Es doloroso recordar

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El inspector Ah, se sentía incómodo, de hecho estaba cómodamente sentado en el enorme sofá de piel blanca de la casa de aquella mujer.

Ella le había vuelto a recibir amablemente, y le había agasajado con el mejor café que había probado y variedad de pequeños dulces de estilo europeo para acompañar la bebida.

Tanta amabilidad y el hecho de que ella fuese capaz de esperar silenciosa hasta que llegase su abogado haciendo todo lo posible para que él se sintiese cómodo le hacía sentir como alguien malvado que iba a perturbar la paz de aquella persona.

Tuvo que recordarse en varias ocasiones que estaba allí cumpliendo su obligación y que en el fondo era bueno para ella.

Aquella extrajera le caía bien. Era amable, considerada y paciente... Y que él fuese capaz de sentirse tan cómodo le hacía sentirse culpable e incómodo.

Tan pronto como llegó su abogado se sintió aliviado, ahora tendría una excusa para ponerse un poco en tensión.

El Abogado Jung abrazó cálidamente a la mujer, esta le sirvió un té sin ni siquiera preguntarle haciendo obvio que lo conocía muy bien.

El abogado se sentó, alegrándose al ver los pequeños dulces, cogió un croissant relleno de crema, se lo tomó de un bocado y dio un sorbo al té.

Disfrutó de ambos sabores y expuso una curiosa sonrisa en forma de corazón.

-Puede empezar cuando quiera.

El inspector Ah, se sorprendió al darse cuenta de que llevaba en silencio observando y pensando un buen rato.

-Sé que es dificil para usted, pero me  gustaría que me contase todo lo que recuerda de Min Ho desde que volvió a Corea.

Candela tomó aire y lo dejó escapar en forma de silencioso suspiro.

-El primer día que lo ví desde mi regreso fue ....

La mujer empezó a contar con gran meticulosidad todo lo que recordaba.
El inspector grababa todo lo que decía y aún así anotaba detalles y preguntas que se le iban ocurriendo.

A medida que se acercaba a narrar los hechos de la noche en la que drogaron Candela se iba poniendo más y más nerviosa.
El inspector Ah decidió darle un respiro
-Sé que lo ha pasado mal, sé que aún sufre cuando lo recuerda y de verdad lamento que mis compañeros no hiciesen su trabajo de forma exhaustiva y yo me vea obligado ahora a hacerla pasar este mal rato... Pero..debo hacerlo...¿Lo entiende verdad?

Hoseok sujetaba entre las suyas la mano de Candela, ella se limpió una lágrima que caía por su mejilla y continuó.

Después de aquella noche el paparazzi había aparecido ante ella todas y cada una de las veces que Candela llegaba a su casa.

El se hacía ver, de forma intencionada le recordaba a Candela que a pesar de la orden de alejamiento, él sabía dónde y cuándo encontrarla. Las primeras veces llamó a la policía pero nunca sirvió de nada, así que finalmente optó por intentar ignorarlo.

El primer día que él abandonó su  acoso, Candela se dio cuenta. Poco después sabría que el primer día que aquel desagradable hombre faltó a la puerta de su casa,  fue el día siguiente a la resolución del juicio de Taehyung, el día después de la muerte de Min Ho.
Así que la policía investigaba su desaparición y habían cursado una orden de búsqueda y captura como sospechoso de la muerte de Min Ho.
Sin embargo Candela no creía que ese hombre fuese el asesino, era un hombre que cumplía órdenes, un segundón, no creía que tuviese las agallas para matar a Min Ho de frente de una puñalada.

El inspector Ah estaba de acuerdo según el forense la puñalada había sido limpia y certera directa al corazón, evitando las costillas, le habían apuñalado desde muy cerca. La obra de un profesional...no parecía obra de aquel hombre bajito Fondón y de pelo graso.

Estaban terminando cuando llegaron Taehyung con Jimin.

Taehyung se alteró nada más ver lo afectaba que se encontraba Candela después de recordar todo. Y Hoseok tuvo que tranquilizarlo para que no se enfrentase al inspector.

Tan pronto como se quedaron a solas, abrazó a Candela y ella no pudo evitar ponerse a llorar.
Lloró por un largo tiempo, abrazada al cuerpo de Taehyung, con su frente apoyada en su pecho.

Aquella noche Candela volvió a tener pesadillas, pero esa noche Taehyung dormía a su lado, por lo que se tranquilizó tan pronto como el la abrazó en su sueño, y ella aunque permaneció despierta, estaba tranquila, solo tenía una sensación que no le abandonaba, la sensación de que una tormenta se acercaba a la clara orilla pintada por Sorolla en la que Taehyung la acunaba entre sus brazos.

I Purple YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora