- Otra vez tú?- el chico de sonrisa tonta me miró apenado.
- Lo siento, Injun, pero, me gustas y quiero invitarte a una cita- solté un suspiro de frustración y cansancio.
- ¿Qué no te había dicho que no quería salir contigo?- el chico sólo sonrió triste.
Me sentí mal, y suspiré, como odio ser tan sensible, con los demás.
- Jaeno, nos vemos el parque de diversiones, en la entrada, a las 15 horas, en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, con permiso- rodé los ojos al irme de la biblioteca.
- ¿Quieres ser mi novio?- lo miré sorprendido.
- Jeno, yo... bueno yo...- me tomó de las manos y las besó.
- Piénsalo, el viernes te veo en las gradas, a la hora de salida- mi corazón estaba agitado.
- ES UNA FARSA- quería morir en ese instante.
- ME TRAICIONARON, ELLOS... ME TRAICIONARON- lloré amargamente.
- ¿Quién eres?- suspiré fuerte.
- Soy Injun Hwang de Lee, ¿puedes decirle a Jaeno que estoy aquí?- la mujer asintió sonriendo.
- Puja, RenJun, trata un poco más, ya viene, voy a sacar la cabecita...)
Me levanté de golpe, y estaba muy sudado y respiré profundo. Esos sueños hacen que me duela la cabeza horrible.
- ¿Mami? ¿Te sientes bien? Te ves enfermito- mi bebé se subió a mi cama con su moomin de peluche.
- Ven aquí bebé, tu eres mágico ¿lo sabías?- mi niño negó- cuando tu apareces, todo lo malo que tengo se va, eso es magia, tu me curas con tus súper poderes- mi bebé sonrió y me abrazó.
- Mami, te quiero mucho, nunca te vayas a ir como mi papá- miré a mi hijo desconcertado.
- ¿Qué?- el me miró triste.
- Jia, me dijo que si yo no tengo papá es porque no me quiso, y por mi culpa te dejó y se fue- lo abracé fuerte, porque empezó a llorar.
- Sabes, yo no sé quien soy en realidad, tu tío Zitao, me encontró muy mal en la orilla de una playa, muy lejos de aquí, ahorita no lo vas a entender, pero, cuando seas más grande, te lo voy a contar, no le hagas caso a esa niña, porque ella no sabe nada- dejó de llorar y llevó su dedo pulgar a su boca.
Encendí el televisor y le puse moomin, se quedó viéndolo, mientra yo entré al baño e hice mis necesidades, y empecé a preparar el baño para mi pequeño.
Una vez listo, lo fui a buscar y lo miré atentamente; es hermoso, y definitivamente el mejor regalo que me ha dado Dios.
- Mi cielo, es hora del baño, ven mi amor- alzó sus brazos para que yo lo cargue.
Lo desvestí y lo llevé al baño, lo bañé tranquilamente, Jinkwon es un niño muy tranquilo y demasiado quieto.
Me miró muy atento a lo que hacía, lo miré de vuelta y le sonreí con amor, este niño es mi más grande amor.
- Mami, tu eres muy bonito ¿no te gusta el señor con ojos grandes?- lo miré confundido y entrecerré mis ojos.
- ¿Harvey? No, el no me gusta, y tu no debes decirle papá, ¿entendido?- mi bebé me miró pero asintió.
Lo arreglé, bien bonito, le puse unos pantalones de mezclilla, con una playerita de moomin y sus tenis de Nike.
Lo peiné y lo perfumé y salí a buscar a Zitao, y lo encontré ya vestido.
- Por favor, cuida a Jinkwon, voy a bañarme, está en mi habitación, que no se vaya a ensuciar- el asintió y empezó a subir conmigo.
- Hay, mira que bebé tan hermoso, mi niño es un modelo- mi bebé sonrió y se levantó de la cama y empezó a presumir su ropa.
- Mi mami me lo compró, ¿cómo me veo?- Zitao lo abrazó y lo dejó en la cama otra vez.
- Te ves como la Diosa Afrodita o como Perséfone, pero tú eres mucho más hermoso- empezó a besar la carita de mi bebé.
Yo me metí a bañar, lo tengo que hacer rápido, porque se nos acaba el tiempo, y nuestro vuelo sale pronto.
Me bañé rápido, y también me vestí rápido, me peiné y perfumé, me maquillé leve y me puse mis zapatos.
Ya listo, llame al taxista, y empezamos a bajar todas las maletas; el taxista no tardó en llegar, así que empezamos a subir las maletas, espero que de verdad sea por tres meses, la estadía en Dubái.
En todo el camino al aeropuerto, Jinkwon, se puso algo inquieto, y quería llorar, no sé porqué.
- ¿Qué pasa?- mi bebé me abrazó.
- Quiero mi casa- escondió su carita en mi cuello.
Y así se quedó el resto del viaje, no se veía entusiasmado, al contrario, estaba triste y tenía ganas de llorar.
Al llegar al aeropuerto, hicimos todo el registro y todo el mundo de papeleo, y nos sentamos a esperar que anunciaran nuestro vuelo.
Tres horas esperando, mi bebé se quedó dormido, y abordé con él, en mis brazos, lo acomodé y unos 20 minutos después, el avión empezó a despegar.
Y yo también me quedé dormido, sólo sentí que Zitao me movió para que me prepare y prepare al niño porque estábamos a punto de aterrizar.
Este lugar, me hace sentir un poco de incomodidad, de cierto modo.
Dejamos las maletas en kempinski hotel; en ese hotel, sería la junta de inversionistas y accionistas, nuestro jefe es los dos.
- Jinkwon, te portas bien, no estés haciendo relajo, y cualquier cosa, diles a los niñeros que me hablen al teléfono celular, ¿está bien?- el asintió y se fue con unos muchachitos.
Zitao y yo nos dirigimos a la sala de juntas, este hotel se me hace tan familiar, pero no sé el porqué.
Zitao y yo, entramos juntos a las oficinas y de repente un chico muy alto me miró sorprendido.
- ¿Injun? ¿Eres tú Injun?- lo miré confundido y después sonreí.
- Huang RenJun, no Injun, con permiso- seguí caminando hasta dar con una oficina muy grande, pero antes de entrar otro chico me detuvo.
- Hay por Dios, ¿Injun? ¿Estás vivo?- lo miré desconcertado.
ESTÁS LEYENDO
ILLUSION
Random- Injun o RenJun, quién eres en verdad? nos estás mintiendo a todos?- sonreí con enojo. - Discúlpame, pero yo no soy el que miente aquí, tu y Jeno me vieron la cara de idiota, soy los dos, y lo van a lamentar- pasé a su lado y me marché, con la cabe...