In High School
Una historia donde se relatará la vida de siete amigos y sus constantes amoríos, con un contenido algo explícito en las diferentes situaciones de los adolescentes.
Una historia donde los problemas de todo adolescente se mostrarán de l...
- Bienvenida a mi palacio -dijo Jimin entrando a su habitación, siendo seguido por su novia.
- Oye, lo cambiaste desde la última vez que estuve aquí -dijo viendo como la cama, que antes se encontraba casi en un rincón de la habitación, ahora estaba en el centro de ésta, frente al mueble donde se encontraba el televisor plasma.
- Sí, si la dejaba en la esquina no podía ver tele -se alzó de hombros y se quitó la camisa que llevaba encima, dejando solo la camiseta que su padre le acostrumbró a usar debajo de cualquier prenda superior que utilizara-. Además, siempre me picaban los mosquitos ahí, tengo las piernas llenas de piquetes -hizo un puchero por ello-. ¡Hasta creo que me picaron en la nalga! Eso sería lógico, porque últimamente me anda picando mucho.
- Estas loco -ríe y se tira a la cama de Jimin quedando boca abajo-. Ven, veamos una película y pedimos comida.
- De acuerdo, ¿qué quieres comer? ¿Sushi, hamburguesa o dedos de pollo frito? -preguntó viendo los menús más buscado por su novia, a la vez que llegaba junto a ella-. Yo pediré hamburguesa, con extras de papas y... mejor pido dos hamburguesas, sale más barato, hay promoción hoy -mira a Jeongyeon esperando respuesta.
- Entonces pide dos hamburguesas y dos órdenes de dedos de pollo fritos -sonrió inocente, pues ambos sabían que cada uno se comerían toda la comida que ordenaran.
- De acuerdo -hizo el pedido y dejó su teléfono a un lado, poniéndose sobre uno de sus costados viendo a Jeongyeon buscar alguna película en netflix.
- ¿Y si vemos Fifty Shades of Grey? -preguntó viendo que era una de las películas que no terminaba de ver.
- ¿Es una insinuación para hacer algo más? -preguntó de manera pervertida a lo que Jeongyeon le devolvió la mirada de la misma forma.
- Jaja, no, es solo que veo que aún no la terminas de ver -se alzó de hombros-. Y además, tengo curiosidad, nunca la he visto, quiero ver qué tan buena es, eso es todo -sonrió inocente.
- De acuerdo, pero si tengo problemas en mis pantalones será culpa tuya -dijo sentándose en la cama, exactamente con la espalda en el respaldar de ésta.
- Ajá, sí, yo me encargo de ello, guapo, no te preocupes -le guiñó un ojo y Jimin solo la miró algo sorprendido por sus palabras.
- A-amor... ¿segura que no andas con ganas de nada? No estas actuando de la misma forma que siempre... andas más... más pervertida que nunca -frunció el ceño confundido.
- Estoy bien, en serio -rió un poco por lo preocupado que se encontraba Jimin, abrió un poco más las piernas de él y se colocó entre ellas, con su espalda en el pecho de su novio.
- De acuerdo -le dio play a la película y empezaron a verla. Jimin un poco incómodo, tratando de mantener su mente lo más fría posible, para no tener una erección en ese momento-. Ya está la comida acá, ya vuelvo.
- De acuerdo, ¿ya pagaste? -preguntó buscando en su bolso algo de dinero para ayudarle a completar el pago de la comida.
- Sí, no te preocupes -dijo antes de ponerse sus pantuflas de pollito amarillo.
- No importa, dale propina al señor que haga la entrega -le dio cerca de mil quinientos wons, y Jimin lo tomó para hacer lo que su novia le pidió.
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