Capítulo 11

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Law dejó el coche en el mismo lugar que la noche anterior. Bajó y Nami hizo lo mismo.

- ¿Esta es tu casa? - Preguntó ella admirando el amplio lugar.

-Así es. 

- Es bonita. - Añadió ella

- Vamos sígueme. - Dijo adentrándose en la casa

Los dos bajaron al sótano de la casa, y allí Nami pudo ver todos los recortes y toda la información que tenía Law. Entre todas aquellas noticias, hubo una que le llamó especialmente la atención. 

- Porque tienes ahí la noticia de mi madre? - Decía ella confundida. 

- Es una larga historia, pero a modo resumen te diré que tu madre y mi padre adoptivo se conocían. 

- Cuéntame lo que sepas. 

- Bien... Quieres un café de mientras? Llevará tiempo. 

- No, estoy bien. - Contestó cada vez más intrigada por saber que era todo aquello.

- Veamos... Por donde empiezo... - Decía él mientras se rascaba la barba. - Tu madre era una agente secreta de la unidad de policía de la ciudad. Igual que Corazón.

- Si.. Sabía que tenía ese trabajo aparte del huerto.

- Mira. - Y Law le entregó la carta que Corazón le había escrito.

Nami la leyó, y él pudo ver como la expresión de su cara iba cambiando por segundos. 

- Sengoku... - Dijo ella. - Me suena el nombre. De hecho creo que es el jefe de mi amigo. Trabaja en la policía.

- Sí. Él fue quien me entregó la carta. 

- Me duele que mi madre no me dejara nada ni a mi ni a mi hermana... Esta carta es preciosa Law. Que suerte...

- Algún motivo debe haber... 

- ¿Y si vamos a hablar con él? 

- No creas que no lo he intentado, pero siempre se ha negado a hablar conmigo. 

- Bien, lo intentaré yo. 

En aquel momento, el teléfono de Law empezó a sonar.

- No lo conseguirás. - Dijo él antes de contestar. - Kidd, ¿qué pasa?

Nami se quedó ojeando todos aquellos recortes mientras él atendía al teléfono algo más apartado. 

- Law tío, tengo un problema. Necesito dinero. - Decían por la otra linea. 

- ¿Y qué quieres que haga yo? - Contestaba el moreno. - Pídeselo a tus amigos, o los has arruinado ya?

- Se trata de la Bestia, Law. Le debo mucho dinero. Todo lo que incluye a la Bestia, incluye a tu tío, ya lo sabes. Necesito que me consigas lugar en una de las peleas ilegales en las que solías participar. Tengo que ganarla como sea y llevarme el bote. 

- Es absurdo, no lo conseguirías. Además, ya hace meses que no formo parte. No es tan fácil. 

- Law, no soy tonto. Sé que puedes conseguirlo. Confío en ti. - Y Kidd colgó el teléfono.

- Maldito idiota.

- ¿Va todo bien? - Preguntó Nami mientras se acercaba por la espalda. 

- Sí. Tengo que hacer una llamada. Ahora vuelvo. - Dijo excusándose y encaminándose hacia las escaleras.

Law se llevó el teléfono a la oreja justo después de marcar.

- Beppo, tienes que llamar a Capone. Necesito pelear esta noche. Averigua contra quién es la pelea y apúntame. - ... - Es urgente. Kidd tiene problemas y no puedo dejar que él pelee. Está perdido. - ... - Bien. Llámame para saber la hora. - Y colgó.

Emergencia de media nocheWhere stories live. Discover now