pidieron los papeles clinicos para poder entrar y un guardia nos guio al consultorio en el que me inyectarian. Llegamos a la sala de espera y el guardia se fue, definitivamente parecia que las politicas de seguridad habian cambiado en tan poco tiempo. Habia otras seis personas en la sala de espera, todas con una caracteristica rara que la inyección les habia causado. Estaba una mujer con senos gigantes y labios hinchados, un hombre con una gigantesca barriga pero sin caracteristicas de gordo, una adolescente con un torso y un rostro de gorda pero con piernas delgadas e impares a su figura, una mujer adulta con brazos de obesa, un joven adulto con un cuerpo gordo pero rostro delgado y un hombre extremadamente obeso. Todos eran victimas de esta supuesta "inyección milagrosa", y lo peor era que estas eran las que iban este día, ya que se notaba que habia un flujo diario en esta zona de "tratamiento de efectos secundarios". Nunca me habia sentido tan estúpida en toda mi vida, pero me reconforto ver que a parte de Teresa habia gente igual de jodida que yo. De inmediato me sente y todos voltearon a verme, no me senti juzgada pero si analizada. Mi madre se sento a mi lado y tomo una de mis manos. Sus manos sudaban y temblaban de manera nerviosa, claramente tenia miedo de lo que me fuera a pasar. "¿Sera la primera vez de todos ellos?", dijo mi madre en voz baja. Me reí de manera nerviosa y me quede callada viendo a la nada. Estaba en la incertidumbre, ya que no sabia si ellos me engordarian o en realidad encontrarian una manera para adelgazarme. La puerta del consultorio se abrio y salio una chica delgada y bella. Mis nervios se tranquilizaron y sonreí viendo a la chica quien lucía una satisfactoria sonrisa y caminaba gloriosa, tal vez si estaban curando gente. Se acercó hacia el escritorio frente a la puerta y hablo con una secretaria a la que yo ni siquiera habia notado. La secretaria reía con ella y luego se despidio, mientras yo la mire alejarse con su liviana y atractiva sonrisa. Extrañaba poder caminar sin sentirme sofocada o con hambre, ahora eso era caminar para mi y mi inmenso cuerpo. "¿Angela Salatier?", preguntó la secretaria al aire. Me hice notar y vi el rostro impactado de la mujer cuando me vio, ya que probablemente junto a mi nombre habia visto una foto de antes de la inyección. Me indico que pasara al consultorio, y mi madre me siguió para acompañarme. "Disculpe, señora, pero debido a que su hija ya es mayor de edad y este es un tratamiento Clase L, se nos pide que el paciente entre solo", mi madre se quedo parada en shock, me miró con los ojos llorosos y me dio un beso en la mejilla. Entre al consultorio sola.

   Era un consultorio diferente al anterior, ya que este tenia una camilla gigantesca, un closet de madera, una bascula industrial y un simple escritorio con una computadora pegados a la pared. Esta vez era un doctor masculino y me saludo con un beso en la mejilla, su nombre era Julio y me invito a tomar asiento. Mire la silla y simplemente no senti que esta fuera a aguantarme, le dije al doctor y me indico que me sentara en la camilla. "¿Y como vamos con los efectos secundarios?", pregunto el doctor a lo que le conteste de manera quejosa y depresiva. "No siempre es...", el doctor fue interrumpido por alguien que tocaba la puerta, se dirigio para abrir y dejo entrar a una mujer. Era la Catalina, la doctora que me habia inyectado por primera vez. Me vio y parecio reconocerme, a lo que el Doctor le explico mi situación y comenzaron a hablar de mi como si de un especimen defectuoso se tratará. La doctora Catalina se acercó a mi y me apreto una de mis lonjas. "Mira, podemos usar la prueba JIH-75X, igual y funciona mejor", la doctora se aleja y continuo hablando con un lenguaje muy tecnico. El doctor solo asentía y fruncia el seño escuchando todo lo que la mujer no paraba de decir. Cuando terminaron se acercaron a mi, el doctor me indico acostarme y le obedeci. La mujer apreto mis lonjas y sumio sus dedos en mi barriga mientras tomaba anotaciones. Me sentia como una cerda en carniceria. Eventualmente vi como el doctor sacaba una jeringa, esta vez se notaba menos chica que la de la ultima vez. Me indico voltearme y bajarme el pants, ya que esta era inyección en la nalga. Senti como me insertaban la jeringa en mi gigante culo, y luego como el liquido lentamente entraba a mi cuerpo. Dolio como nunca, pero creí que ese dolor valdria para algo. Sentia como si de la nada mi cuerpo comenzara a absorber liquidos de una manera sensible y rápida, era como comenzar a secarse. Lentamente senti como mis nalgas iban volviendose diferentes y sentia como mi cuerpo lentamente vibraba y parecia ponerse más liviano. Sonreí, tal vez lo habia logrado y salia limpia y delgada de ese maldito lugar. Mis piernas adelgazaron. Mis brazos adelgazaron. Mi torso adelgazo, e inclusive mi rostro regreso a su normalidad. Suspire sonriente, vi mi cuerpo delgado y simple, lo valore y me di cuenta de lo bello que era ser una persona liviana. Baje mis manos lentamente y me toque mi plano y agradable abdomén.

30 Cuartillas De Feederism (Un Relicario Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora