Phoebe Grey, una historia de amor y venganza.

Capítulo 4

Suena el despertador a las 5:00 a.m, me levanto y me voy a la ducha. Mi look de hoy es una falda negra de tablillas con unas medias negras con lazitos negros, un jersey rojo, unos botines, funda y bolso negros, me decanto por el pelo liso y me maquillo natural, cuando termino son casi las 6:15.

La señora Jones preparó mi maleta anoche, así que la cojo y me bajo al salón buscando a Luke y a Kevin, ambos están allí ya esperándome.

-Buenos días señorita- dicen los dos.

-Luke, Kevin buenos días ¿estáis listos?- les pregunto

-Si señorita-

-Perfecto, ya solo queda esperar que venga Zac- les comento.

A las 6:30 en punto Zac llega a casa, para mi sorpresa papá ha salido detrás de nosotros y quiere saludar a Zac. Los chicos mientras mi padre y Zac hablan meten las maletas en el maletero del mercedes de Zac. Papá se despide de nosotros y nos desea buen viaje, Kevin va conduciendo y Luke le acompaña en el asiento de delante por lo que Zac y yo vamos en la parte trasera del coche juntos, estoy absorbida en mis pensamientos cuando Zac rompe el silencio.

-¿Sigues nerviosa?- me pregunta sonriendo con esa sonrisa tan perfecta que tiene.

-La verdad que si y mucho- le sonrío. Zac me coge la mano

-Lo vas a hacer genial además yo estaré ahí para apoyarte y ayudarte-

-Eso espero Zac, no quiero defraudar a nadie-.

-No lo harás Phoebe, tengo mucha fe en ti y en que lo harás genial- dice sonriendo y aún sigue sujetándome la mano. Me estoy empezando a sentir nerviosa pero agradezco que me de ánimo.

Zac me suelta y saca su teléfono, no lo he escuchado así que supongo que estará en silencio, la expresión de su rostro ha cambiado ahora es de preocupación, me da la sensación de que esa llamada le ha incomodado mucho. Por fin llegamos al aeropuerto ahora nos toca ir a facturar las maletas y esperar que llegue la hora de embarcar.

-¿Te apetece desayunar algo?- pregunta Zac.

-Sí- le digo sonriendo.

-¿Sabes que estás preciosa cuando sonríes?- Sus palabras me dejaron en blanco.

-Eh.. muchas gracias Zac- y le sonrío timidamente.

-Me gusta verte sonreír- dice Zac. Me sonríe me tiende su mano y vamos a buscar un bar para desayunar. Kevin y Luke se quedan allí sentados, por lo que decido llevarles algo para desayunar mientras nos sirven el nuestro.

-Señorita no era necesario- dice Luke.

-No podemos aceptarlo- dice Kevin.

-Dejad de ser tan formales, tenéis que desayunar además que son unos simples bollos-.

-Muchas gracias señorita, ¿cuanto le debo?- dice Luke

-Shhhh, esto es un regalo de mi parte- Kevin sonríe y acepta el bollo

-Señorita muchas gracias, es usted muy amable- dice Kevin sonriéndome.

Por fin consigo que acepten los bollos para que desayunen y yo vuelvo a la mesa con Zac. Él me mira con unos ojos muy dulces:

-Eres muy dulce, ¿lo sabías?- dice Zac. Sus palabras me sorprenden.

-¿Por?- le pregunto

-Por el detalle que has tenido de llevarle el desayuno a tus guardaespaldas, sabes cuando me dijeron que ibas a trabajar con nosotros pensaba que serías una niñita mimada y estúpida como son la gran mayoría de hijas de multimillonarios pero me has sorprendido, se te ve bastante madura y muy hulmide- dice Zac sonriendo
Sus palabras me sorprenden gratamente, me alegra saber que doy la sensación de madura y humilde y no de niñata malcriada. Es cierto que papá nos ha dado todo lo que hemos querido y más pero por suerte han sabido educarnos bien y ponernos límites, estoy muy orgullosa de los padres que tengo.