Phoebe Grey, una historia de amor y venganza.

Capítulo 12

Nos despertamos y nos quedamos varios segundos mirando nuestros labios, pero yo pienso en Zac y me levanto;

-Buenos días- le digo sonriendo.

-Buenos días Phoebe- dice con una sonrisa muy sexy.

-Vámonos para casa, mi padre tiene que estar hecho una fiera- digo mientras cojo mi móvil para mirarlo pero por suerte no hay llamadas perdidas, seguro piensa que estoy con Zac. Kevin conduce hasta casa, no tardamos mucho y cuando llegamos mis padres están desayunando:

-Buenos días cariño- dice mi madre dándome un beso.

-Buenos días mamá- digo mientras le doy un abrazo.

-Buenos días papá-

-Buenos días hija, cuando acabes de desayunar me gustaría hablar contigo- dice mi padre

-¿Qué ocurre?- le pregunto

-Me gustaría que hoy te quedases en casa con tu hermano para preparar su defensa- dice mi padre, ¿no ver a Zac? me parece buena idea así que acepto porque yo también quiero tener bien preparada la defensa de Teddy.

-Claro papá- le digo sonriendo.

Cuando mis padres se van al trabajo Teddy y yo comenzamos a preparar su defensa por si llega a haber juicio, trabajamos hasta las 3 ya que él ha quedado para estar con Ariana. Esta chica es una maravilla después de todo lo que ha pasado y ahí sigue con él apoyándole en todo.

-Te traje esto- dice Kevin sacándome de mis pensamientos.

-Gracias, siéntate- le pido.

-¿Quieres salir esta noche? Necesito despejarme- le propongo a Kevin.

-Claro- me dice sonriendo.

-¿Donde quieres ir?- me pregunta.

-Vamos al italiano de la séptima avenida ¿te parece bien?- le pregunto.

-Vale- dice sonriendo.

-Nos vemos a las 7 en la entrada, ponte guapo- le digo mientras le guiño un ojo.

-Eso siempre- dice sacando su legua en plan broma.

Cuando Kevin sale de mi habitación, me voy a la ducha y comienzo a arreglarme. Son las 7 y bajo al salón, Kevin ya me está esperando allí como siempre muy puntual este chico;

-Estás muy guapo-

-Tengo que estar a la altura de semejante belleza- dice mirándome de arriba a abajo mordiendo su labio. Subimos al coche y nos vamos para el restaurante con la putada de que está lleno y no hay mesa;

-¿Qué hacemos?- le pregunto un poco decepcionada.

-Si quieres puedo cocinarte algo italiano- dice Kevin.

-¿De verdad?-

-Si, se que tienes ganas de comer algo italiano-

-Gracias- le digo dándole un beso en la mejilla.

-De nada, ahora vámonos a comprar- dice Kevin ofreciéndome su brazo para que me agarre. Llegamos del supermercado y Kevin ha comprado todo lo necesario para hacer pasta a la boloñesa;

-¿Quieres que te ayude?- le pregunto.

-No, tú siéntate y ponte cómoda-

-¿Tienes vino?-

-Si, en esa puerta- dice señalando con su cabeza.

-¿Quieres una copa?- le pregunto.

-Si, gracias-. Cojo las copas y nos sirvo el vino, Kevin termina de preparar la cena y ya estamos listos para cenar. Todo está buenísimo, este hombre cocina que da gusto;