Todos Lo Detestan Hasta Que Lo Vuelves Uno De Nosotros

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Nunca lo entendi, y siempre lo odie. Recuerdo ser un adolescente y haberle deseado la muerte a todo aquel que lo practicace, pero ahora yo era uno de ellos. No se como habia pasado, pero un dia mis impulsos me llevaron a ello y simplemente no pude evitarlo. Era como si alguien me hubiera hecho alguna especie de brujeria, porque yo no era asi, no lo era, yo era un chico normal. Mi nombre es Emilio, y si quieren saber de que hablo, sigan mi historia porque se que no es una historia usual. Es del tipo de historias que no suenan reales, pero al mismo tiempo suenan tan perfectas como para no serlo.

Nacído en una familia de deportistas, y criado por una bailarina de ballet, toda mi vida quise ser deportista o actor. Queria que la agilidad y livianes de mi cuerpo me sirvieran como algo. Adoraba la imagen de la musculatura masculiba y la delgadez femenina, ya que era la perfecta ejemplificación de los roles de genero. El hombre era fuerte para proteger a la frágil y delgada dama, no podria haber algo más lógico y perfecto que esto. Mi status económico me permitia salir con actricez, modelos y todo tipo de mujeres delgadas y bellas. Solia asistir al gimnasio casi a diario, y mi rutina de alimentación era estricta y necesaria. Se podria decir que poseía el cuerpo ideal de un macho alfa, alto, musculoso y atractivo. Lo tenia todo para ser un simbolo sexual, pero siempre habia algo que me hacia sentir irracionablemente furioso. No era algo muy presente en mi vida - y trataba de evitar que lo fuera - pero sentia un odio gigante por todas esas horribles personas gordas que se acercaban a mi para llevar a cabo dietas y cosas de ese tipo. Me daban asco. La gente gorda en general era algo que detestaba, y en realidad odiaba el hecho de que tales tipos de individuos fueran reales. Con sus gelatinosos y gruesos cuerpos, y sus papadas y horribles estrias. La gente gorda me repugnaba, no podia con ellos, y cuando se acercaban para que les ayudara me daban ganas de escupirles en el rostro. Creia que la gente gorda lo era porque lo merecia, y no eran individuos dignos de estar cercá de alguien como yo, su propia y falsa actitud de cambio me resultaba repugnante. Y mi irracional odio aumento cuando vi en la televisión un horrible documental sobre una mujer que disfrutaba ser engordada. Pasaban fotos antiguas de ella, delgada y con una linda y liviana apariencia, para luego ser vista como una cerda de casi una tonelada de peso. Me impresiono ver ese tipo de mierda. Una mujer decidiendo que hacer con su cuerpo y exponiendose a la muerte solo porque le hacia sentir bien, eso no me agrado. No puedes elegir hacer eso. No puedes, no tiene puto sentido el hacerlo. ¿Porque demonios creia tener la libertad de engordarse hasta esos extremos? ¿Porque? Supe que esos cerdos usaban la maldita propaganda feminazi de la "positividad corporal" y la "aceptación de las chicas gordas", pero eso no era natural. La mujer debe ser liviana, no debe equipararse al del peso de un hombre... y peor, el hecho de ser gordas por libertad opcional no era justo y no complacia los ojos de los hombres normales. Su felicidad me importaba un carajo, esto era cuestión de principios morales. Hay quienes dicen que nosotros los ricos nos preocupamos y ponemos furiosos por cosas superficiales, y eso es una mentira dicha por haraganez pobres buenos para nada, ya que mi lucha contra la gordura era buena y necesaria. Era una lucha que ayudaria a ver que la gente gorda debia de dejar de ser considerada gente cuerda. Gracias a estas ideas, a mis tempranos 30 años inicie una carrera politica con la ayudo de mi familia, mi slogan; "Hagan A La Humanidad Delgada De Nuevo", y montones de grupos conservadores se unieron a mi, tal como lo esperaba de esos imbeciles sigue masas. Teniamos una lucha, y me importaba un carajo hacer adelgazar a la gente, mi plan era mandar a todas las personas con un BMI elevado a una isla repleta de mierda hasta que murieran de hambre. Todo individuo que subiera de peso seria encarcelado y luego enviado a la isla. Cerdos bastardos, se perderian para siempre y yo podria por fin disfrutar de un mundo sin sus presencias. Sonaba ideal, y tenia montones de votos del municipio asegurados, hasta que paso algo...

