Capítulo 2Ha pasado ya una semana desde eh... el inconveniente que tuve con Adam. Él no me ha dirigido la palabra y no me crucé con él en todo el fin de semana. Son las seis y media de la mañana y no he podido conciliar el sueño desde hace casi dos horas, pero mantengo mis ojos cerrados para permitir que mi mente se nuble con pensamientos impuros y dañinos.
Un pequeño rayo de sol comienza a iluminar poco a poco cada rincón de la habitación.
―Adam, cierra ya las jodidas cortinas. ―murmuro al vacío, recordando lo que era la típica rutina. Pero él ya tiene días sin hacerlo, por más raro que parezca.
Me siento al borde de mi cama, sintiendo como mi cuerpo se fusionada con el silencio permitiéndome escuchar los lentos latidos de mi corazón. Mis ojos se quedan fijos, mirando un zapato ―que se encuentra en la esquina de la habitación― como si fuese la cosa más interesante sobre la tierra. Salgo de mi trance, suelto un suspiro y me pongo de pie para estirar mi cuerpo y comenzar con mi nueva rutina sintiéndome completamente solo.
Cuelgo mi mochila sobre mi hombro izquierdo y con pesadez me dirijo hacia la habitación de Adam, meditando como mierda se hace una disculpa cuando llevo tantos años sin hacerlo. Enciendo la luz, su cama está perfectamente arreglada, las cortinas cerradas, sus libros en un perfecto orden alfabético, su computadora cerrada, pero no hay rastros de Adam. Por unos segundos pienso que se ha ido temprano para no toparse conmigo ―como últimamente lo ha hecho― pero mis ojos viajan a su mesa de noche donde se encuentran sus anteojos encima de lo que parece ser un sobre, y Adam nunca sale sin sus anteojos.
Doy grandes pasos, me detengo al observar lo pequeño que es el sobre y la curiosidad comienza a recorrer mi cuerpo haciendo sudar mis manos. "Léeme" es lo único que tiene el sobre escrito. Inseguro, comienzo a abrirlo despacio, teniendo presente que eso no es para mí.
―Primera pista. ―pronuncio al leer lo único que tiene escrito el papel dentro.
¿Qué demonios? ¿Qué clase de juego es este? ¿Por qué Adam tendría algo así?
Sacudo la cabeza tratando de difuminar la confusión y las preguntas que se manifiestan en mi interior. Eso no es mío, no me incumbe, no tengo nada que ver. Tomo los anteojos, pensando utilizarlos como excusa para hablar con él.
Bajo de mi moto y busco rápidamente a Jackson con la mirada, no tardo en encontrarlo y él se acerca trotando con una sonrisa que se desvanece al ver la seriedad de mi rostro.
―¿Problemas?
―¿Has visto llegar a Adam? ―pregunto directamente.
―¿Cuál es el interés de eso?
―Responde. ―ordeno, apretando mi mandíbula.
―No, no lo he visto. Ahora que lo dices... no lo he visto llegar en varios días.
Mi móvil vibra en mi bolsillo.
Desconocido: ¿Buscas algo?
La confusión me invade nuevamente pero sacudo mi cabeza e ignoro el mensaje.
Mi móvil vuelve a vibrar.
Desconocido: ¿O a alguien?
No respondo y lo ignoro nuevamente, pero mi mente no deja de darle vueltas al asunto a lo largo del día.
Luego de clases, me reúno con mis amigos en uno de los bares del centro para pasar el tiempo. Intento despejar mi mente, pero no dejo de pensar en quién diablos podría ser el autor de esos mensajes y qué mierda quiere mí. Es difícil escoger a un culpable, cuando tengo una lista de personas ansiosas por joderme la vida. He fastidiado a tanta gente que me he ganado a varios enemigos en lo que va de mi corta vida.
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DANGEROUS
Teen FictionLos ángeles lo llaman "placer divino", los demonios "sufrimiento infernal" y los humanos "amor". Para él, el amor antes de ella era puro sufrimiento infernal; para ella, era un placer divino mezclado con un poco de sufrimiento infernal luego de cono...