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Luzu tembló levemente al mismo tiempo de pronunciar aquella mala palabra en inglés. Ante el, la mirada intimidante de Fargan envolvía su figura entera, sus ojos escarlatas eran ciertamente, amenazantes, su lobo se sintió algo aterrado, lo veía interiormente con el rabo entre las patas pero, aún así, intentando gruñir débilmente. Se encontraba prácticamente en la puerta, seguramente iría a comprar algo de la tienda de igual modo que el.

Era lógico que le tuviera miedo a un Alfa como Fargan, después de todo, si no fuera por el desinterés del mismo en ser el líder de la manada, probablemente lo sería sin ser necesario cualquier batalla por el puesto, todos sabían de su ferocidad y, que era mejor no iniciar un conflicto personal con el.

— Fargan, tío... — Quiere saludar, pero antes de poder pronunciar otra palabra, la voz del contrario camuflada con la voz de su lobo lo hacen estremecer a pesar de su tranquilidad.

— ¿Por qué estás aquí? — Cuestiona, frunciendo el entrecejo con una mueca de enojo evidente. — ¿Por qué no estás cuidando de los Omegas?.

Casi parecía como un regaño de su parte, o al menos así lo había entendido Luzu por el tono de su voz.

— Vine a comprarles supresores, ya sabes, para que estén menos sufridos — Responde, intentando sonar tranquilo.

Un gruñido inconscientemente sale de los labios de Fargan, pero el Alfa no dijo nada más, solo tiro su cuerpo hacia la pared cerca de la puerta de la tienda, recargando su espalda en ella con los brazos cruzados. Luzu lo ignora al ver qué el mayor no pretendía decir más nada, pero cuando abrió la puerta, volvió a escuchar su voz.

— Yo creo que deberías ir a casa con ellos.

Luzu voltea a verlo con brusquedad, curioso.

— ¿Por qué dices eso?.

— Porque vi a Rubius yendo para tu casa luego de salir de la mía, lo más probable es que haya ido por uno de los Omega.

Luzu abre los ojos en grande, sorprendido por la noticia repentina que Fargan le estaba dando.

— ¡¿Que Rubius que?! — Grita alarmado. — ¡Joder, si es una broma no es divertida!.

— ¿Crees que te mentiría? — Su mirada se volvió intensa nuevamente, y su olor a café se hizo más fuerte que antes. — Solo te lo digo porque mi... Ahg, solo porque Samuel está ahí, y no quiero ser participe de un homicidio si es que Rubius le llegase a tocar un pelo. Y si no estoy ahí para protegerlo, es porque no quiero verme envuelto en su aroma y perder el control, ¿Vale?. Tu eres el líder, ve y cuídalo, y si Samuel llega a tener el olor de otro Alfa, Te juro que te mato... Luzu.

Luzu no pudo evitar que todos los vellos de su cuerpo se erizarán ante la voz del Alfa, pero entre su temor, solo pudo asentir con la adrenalina recorriendo sus venas.

— Claro que lo cuidare, Fargan — Sonríe cálidamente. — Gracias por el aviso.

— Una cosa más, te comprare los supresores, cuando saques a Rubius de la casa, te estaré esperando al pie de las escaleras de tu casa para dartelos.

— ¿Uhm?, ¡Vale tío!, Gracias nuevamente.

El Alfa le dedica una última sonrisa y, posteriormente, comienza a correr en dirección hacia su hogar con el corazón palpitándole fuertemente.

𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐒 彡 𝗞𝗮𝗿𝗺𝗮𝗹𝗮𝗻𝗱 𝗜𝗩 [cancelado] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora