one last breath [Terminada]

19

– Yo me opongo– dijo Yoongi con una mirada fría clavada en aquella chica de vestido blanco.

Todos quedaron atónitos por la acción del pretendiente.

– Cariño, que estas asciendo...–dijo Suzy con confusión.

– Esta mujer es una estafadora, ella estaba tratando de buscar una pareja por dos largos años para que no quede en la quiebra total- la miró de frente con una fría seriedad seca- tú, creíste que había quedado en esa universidad solo por que es para niños ricos y mimados, pero de lo que nunca te enteraste es fue del verdadero motivo, me seduciste creyendo que tenia plata, plata, que proviene de la beca que conseguí con mis calificaciones.

– Yoongi... q-que dices...

– Que no estoy interesado en lo mas mínimo en ti, sabia que traerías a Jimin a Boston solo para complacerme, pero al parecer no fuiste la única que estuvo investigando, yo también lo hice, sabia que había algo raro en tu personalidad falsamente amable y amistosa.

La chica no tolero aquel balde de agua fría llena de mentiras y su cara en poco tiempo se volvió un mar de lagrimas.

Ella simplemente cubrió su cara y bajo de aquel lugar elevado donde se encontraba Yoongi.

Todos los invitados comenzaron a murmurar cosas del comportamiento de Yoongi, mientras yo solamente bajaba la cabeza.

–Ven conmigo.

Me hizo levantarme de aquella banca a jalones sacándome de la iglesia y nos dirigimos a los vestidores de los novios.

Se detuvo en seco con migo detrás y se volteo a verme.

–Gracias Jimin– me dio un cálido abrazo.

Yo correspondí a aquella muestra de afecto y rodee mis brazos en su cintura. Me separo un poco para tomar mi mentón con su mano para que lo mirara.

– Jimin, yo... Siempre tuve sentimientos hacia tí...

El se había puesto cabizbaja, lo mire detenidamente para comprobar si era cierto o falso lo que decía, así que solo opte por pararme de puntas y plantarle un beso en su mejilla pálida y regordeta.

– Yo también tengo sentimientos no relacionados hacia ti hyung...

Tomo mi rostro con la mas mínima delicadeza y guió mis labios hinchados a sus pequeños y rosados labios, dando así un pequeño tacto entre la comisura de ambos, moviendo con delicadez los labios.