Sanación

Carta jamás enviada

Capítulo final - Carta que Á jamás le envió a S.

S; 

Posiblemente nunca leas esto, pues desapareciste de todo sitio en el que me fuera posible encontrarte, pero necesito decirte tantas cosas... y esta es la manera más acertada que encuentro de hacerlo, de alguna forma se siente como si estuviera hablándote.

Tu partida dejó muchas heridas e inseguridades en mí. Me cuestioné qué había hecho mal, tal y como lo predijiste en tu carta. Carta que leí miles de veces, tratando de encontrar cada sentido oculto que existiera, aferrándome hasta a la más mínima gota de esperanza que pudiera, hasta que esta se agotó... y yo me agoté de aferrarme a algo que sólo existía en mi mente.

Finalmente te superé. No te he olvidado, y no quiero hacerlo jamás, pero logré que dejaras de doler y es todo lo que necesito por el momento. No quiero seguir viviendo del pasado que tuve a tu lado, porque estoy segura de que no hubieras querido eso, pues tú te fuiste huyendo de uno que jamás conocí...

Gracias por enseñarme tantas cosas. Gracias por darme una confianza que jamás imaginé que podía llegar tener, gracias por hacerme ver que lo que anhelo no es ridículo y que alguien que no se interese en ello no vale la pena. Gracias por demostrarme lo fuerte y valiente que puedo ser, por demostrarme que soy capaz de luchar contra la tempestad con tan sólo mi coraje. Por esto y más estoy profundamente agradecida contigo.

Te voy a recordar siempre, pues eres esa historia de amor que se cuenta en estado de ebriedad a cualquier desconocido, a los nietos las noches de insomnio, y que se usa de ejemplo para dar consejos. 

Me siento afortunada de que hayas pasado por mi vida, iluminándola, aunque ese tiempo hubiera sido tan escaso, y aunque con tu partida quedé a oscuras por tanto tiempo.

Adiós, y siempre recordándote;

Á.