Era un domingo en la mañana, nunca podre olvidarlo. Me levante como siempre, y me dirigi hacia el baño. Una bella supermodelo yacía en mi cama, acostada y agotada por el sexo que habiamos tenido el dia anterior. Orine, jale la taza y luego me contemple en el espejo. Me via igual que siempre, pero un inmenso sentimiento de odio y asco me invadio, como si no me sintiera comodo con lo que veia. Camine hacia la cama, tal vez era un crisis mañanera, y vi a la modelo. Usualmente mi pene se endurezeria y podria acercarme a acariciarla y hacer un rapidin mañanero, pero simplemente no senti nada. Podia apreciar la belleza de la modelo, pero mi pene no se paraba y no me sentia para nada excitado con esta persona, era como un muro para mi. Me acoste en la cama y mire al vacio, de la nada una inmensa hambre llego a mi, mi estomago rugio como nunca y decido levantarme... pero mi cuerpo no queria, me sentia demasiado agotado. Una flojera que nunca habia sentido se aprovecho de mi ser, y como si nada, decidi ver mi celular y decidir buscar algo en Uber Eats para comer. No era la primera vez que lo hacia. Busque en los restaurantes fitness de siempre, pero ningun platillo llamaba mi atencion, ni siquiera aquellos que me marcaba que ya habia pedido multiples veces. Era como si mi no sintiera ganas de esto, pero mi hambre era inmensa. Trate de superar mi flojera y me levante para ir a la cocina y ver que tenia, pero todo lo que estaba ahi no parecia que me daria satistacción. Llevaba una dieta vegetarina con algunas excepciones como el pescado y el marisco, pero no tenia ganas de ninguno de estos. Mi hambre no paraba, y mi mente no queria nada. Volvi a revisar los restaurantes y nada... hasta que me decidi por salir de mis restaurantes fitness, y comenze a explorar opciones dentro de los restaurantes de comida chatarra. Burger King, McDonalds, Domino's, montones de puestos de tacos, arepas, hot-dogs, pan con chorizo, pastelerias, heladerias, extrañamente eso llamo mi atención. Era como un imán para mis ojos y lo necesitaba, mi saliva en la boca me lo indicaba. La chica se levanto y trato de coquetear, pero la ignore tanto que se fue algo furiosa. No me intereso, y mi jodido instinto pidio una pizza entera, dos hamburguesas y un litro de soda. Lo necesitaba. Lo queria. Espere unos veinte minutos, y mi hambre me estaba haciendo sentir moribundo, queria comer como si no hubiera mañana. Cuando por fin llego la comida, baje de inmediato a la entrada. Una gorda chica pelirroja en una motocicleta me la entrego, y si bien en el pasado me hubiera quejado de esto, no fue asi y de hecho fue algo totalmente diferente. El gordo y grande culo de la mujer, asi como sus grandes senos y sus gruesos brazos. Me excite, no se como explicarlo, pero senti una enorme excitación y aunado a su traje de motociclista y el vehiculo en si, mi erección fue dificil de controlar. Le pague a la chica y se fue. No podia dejar de pensar en las lonjas que pude visualizar a traves de su ropa, y después de comerme todo lo que habia pedido, me masturbe pensando en ella desnuda frente a mi embarrandose chocolate por todas sus lonjas y dejandome apretar sus gruesas y jugosas piernas. Al venirme llore. Este no era yo, no entendia que carajos me estaba pasando.

