La casualidad llevó a Candela a la vida de Taehyung.
Nuestros protagonistas crecen para enfrentarse a una venganza.
El apoyo incondicional de sus amigos será su as bajo la manga.
¿Conseguirán superar todos los obstáculos?
Historia completa
El fin de semana Candela lo pasó recluida en la suite. No tenía ganas de salir y la dos veces que lo había intentado había visto a los periodistas en el Hall, por lo que se había dado la vuelta en redondo.
El Lunes Candela se incorporó al equipo del embajador. Su misión era acompañarle y tener información sobre a quien iban a ver, cual era el tema, y si había algún conflicto.
El martes ya se había corrido el rumor de que el embajador le daba un trato de favor porque era famosa y estaba muy bien relacionada.
El miércoles Candela ya había decidido pasar de todo el personal de la embajada, había llegado a la conclusión de que no tenía por qué hacer amigos en el trabajo.
Cuando acabó la última reunión había pasado más de una hora y media del final de su jornada laboral.
-Candela, hoy lo has hecho muy bien, gracias por tu duro trabajo.
-Gracias excelencia.
-Son mas de las 7, llámame Ramón. ¿Puedo invitarte a cenar en compensación por tenerte aquí hasta tan tarde?
-Gracias exce... Ramón, pero se suponía que hoy iba a mudarme. Un amigo me había localizado una vivienda por la zona y me debe de estar esperando.
-Siendo así, tómate la mañana libre. Me las arreglaré sin ti.
Muchas gracias... Ramón.
Cuando llegó al hotel, el recepcionista le informó que sus cosas ya estaban en el coche en el garage y que Tae le esperaba en el bar.
Candela vio a Taehyung y cansada como estaba no se paró a pensar y le dio los dos besos típicos.
Taehyung se quedó pasmado, no por la proximidad física sino por lo que significaban esos besos...un trámite.
Pero se dijo a sí mismo que ese era el menor castigo que se merecía, así que se centró en su plan para sorprender a Candela.
Candela sacó la tarjeta de crédito, dispuesta a pagar la suite del ático cuando el recepcionista de turno le informó que no había coste alguno y que no tenía nada que pagar. Cuando ella insistió en que eso no podía ser el chico le comentó que podría llamar al día siguiente y que el jefe de recepción o el director le aclararían cualquier duda.
Taehyung bebía una Coca-Cola, Candela se pidió una botella de agua.
¿Vamos? Dijo un Taehyung visiblemente emocionado, estoy deseando que lo veas.
-Vamos. A Candela se le había pasado el enfado, lo que no estaba tan claro era que lo hubiese perdonado. Pero eso ahora daba igual.
El botones los acompañó a la plaza de garage donde el nuevo coche de Tae un Hyundai Equus con los cristales totalmente tintados, ya estaba cargado con las cosas de Candela.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
