Cerdita

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    - ¿Quien es la chica de ahí? - dijo Carlos señalando a la nada. Gabriel trato de entender lo que su amigo le decía, pero el ruido de la música estaba demasiado alto - ¡¿Quien es esa chica?! - grito Carlos, Gabriel volvió a asomarse y reconoció a la chica que Carlos le había señalado. Era una chica que solía ir a la misma universidad que ellos, pero que había decidido cambiarse de carrera cuando estaban a punto de terminar. Su nombre era Giovanna. Carlos realmente no reconocía a la chica, ya que había cambiado mucho desde la última vez que la había visto. Solia ser una chica de estatura media, bastante delgada, con piel clara y algunos rasgos asiáticos, y a pesar de que aun conservaba algunas de estas características, su complexión física era completamente diferente. Había aumentado bastante de peso, y su cuerpo era ahora el de una señora gorda. Su redonda panza a duras penas cabía en sus anchos pantalones, los cuales lucían apretados aún para su ancha cadera, su redondo culo y sus pesadas piernas. Los senos de la chica lucían gigantescos, y eran mas notorios por estar lo suficientemente cerca de su papada como para dejar en claro su obvio cambio de físico. Carlos recordaba que antes ella tenia un cuello marcado y unos senos bastante diminutos. Realmente no era una chica que captará la atención... pero ahora lucía cómo una gorda hecha y derecha - Oye Gabo... - Carlos giró su cabeza y noto que Gabriel ya se encontraba bailando con un chico al lado de la barra. Despreocupado se dio la vuelta y camino hacía el baño. Le costo trabajo moverse entre la gente, pero cuando por fin lo logró suspiró del alivio. Si bien no era algo sorprendente o que cambiará la vida, realmente le había causado un shock gigantesco el ver a Giovanna en ese estado físico. Tenia algo de historia con esta chica, ya que ella siempre tuvo un interés sentimental gigantesco por Carlos, pero el usualmente la ignoraba o trataba de evadirla por el hecho de que no era realmente "popular". O al menos eso creían las personas a su al rededor. En realidad el simplemente nunca se había sentido atraído por chicas delgadas. Desde la temprana adolescencia había descubierto que sus gustos eran extraños, y que encontraba excitante los cuerpos gordos. Obviamente, nadie lo sabía, preferiría morir antes de que alguien se enterará de su extraño gusto por la gordura, el cuál llegaba a un punto de inflexión mayor cuando se trataba de personas subiendo de peso. Se encontraba sexualmente fascinado con todo eso - Con permiso - Carlos salió del baño. Metió su mano dentro de su bolsillo derecho, saco una cajetilla de cigarros y encendió uno. 

   - ¿Sigues fumando? - Carlos giró su mirada, frente a el estaba Giovanna con una sonrisa coqueta en el rostro. Era una sonrisa que Carlos reconocía, ya que de hecho él y la chica habían llegado a ser algo cercanos. Ella solía visitarlo en su casa, y el solía salir con ella cada cierto tiempo, aunque el nunca realmente llego a sentir una verdadera atracción por la chica. Ahora frente a el se encontraba una versión obesa de la chica que estuvo evadiendo toda su vida. Ella ahora lucía como la mujer que el siempre había deseado - ¿Me puedes dar un poco?... - Giovanna señaló el cigarrillo, y Carlos prosiguió a convidarle. Notó que las manos de la chica igual eran gorditas, y que de cerca de hecho se veía sorprendentemente más grande de lo que se notaba de lejos. Era como si se hubiera comido a la antigua Giovanna. La ropa que ahora usaba parecía incluso no quedarle bien, ya que se notaba apretada y dejaba ver un poco de la parte baja de su panza - ¿Que estas viendo? - dijo Giovanna riéndose, Carlos reaccionó y se dio cuenta que estaba viendo la parte baja de su panza mientras se lamía los labios. Giovanna dio una carcajada y le regreso el cigarrillo. Carlos le dio una sonrisa casual, y esta se le acercó a su oído - ¿No quieres un poco de éxtasis? - Giovanna sacó de su bolsillo una bolsita pequeña con dos pastillas, una rosada y otra verde. Carlos nunca había probado el éxtasis, y ese día por alguna razón se había despertado con ganas de consumir algo más que solo alcohol y marihuana. Quería una experiencia más profunda que eso - ¿Entonces vas a querer? - Giovanna volvió a reírse, y Carlos le regreso de nuevo una sonrisa, para después suspirar y aceptar - ¡Genial! Ya creciste Carlos - Giovanna volvió a reír, y Carlos metió su mano en el bolsillo para sacar el dinero que supuso ella le iba a decir - No... no hay problema, somos amigos - Giovanna sacó una de las pastillas y se la dio a Carlos, le quito el cigarrillo, se dio la vuelta y regreso con su grupo de amigas. Desde su grupo de amigas observó a Carlos, quien también la miraba a ella, algo confundido porque no sabía que acababa de ocurrir, pero aún así la miro. Ella lo veía de manera coqueta y tranquila, por lo que supuso que esta era una droga no adulterada o algo así.

30 Cuartillas De Feederism (Un Relicario Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora