¿Compromiso?

Vacío

Felix buscaba a Bridgette desesperado, no estaban en su casa, no estaba en la casa de ella, no vivía con Claude, no vivía con Amber, no iba a hablar con su padre, ya no iba a comprar telas en el bazar, nadie sabía de ella, ni los reporteros.

No contestaba su celular, sus redes sociales estaban abandonadas, no se conectaba a chats, no respondía llamadas ni correos.

Era muy raro para Felix, ella no era así usualmente, ella respondía.

Triste miraba la ventana del Startrain, después de buscar por horas donde podría estar ella metida.

Quería abrazar esa esperanza que le decía que la iba a encontrar, pero ya llevaba un año buscándola.

Desde que se fue del departamento la buscó y la única pista de ella fue que quiso conocer el mundo solita.

Todavía recordaba cuando eran niños y, mientras otros jugaban, ella le decía lo mucho que lo amaba y el la rechazaba por acosadora.

¿Realmente lo era? No le hacía daño, ni lo celaba como otras chicas.

Buscaba de el como un conejito que quería a su amo de vuelta.

El "No", esa maldita negación lo condenó a sufrir tanto.

Siempre le decía "No" a esa carita, se escusaba o incluso huia.

"Cobarde".. Se repitió en su mente..

De no haber sido por su estúpido miedo, ella sería su esposa..

Pero no, debía abrir su bocota

Esa risa tan molesta, era contagiosa

Esos ojos raros, eran bellos

Esa voz chillona, era tierna

Ese "Te amo", eran palabras dulces

Esos labios asquerosos, eran adictivos

Ese amor raro, era fuerte y constante

Esa torpeza, era simpleza femenina

Todo en ella era bello, debió saberlo..

Rogaba al cielo verla de nuevo, pero iba a ser imposible, no la valoró

Quería volver al tiempo, tener poderes para rastrearla, o algo así..

Pero nada de eso serviría, igual fue un necio que no valoró lo que tenía

Era karma, no se podía negar a eso..

Quería escucharla, mirar sus bellos ojos, sentir su calor envolvente, luchar por ella una vez más por esos labios tan dulces que lo completaban..

Sin darse cuenta, una lágrima calló desde su mentón hasta su pierna.

Ahora lloraba como idiota por una esperanza, por una mirada.

Limpiaba sus lágrimas con las mangas de sus brazos, mojándolas con lágrimas hasta dejarlas empapadas.

Pero su llorar no paraba, era imposible, se limpió con servilletas y no funcionaba para nada.

La gente lo miraba raro y lo hacía sentir como las veces que lloraba por su madre, sus compañeros lo miraban raro por llorar tanto y Bridgette lo defendiá con todo lo que podía.

Ella era un angel, un maldito angel que perdió por ser tan idiota..

Un angel y un idiota, gran historia..