No importaba que tanto comia, esa jodida hambre siempre regresaba. Queria mas basura y mas basura. Cuando menos me di cuenta comia casi todo el jodido tiempo, asi como encontre maneras para llamar a modelos de tallas extra grandes y pasar tiempo con ellas, no realmente tener sexo ya que me comencé a volver bastante retraido con las chicas, pero me agradaba conversar con ellas y luego en las noches masturbarme pensando en sus gordos cuerpos. Mis nuevos habitos de alimentación comenzaron a causarme un obvio aumento de peso. En el primer mes fueron unos 5Kg. En el segundo mes fueron unos 10Kg, y para cuando comenzaron los debates de elecciones ya eran 50Kg. Esto podria ser positivo si el aumento de peso hubiera sido acompañado de idas al gimnasio, pero mi flojera habia incrementado y me pasaba el dia entero comiendo basura, por lo que todo el peso nuevo era gordura. No tarde en renunciar a la campaña, asi como mis amigos no tardaron en alejarse de mi. Encontre el conforte en el internet, subiendo fotos de mi cuerpo y siendo alabado por desconocidos. El hambre no se iba y como alguien con ideas de ganar dinero me di cuenta que engordando y subiendo contenido tal vez lo lograria. Segui comiendo y comiendo. Muchas chicas delgadas que se sentian fascinadas por mi gordura querian acercarse, pero no lo se, era imposible sentirme atraido por ellas. Me volvi adicto a mirar fotos de mujeres gordas y el sentimiento de querer estar con una crecio de la misma forma en la que mi cuerpo crecia. Conforme paso mas tiempo engorde hasta ser oficialmente alguien con obesidad morbida y deje de salir de casa y los videojuegos se convirtieron en mi todo. Comenze a subir pequeños videos a YouTube hablando de estos, y eventualmente gane una audiencia que claramente estaba fascinada con mi contenido. El obeso millonario de 200Kg hablandole a una computadora, asi mi empleo se volvio facil y la actividad fisica ya no era una prioridad. Conoci a una chica llamada Karen a través del internet, era igual de gorda, y tambian solia ser delgada, por lo que soliamos platicar y terminar masturbandonos y diciendonos cosas lindas. Ella me hablo del termino correcto del querer engordar, el famoso "Feederism". Me puse a buscar Feeders en todos lados, y un dia encontre a la chica ideal. Su nombre era Ilse, y pesaba unos 130Kg, menos que yo pero igual de atractiva. Vivio conmigo en mi mansión, y pasamos montones de cosas juntos. La engorde con mi estilo de vida y ella me llevo a engordar más. El sexo era sudoroso, ruidoso y maravilloso. Tenia el culo y los senos gordos y jugosos, asi como unas piernas y unos brazos maravillosos. Era ideal y me fascinaba todo sobre ella, asi como ella igual estaba encantada con vivir con alguien como yo. Mi gordura llego lejos, hasta el punto en me volvi inmobil. A eso llego. En cuestion de unos diez años ya me encontraba postrado en una cama, sin lograr ver mi miembro, con unas piernas gigantescas y un cuerpo indefinible. Ilse no llego a esto, y ciertamente lo evitaba para poder cuidarme, pero aun asi era una gorda hecha y derecha. Hicieron un pequeño documental de mi en la television, y sobre lo tanto que disfrutaba ser engordado, asi como mi repulsión por las mujeres delgadas y mi eterna hambre.

No se si fue el kharma o Dios (el que sea en el que decidan creer), pero estoy atrapado. Dentro de esa masa inmobil aun sigue el hombre que odiaba a la gordura y busca eliminarla del mundo, pero toda esa excitación y hambre irracional le han hecho ser tapada por todo. Estoy jodido y no puedo hacer nada al respecto, ya no hay vuelta atrás de 400Kg. No la hay... aunque no mentire, algo en mi comienza a sentir un poco de amor por mi nueva vida y mi nueva figura. Algo en mi ahora lo entiende, y el odio ha comenzado a extinguirse. El antiguo Emilio ha muerto, alguien lo mato, y no tengo idea de quien.

30 Cuartillas De Feederism (Un Relicario Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora