Sin ti

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Sasuke, no entendía realmente cómo es que había aceptado suplir a un colega en dar el recorrido a los nuevos pasantes de medicina. Era la primera vez que lo hacía y ya empezaba a sentir muchos ojos acosadores de mujeres. Todas, él suponía, atraídas a algo tan superficial como su atractivo físico.

Y es que, desde que se había convertido en humano, lo sentía. Chicas atontadas por su aspecto. Superficiales, en todo el sentido de la palabra.

Las miraditas nada disimuladas ya lo estaban empezando a hostigar, cuando su teléfono empezó a sonar. El remitente era Óbito , saludándolo y preguntándole como un padre preocupado, como estaba. Era tan típico de Óbito preguntarle sobre su estado que a veces creía que Óbito pensaba que el tenía problemas psicológicos como cualquier humano. Él tomó un descanso para responder y le comunicó a los estudiantes que cada uno escogiera un paciente a analizar. En ese punto ya habían llegado a hospitalización. Un lugar donde en cada cuarto habían dos pacientes.

Mientras sostenía el teléfono, le comentó a Óbito , acerca de las miradas acosadoras que sentía sobre él. Que se sentía un tanto intimidado por la extraña situación que vivía casi a diario. Óbito , solo contestó con sarcasmo que así era el mundo humano. En ese mundo, se apreciaba más la perfección física que los sentimientos. Lo de afuera siempre prevalecería, sobre lo interior. Y el valor de una persona siempre estaría abocado a lo que el resto de gente piense de ti.

Dejó el teléfono a un lado cuando tras emitir una despedida de Óbito una alumna lo llamó. Era la delegada del grupo y como él, en su momento donde también había tenido esa responsabilidad, suponía tenía algo que decirle.

─El profesor Asuma, nos dijo que hoy nos entregarían copias de las historias clínicas de cada paciente que nos tocará atender.─ Comunicó la estudiante mirándolo con unos ojos azules curiosos y acomodándose el cabello en un afán de verse más linda.

Sasuke reconoció aquella acción como la de muchas de las enfermeras que trabajan con él y que había rechazado cuando osaron pretensiones que no estaría dispuesto a aceptar.

Observó a los estudiantes a su cargo para luego proceder a contarlos.

Eran un total de ocho estudiantes. Sasuke tenía las copias en las computadora de su oficina. Afortunadamente, una separata estaba encima del computador.

─ Espera, aquí.

Sasuke se encaminó a la oficina, mientras ella, aquella muchacha, miraba su andar.

Las copias las tenía apiladas encima de su escritorio.

Las tomó y volvió con los estudiantes quienes ya habían escogido a un paciente. Era el área de adolescentes de hospitalización, muchos de los pacientes estaba ahí por lesiones causadas por traumatismos o infecciones virales.

Sasuke, llamó a la muchacha quien obediente, se acercó a su lado para tomar las gruesas separadas que cargaba. Sasuke la miró sin saber lo que ocurriría.

Fue un roce superficial de manos, lo que hizo entender que aquella muchacha no era un ser humano normal. Desprendía la misma energía que Sakura y Yuriko . Era un ser mágico y probablemente, al tocarlo, lo había descubierto.

...

Intento dormir, pero el sueño parece alejarse cada vez más. Algo amenaza la poca cordura que me queda y es ella. No hay cansancio, pero la sensación de angustia sigue molestando. Ino y lo que dijo al finalizar nuestra conversación, está atormentándome, intermitentemente. Veo su imagen donde sea que poso los ojos. La maldita incertidumbre de que algo vaya a salir mal, solo agregan más tortura al tiempo que llevo esperando por ella.

Hacia la luz II: Por un sentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora