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Miro a Sakura desde la puerta de su habitación. Tiene el cabello arreglado y reluciente pese al estado en el que se encuentra. Verla de esa forma es un recordatorio de que probablemente hoy su madre ha estado en horario de visitas con ella y eso me llega a cuestionar nuevamente a Mebuki. Desde que la conozco, hay algo en ella que no termina de encajarme.

Su forma de actuar es tan rara...

A veces pienso que ella esconde un montón de cosas. Me es imposible leer su mente y aquello es muy extraño porque mis poderes funcionan con todos y con ella no, aunque lo he intentado, no puedo encontrar nada en su mirada. Ni si quiera sé si la madre de Sakura sabe lo que soy y aparenta que no tiene ni idea. Todo es tan raro con esa mujer. Sé que le oculta a Sakura más cosas de las que debería porque obviamente la magia de Sakura es heredado de su linaje. Las Hayashi, son un clan de brujas que vienen practicando la magia por cientos de años.

Mebuki Hayashi, probablemente haya dejado de practicarla demasiado tiempo atrás. Muchas dejan de hacerlo porque en la actualidad, lo que se cree sobre la magia solo son gastadas hojas de cuentos fantásticos que se les lee a los niños en las noches. La magia es algo que técnicamente no existe, aunque aquello está totalmente alejado de la realidad. Existen muchos más clanes de los que tengo investigación.

Dejo de pensar en la madre de Sakura porque todo regresa a ella.

La magia hizo de ella un cuerpo vacío; la misma, la devolverá a la vida.

Me acerco a Sakura sin hacer ningún ruido. El pensamiento de que llevo contando las horas desde que empezó este día hace que mis ojos vayan a mi reloj, constato la hora y solo faltan cinco minutos para que den las once de la noche. Ino no tardará mucho en venir y el mensaje entrante en mi celular, me lo confirma.

Ya estamos afuera.

Está afuera y es todo lo que necesito para ir a ayudarla para que la dejen pasar, pero entonces entra un nuevo mensaje que dice que no importa, usará magia con el guardia de la entrada.

Como siempre cuando quiere conseguir algo...

Ino es muy buena borrando la memoria de la gente.

Claro, solo le funciona con humanos, porque conmigo, aunque lo ha intentado, no ha podido.

Pasado dos minutos, la encuentro tocando la puerta de la habitación de Sakura. Yuriko viene detrás de ella, con un vestido totalmente negro que no recuerdo que tuviera en el guardarropa que le compré hace un par de días y una mochila que se ve pesada y que supongo es de Ino.

Ino me saluda con un beso en la mejilla. Y Yuriko pretende hacer lo mismo cuando...

─ Tú te quedarás lo más lejos posible. ─ le ordena Ino, mientras le quita la mochila y saca un pomo lleno de lo que yo supongo es sal, la empieza a esparcir en un círculo alrededor de Sakura

Yuriko le hace en caso a todo, como si le temiera. Noto lo nerviosa que está y me causa un poco de gracia.

Creo que Ino ha amedrentado un poco a Yuriko. Y es que Ino puede ser la persona más dulce del mundo y de un momento cambiar a incluso ser muy, extremadamente, severa.

Y por la mirada que le dirige a Yuriko, noto que ha sacado esto segundo con ella.

Veo hacia la puerta y aunque se me suba la bilis, no aparece por ningún lado.

Entonces me atrevo a preguntar por el imbécil que se supondría también vendría.

─ ¿Dónde está Itachi? ─ pregunto.

Ino, sigue la dirección de mis ojos, hacia la puerta. Yuriko, por su lado, solo ve a Sakura, con tanta ternura que una punzada de culpa se asienta en mi estómago. Ella no soportaría saber que ella es la razón de que su hermana, se encuentre en ese estado.

Hacia la luz II: Por un sentimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora