- profesor- trato de llamar la atención de mi vecino.
- ¿que pasa Arthur? - pregunto feliz.
- ¿si recuerda mi "bienvenida"? - pregunto.
- yo si - respondí solo espero que no se quiera vengar.
- jeje - una pequeña risa salio de sus labios.
- tranquilos, a donde vamos le interesara mucho a Conan- me sonríe - y... Bueno lo importante es que encontré un mapa del tesoro- sacando lo mencionado.
- y ¿donde esta lo emocionante?- pregunte - de seguro fue usted quien lo escondió.
- entonces ¿Dices qué será fácil?- me miro confiado.
- pfff por supuesto - dije seguro.
- tan seguro que ¿lo harías sin ayuda?- seguía igual.
- que aburrido un juego de niños - por fin hablo el otro.
- yo digo que será interesante- hablo Genta, y los demás.
A decir verdad no fue tan fácil como yo creí, la emoción crecía por cada momento y algo que ya sabía ése y yo cuando se trata de casos y asertijos nos complementamos bien.
La sorpresa que nos dio al ver a unos hombres, al parecer también buscando el tesoro.
- ¡solo nos falta una pista! - decía feliz uno de mis amigos.
- te digo que esa es la respuesta- le reclame.
- pero si le prestas mas atención tu respuesta es errónea- me contradijo.
- pues la tuya no tiene tanta lojica que digamos- me excuse no quería aseptar que él lo resolvió.
- entonces ¿ ay que averiguar?- dijo pesadamente.
- yo te demostraré que es lo mio- me escuchaba a mi mismo y me parecía ridículo humillarme.
Me tropese cayendo en cima de él, mientras estaba de espaldas y para colmo los tres es taban lejos y en otra perspectiva.
- oigan no se pelen- grito Ayumi sin saber como se activo solo por un momento el pasadizo cayendo dento ambos, sin luz del exterior.
- Genial lo que me faltaba- me queje y levante, trate de ver por lo menos algo y nada, di un paso.
- ¡auch!- al parecer lo pisé - oye ¿estas bien?- pensé que me iba a reclamar, pero eso no me lo esperaba.
- ja ¿lo dudas? No soy tan débil como crees- dije muy confiado ¿que tiene este tobillo que le fascina lastimarse? - lo que tenemos que hacer es...- hablaba, mientras tome la brillante idea de caminr - haay hay hay.
- ¿que paso?- pregunta mientras estoy en el suelo, caí con un tipo de maleta, llena de cosas duras.
- nada hay - inútilmente de ocultarlo, senti una mano justamente en mi pie herido - haya ¿que crees que estad haciendo?
- ¿conque bien? - me regaño, otra vez sentí su mano buscando algo, al parecer era algo en mi mano - ¿y el reloj?
-¿qué reloj?- Trate de entender su pregunta.
- ¿el profesor no te dio uno?- su voz sonaba alterada.
- ha eso - metí la otra mano en mi bolsillo sacando lo dicho - ¿esto?- sabía que no veía nada, fue difícil que lo tomara.
Cuando por fin lo tomo se escucho un clic y la luz se presento.
- veamos ¿que tenemos aquí?- dijo viendo con lo que empeoro mi herida, lo sabía y esas cosas duras eran joyas, gracias a su luz el lugar se ilumino más, deje de ver las piedras brillantes, para ver ese artefacto.
- es un reloj linterna creada por el profesor.
- entonces explotará - afirme.
- no los demás ya lo probaron y no pasa nada.
- ¿lo probaron?- otra vez los cuatro haciendo cosas sin mi.
- si, ahora buscar la manera de salir.
- pues suerte.
- ¿ como que suerte? si juntos buscamos una salida- me explico de unos delincuentes y demás cosas que no le preste atención.
- eres muy listo, no me mesesitas.
