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Mi vista era borrosa pero apenas y podía como Suga corría desde un angulo en el que yo estaba acostado. Se dio cuenta de que lo estaba observando y como mis párpados me pesaban.

–No lo hagas... No te duermas!

–Creo que no podremos vernos de ahora en adelante... Lo siento hyung...— dije.

Mientras mi cuerpo lo sentía entumecido, yo solo podía poner atención a la cara de Suga, quien se veía con una mueca de preocupación y susto por el estado en el que me encontraba.

Suga coloco una de sus manos en mi rostro frío.

–Jimin-nah prométeme que te quedarás a mi lado.

–Hyung, yo lo estube esperando y cuando por fin estamos juntos creo que este será nuestro último encuentro.

Mi mirada se paseaba, medio agonizante, por todo el habitación teñido de blanco.

–Tonto. No te atrevas a decir ese tipos de cosa, acaso quieres que te mate!? Ah!?

Solté una risilla ante su comentario, me recordó aquellos tiempos en los que el me regañaba de aquella manera.

–De que te ríes, este no es el mejor momento para reir— me dijo entre tonos que cortaban su voz.

–Hyung... Te acuerdas de la promesa que te hice hace tiempo?— le pregunté mientras veía su cara con melancolía y con lágrimas secas en sus mejillas.

–De que rayos estás hablando.

–La vez en la que te lastimaste la rodilla. Segundo de secundaria, íbamos de camino al escuela en bicicleta pero te distraerte y caíste. Incluso yo le dí atención a tu herida. Y que en ese preciso momento te hice una promesa?

–Detente! No te atrevas a seguir diciendo otra palabra— me gritaba mientras tapaba sus oídos con fuerza utilizado sus pálidas manos.

–Creo que es hora que cumpla mi promesa.

Unas enfermeras me metieron al elevador mientras retenían a Suga.

–Lo sentimos, usted no puede pasar.

one last breath [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora