Annie y el Misterio del Príncipe

15. El mini infarto

-¡Mamá! ¡Papá! -exclamó Annie cuando entró a la Madriguera. Harry tomó sus cosas para que ella pudiera ir a abrazarlos- ¿qué hacen aquí?

-Molly y Arthur nos ofrecieron pasar las fiestas aquí y me tomé unas vacaciones -dijo Alan abrazándola- estás tan grande.

Annie sonrió y abrazó a su madre.

-Los extrañé.

Se separó y Alex se le tiró encima. Annie rió y se agachó abrazando a su hermano.

-Hola Alex.

Los demás Weasley estaban entrando por la puerta. Theo y Blaise ayudaban a Annissa con su baúl. Hermione arrastraba el suyo y Daphne cargaba sus cosas. Fue una sorpresa cuando la rubia pidió pasar las fiestas con todos, pero Annie estaba feliz de estar todos juntos.

-¿Me trajiste dulces? -preguntó emocionado. Annie rió.

-Harry los tiene, pídeselos a él.

El niño se separó de ella y fue corriendo hasta Harry. El pelinegro lo saludó y se puso a rebuscar en la mochila de la castaña. Annie negó.

-¿Cómo están? -preguntó su madre cuando Harry se acercó para saludar también.

-Muy bien, gracias -miró hacia abajo y vio al niño comer como tres dulces a la vez- Alex, no puedes tener tantos de una sola vez -le dijo al niño. Annie sonrió enternecida.

-Iré a ver en dónde dormiré y a dejar el equipaje -les dijo a sus padres- Harry me das mi baúl y..

-Yo lo llevo -dijo Fred apareciendo por detrás levitándolo- Hola Annita, Harry.

Alex sonrió enormemente al ver más magia. Annie agarró su mochila y siguió al pelirrojo, pero se tuvo que detener al saludar a todos los que estaban ahí. La castaña se preguntaba cómo cabrían tantas personas.

(...)

Annie picaba algunas verduras que la señora Weasley le había dado a regañadientes. La castaña había insistido en ayudar para hacer la cena, porque eran demasiadas personas en el lugar. Tarareaba Dancing Queen mientras movía las caderas. Dejó las verduras ya cortadas en una olla y de repente sintió unas manos en sus caderas, sobresaltándola.

-¿Ocupas ayuda? -preguntó Harry rodeándola con sus brazos.

-Ya terminé. ¿Terminaste con las coles?

Harry hizo un ruidito de afirmación.

-¿Escondiste los regalos de Issa en tu baúl?

-Sí, no creo que busque ahí -respondió Harry.

Annie se separó y dio media vuelta, sonriéndole. De repente, recordó algo que había estado pensando desde que llegaron. Se mordió el labio.

-Harry, ven.

El pelinegro la siguió, confundido. Salieron al pequeño porche que había y se sentaron en un banco de madera. Annie se quedó en silencio.

-Bueno.. -se aclaró la garganta. Tenía algo de miedo- recuerdas el día de la fiesta de Slughorn, ¿no?

El pelinegro asintió con una pequeña sonrisa.

-Yo bueno.. estaba pensando y.. no recuerdo haber hecho los hechizos anticonceptivos, Harry -murmuró preocupada. Al pelinegro se le quedó la mente en blanco al procesar la información. La voz de Annie lo trajo al presente de nuevo- tú.. ¿utilizaste condón?