- muy bien desde que me conociste no dejas de tratarme mal, he visto como tratas a otros que te dieron una mala primera impresión... Y solo a mi me tratas con tanto rencor ¿que te hice para que me Odiarás tanto?- esa pregunta me nublo no se muy bien que le dije, solo veía su cara de asombro y pálido, trate de levantarme para seguir reclamando, sin éxito, ya sentía mis lágrimas recorre por mis mejillas, el dolor me hicieron caer de rodillas.
- ¡por favor no me quites también a mi hermano! ¡no me quites a mi onii-chan!- escuche que eso salio de mis labios así que me que callado.
Llegaron los demás logrando entrar, no quería preocupar así que, Sonreí aparentando estar bien.
Él descubrió el verdadero tesoros que buscábamos, era un papel donde había escrito un mensaje mi papá, eso me hizo sonreír, un poco poro al pensar que fue él y no yo quien lo encontró.
En eso los malos llegaron, el ver como los cuatro atrapaban a esos tipos... Y por mi herida...
Bueno ¿que puedo decir después? Se llamo a la policía, los atraparon y yo sólo estorbe, eso es lo que soy ¿que mas da si desaparesco? nadie lo notara.
Ya curado mi pié Conan Kudo ya no existe, el ganó, tiene todo, ya no importa.
Las ventajas de tener una madre actriz es que sabes como ser convincente tenia dos días de que me cure como todos los días, la señorita Ran peleaba con el señor borracho.
Cuando el silencio se presenta tardo una hora para arreglar todo después viene el señor a traerme de desayunar y luego no vuelve en tres horas, abre la primera lata y empieza.
Bajo despacio, comprobando que ve una repetición de su cantante favorita, ya va con la segunda lata, abriendo la tercera, me quedó quieto.
- ¡SI YOKO!- esa era mi señal, me voy en dirección contraria a mi casa y así me fui sin saber en que lío me metería.
No paso mucho cuando alguien me tapó la boca con un trapo, no tarde mucho en quedarme dormido, tratando de liberarme.
El sonido de una puerta de carro me despertó, sentía mi cuerpo adormilado con pesadez abrí mis ojos.
- ya estoy aquí- dijo una voz - ja fue fácil y pensar qué es un Kudo- de seguro fue el quien me secuestro- ¿dudas de mi?- ¿esta hablando con alguien? - ¿QUÉ? ¡ IMPOSIBLE! ¡NO! ¡Espera...!- sonó un disparo veía como ese hombre caía manchado el auto.
Estaba inmóvil solo veía esa tenebrosa escena, imaginando que eso me iba a pasar a mi.
Pude oír esos pasos inconfundible eran esos tipos, pero no dije nada ¿por qué? No dije nada.
Mi respiración se acelero, cerré mis ojos con fuerza, se escucharon otros disparos, esperando a que uno me diera pero jamas llegó.
Un galón me saco del carro.
- lo tengo Shu- se escucho la voz de una mujer, era tan melodiosa, perdí el conocimiento.
Una ves recuperado, sin levantarme ubique en donde estaba, mi vista se fijo en el que manejaba el carro.
Fue un simple reflejo, aproveche que la luz del semáforo estaba rojo, para abrir la puerta y huir.
Giraba esquinas esperando perderlos, me detuve un tiempo para recuperar el aliento y un pequeño calambre en mi pie, pude fin recordé a ese sujeto que conducía era el tipo de mi cumpleaños.
Regrese a mi huida, a mi primera esquina, choque con alguien que igual corría, no tenía tiempo para ver quien era ni de diaculparme.
- ¿Conan? - nunca creí que me alegraría de oírlo.
- ¿Edogawa?- volte a verlo, otra cosa que salio sin pensar - buaaaa tenía miedo, mucho miedo- llore mientras lo abrazaba.
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a la altura de mi hermano
Fanfictiontodos han escuchado sobre el detective adolescente Shinichi Kudo y a su hermano Conan Kudo juntos no hay nada que no puedan resolver. personajes de Gosho Aoyama.