🔺

389 56 6
                                    

Taehyung llegó más temprano de lo normal. Petición de su compañero. Por lo que al ingresar a la casa se adentro a la cocina para prepararse algo de desayunar y hacer la tarea que no había terminado en el trabajo; estaba sentado en la barra cuando sin poder evitarlo lo recordó... Su sonrisa, sus ojos y su voz. Sin duda se había enamorado de Daniel lo cual fue uno de sus más grandes errores; había hecho de todo para poder estar juntos también le había entregado su corazón y... Su cuerpo, pero el muy desgraciado era casado con dos hijas cosa que jamás le había mencionado a Taehyung hasta que esté lo encontró en un centro comercial de Seúl muy acaramelado con una mujer y a su lado dos preciosas niñas que venían platicando con ambos. Taehyung se sintió a morir no solo por qué se había enamorado y lo había dado todo, si no que también lo engañaron humillandolo de la peor forma posible pero lo que más le dolió fue que cuando se encontraron al otro día el hijo de perra actuó como si nada hubiera pasado... Como si no tuviera familia. Por eso se había vuelto un hijo de perra como varias ocasiones le habían dicho, sin importar nada mucho menos el amor que sentía por Daniel, le mando a la mierda no sin antes haberle pateando las bolas un par de veces... Por una persona había cambiado por completo, dejó de ser el chico tierno e iluso que era antes, se había metido a varios deportes uno de ellos defensa personal también había hecho mucho ejercicio para evitar llorar por las noches como un niño pequeño que fue abandonado y así distraerse para olvidar su dolor. Se había hecho la mierda de persona que alguna vez odio...
Taehyung negó con la cabeza limpiando sus lágrimas que sin previó aviso habían caído por su rostro mojando un poco su cuaderno y se levantó para lavar un poco su cara no quería que nadie viera lo débil que era... Mucho menos su familia.

Yoongi mira de manera sería todo desde una esquina, no sabe por qué ha pasado ese humano pero al parecer fue algo que le marcó... Negó con la cabeza y desapareció de ahí por hoy dejaría las bromas tal vez para otro día.

OUIJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora