Hacia la luz II: Por un sentimiento

Caminos a seguir

Ino me espera sentada en una mesa de un Starbucks cercano al hospital. Puedo distinguir su cabello rubio mientras ingreso al local. Parece totalmente distraída de lo que pasa a su alrededor. Tiene un libro sobre la mesa y aunque es extraño, tengo la sensación de que hoy será un buen día. Camino a paso lento a su lado. Cuando estoy a poca distancia, ella alza la mirada y me ve. Se levanta de su asiento y procede a darme un beso en la mejilla como saludo. El aroma de su perfume es tan delicado que produce una sensación agradable en mi nariz.

Procedo a saludarla y ella me pregunta cómo va el hospital.

Es domingo. Y hoy obviamente tengo el día libre. No operaciones, no consultas, estoy libre en todo el día, en lo que al hospital se refiere. Aunque eso no impide que haya ido antes de venir a ver a Sakura. No puedo estar mucho tiempo sin verla. La culpa y ese sentimiento cálido que siento cuando estoy con ella, son lo único bueno de mi maldita existencia.

─ Aparte de unas cuantas operaciones en la semana, todo rutinario, la verdad ─ comento. Una mesera viene a tomarnos los pedidos y ambos pedimos un cappuccino.

─ ¿Cómo está Yuriko? ─ pregunta.

Yuriko es un tema frecuente desde que nos volvimos amigos. Se lo confesé un día cuando entre tragos casi llegamos a algo más que la amistad que surgió de dos personas rotas en el mundo. Ella una bruja de una madre malvada y ausente y yo un demonio sin ningún problema en corromperme más de lo que ya estaba.

Procedo a contarle lo que ha pasado con ella y la extraña forma en que terminó desvaneciéndose el día en que la llevé a ver a Sakura.

─ Tú sabes muy bien el vínculo que las une ─ responde Ino con calma. ─ Una le dio la vida a la otra; además tu brillante plan de hacer que Sakura usara su cuerpo mientras permanecía deslindada de su cuerpo solo ha hecho que el vínculo se haga más fuerte.

─ ¿Qué tratas de decir?

─ Sasuke, ─ me mira con intensidad como si lo que fuera a decirme cambiara todo lo que yo quiero que pase ─ Puede que incluso Yuriko tenga que dejar de existir para que Sakura vuelva a la vida.

Me quedo en silencio y recuerdo aquel libro. Lo sé. Siempre fue una posibilidad, pero que Ino lo esté prácticamente por confirmar, no ayuda en nada. Miro al piso. No quiero que ninguna de las dos se vaya. Quiero que ambas estén bien. Mis malditos errores sólo agregan una larga cola a la lista de lo que está mal en mi existencia.

─ Sé que lo sabes y tienes que estar preparado ─ me comunica. Luego su expresión cambia por una de esperanza ─ Pero puede que haya algo que nos ayude. O alguien.

─ Sabes que nadie puede ayudarnos en estos momentos ─ le comento. ─ Estamos solos.

─ Itachi, me ha buscado ─ responde y siento como me hierve la sangre.

¿De dónde Ino conoce a Itachi?

Luego recuerdo que la estúpida de Izumi trabaja en la universidad.

Ese maldito de seguro se le ha acercado. Y es que Itachi me sigue por todos lados. No entiende que no me interesa nada con él. Es culpa de él que esto haya pasado. Si hubiera sido si quiera un poco sincero en sus sentimientos sobre Yuriko nada hubiera ocurrido. No me hubiera importado ver la felicidad de Yuriko a su lado, con tal de que fuera feliz, pero no. Fue un maldito egoísta y ambicioso.

─ Sabes lo que opino de mi hermano ─ respondo con la bilis subiéndome por la garganta. ─ Lo odio, nunca le perdonaré lo que hizo.

Es culpa de él que Yuriko se haya suicidado. Todo está en la carta, el maldito la orilló a quitarse la vida, restregándole a Izumi como el amor de su vida, prácticamente en la cara, el día en que Yuriko se quitó la vida.