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— Que quieres que?— la voz de Nick Fury sonó incrédula en la sala de juntas ante la petición de Loki, que se mantuvo firme.

— Quiero volver a Asgard.

— Tenemos un trato.

— Lose, estoy al tanto.— contesto con molestia, dio un vistazo a Thor que yacía a sus espaldas.— Quiero pedirle a Odín que nos devuelva el teseracto.

— Como para que?

— Creemos que acercando el cubo a Matías este absorba el poder del pedazo que está en su corazón.— contesto Thor.

— O puede que maten al pequeño.

— probablemente, si.— asintió Loki varias veces.

— Estarán arriesgando la vida de un bebé.!

— Ya esta en riesgo, y lo seguirá estando si no hacemos algo.

— El equipo ya está pensando en algo.— mascullo Fury dándoles la espalda, Loki tenso la mandíbula.

—¡Por ellos, Maya está muriendo.! La próxima vez, su plan matará a toda la nave.

Loki trato de no sonar desesperado, y lo logro, sin embargo Thor supo del dolor que había tras las palabras de su hermano.

— Es la única opción hasta el momento.— hablo Thor apoyándolo.— Si no funciona, ambos nos haremos cargo de las consecuencias.

El dios del engaño vio a Thor de reojo y asintió de acuerdo, Fury suspiro.

— yo iré con ellos.—Steve entro a la habitación.

— Necesitamos que te quedes con Maya, el poder que expulsó Matías puede que haya dado nuestra ubicación.— Musitó el rubio.

— ¿y que hay de lo que contiene el poder de Matías?— pregunto Fury directamente hacia loki.— Si te vas, estaremos vulnerables y aunque me cueste admitirlo, sin uno de ustedes aquí, somos un pedazo de carne en cuna de lobos.

Loki compartió una mirada con Thor.

— Steve y yo iremos.

— Tengo que ir.— gruño Loki ante su hermano.

— El tiene razón, la cúpula que detiene a Matías es lo único que evita que la nave vuele en pedazos.

Loki bufo, no le parecía nada grato el cuidar del causante de la casi muerte de la psicóloga.

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Thor y Steve partieron la mañana siguiente, Loki tomo algo de comida y se dirigió a la habitación donde Maya se encontraba, a su parecer, ese era el único lugar donde nadie lo molestaba con su inferioridad.

Por obligación había revisado la cúpula que estaba intacta y a Matías que seguía dormido, agentes cuidaban la puerta para evitar alguna perturbación de su sueño.

El dios se sentó en uno de los sofas rojos de la habitación y trato de abrir un empaque midgardiano y al no poder hacerlo simplemente lo tiro a un lado para proceder a comer del pan pequeño que había en su plato.

— Cosas como esas, acabarán con tu mundo.— Musitó tras tragar a una Maya dormida.— Los midgardianos son nada entre nosotros.

Termino de comer y dejo el plato a un lado, se acercó a Maya y acaricio las sábanas rasposas donde reposaba.

— Al parecer tampoco saben hacer ropa digna.

cuando la enfermera llego a hacer el chequeo a la psicóloga se llevó la sorpresa de ver a Maya entre hermosas sábanas de un material brilloso y pulcro, inclusive la bata de hospital había desaparecido dejando en su lugar un fino vestido color beige.

Loki al sentir la presencia de la doctora, cubrió el cuerpo de Maya con una sábana de seda y se alejó en silencio para dejar que la mujer hiciera su trabajo.

La enfermera anoto algunas cosas y reviso el pulso de Maya, sin poder evitar tocar la sábana notando lo suave que está se encontraba, se contuvo de preguntar se dónde habían salido, ella estaba consiente del poder de Loki gracias a la investigación de la psicóloga.

Cuando se fue, Loki volvió a acomodar la sábana que la enfermera había movido y colocó cuidadosamente el brazo de Maya bajo la misma.

Acaricio su piel fina y tibia, sintió el tacto cálido en sus frías manos y la sensación de frustración lo invadió.

Si tan solo ella hubiera estado con el, si él hubiera estado con ella en el momento del accidente

Se sentó en el sofá de al lado de la camilla sin soltar su mano, lo que sentía al ver a Maya en ese estado era lo más raro que había sentido.

— Ya no se si debo alejarme o acercarme a ti.— Musitó viendo su rostro.— Tu simple presencia me hace débil y eso no me agrada.

Bajo la vista hacia sus zapatos en silencio.

Si alguien se enterará de ella, no dudarian en acabar con él.

— Tu pequeño monstruo es una molestia descomunal, pero a la vez, es torpe y pura.

Loki, sabía que si algo llegaba a pasar, el sería el primero en defender a Maya y al pequeño monstruo.

Aquello lo tenía tan...confundido

Escucho el sonido de la máquina que conectaba al latido de Maya, sonrió de lado y se acercó aún más a la chica.

Paso su mano por el rostro de Maya a tan solo unos centímetros de tocarla.

— Así que me estás escuchando.— musitó con voz ronca, bajo su mano hasta la de ella y la tomo, la máquina de los latidos volvió a sonar y Loki sonrió divertido.— Así que no te gusta que le diga monstruo al pequeño midgardiano.

La máquina volvió a sonar y Loki río.

— Si es así despierta y dímelo.— pidió acariciando su mano si tiendo la repentina necesidad de verle despierta, el sonido agudo volvió a sonar.— Yo se que tú puedes.

El cuarto se quedó en silencio total, Loki al no obtener respuesta se puso de pie y se acercó a ella.

— Maya?

Sus párpados temblaban al igual que sus labios, pronto la máquina volvió a sonar como loca alterando los sentidos del Dios que no noto cuando los doctores entraron a la habitación.

— Que sucedió?— gritó la enfermera pero Loki no respondió seguía viendo el temblor del cuerpo de Maya.

Los doctores en cuestión de segundos la rodearon, buscando alguna respuesta ante su reacción, los ojos penetrantes del Dios se posaron en los labios de Maya que temblaban sin parar como si quisiera hablar.

Se acercó bruscamente alejando a una enfermera e ignorando las quejas, se acercó a la psicóloga que trataba de balbucear algo.

— Tranquila, háblame.

Era como si algo le impidiera que dijera algo, y duro varios minutos así hasta que pudo pronunciar.

— Matias...

Loki fruncio el cebo y escucho a los doctores mencionar que quiza estuviera soñando, pero el dios sabía que eso no era así.

Había algo más y sin más corrió hasta la habitación donde se encontraba el niño notando emanar del cuarto magia negra, al no ver a los guardias se imagino lo peor y al abrír noto a un hombre con ambas manos en la esfera de Matías de estás salía una niebla negra.

Loki le lanzó una de las dagas que había robado de ahí deteniendo el hechizo.

El hombre alzo la vista furioso y Loki sintió su sangre hervir.

— Vaya, pero si es el dios del qué todos hablan.!— sonrió sarcástico llevándose la mano herida al pecho.

— Aléjate de el.

— Por que lo haría?— ladeó la cabeza.— Soy su padre.

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No copias ni adaptaciones

MAJO.

Analizando al enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora