Quinto latido

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—No lo vas a llevar a ver una película, ¿o sí? porque así se engendró Kookie —explicó el señor Jeon a YoonGi gozando avergonzar al alfa.

—Q-quería pedirle un favor, señor Jeon —el omega asintió abrazando a su esposa sentada en sus piernas— llegaremos a las siete y le tengo una sorpresa a Kook, me preguntaba si podría traducirle todo lo que diré...

—Con gusto lo haría, querido —sonrió sincero.

—Gracias —le devolvió la sonrisa.

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"Si sabes hablar, ¿por qué no hablas?"

"No sé que palabras estaría diciendo, hyung JAJAJA y me gusta más el lenguaje de señas. Hyung, ¿le puedo preguntar algo?" el alfa asintió volviendo a entregar el cuaderno junto con el lápiz, estaban sentados en un parque cercano a la casa del omega, habían ido a un parque de diversiones y ahora estaban ahí hablando por un cuaderno que había llevado el omega. "¿Yo le gusto?" volvió a asentir sonriendo abrazando al menor para unir sus labios en un beso delicado, se separó y beso su nariz, pómulos, párpados, gozando del olor que desprendía su omega, sin poder aguantarlo se ocultó en su cuello aspirando su aroma relajándose más si era posible cuando las suaves manos del menor acariciaron su cabello, se quedaron un momento así hasta que el teléfono del alfa sonó por la llegada de un mensaje. 

Número desconocido. 

No le hagas nada a mi bebé -.-

Te estoy vigilando. 

Es el señor Jeon, por cierto :3

Rió mostrando los mensajes al castaño que rió abrazándose a su torso mientras hundía su nariz en su cuello gozando del olor del alfa, se separó luego de un momento y le hizo señas.

"¿Nos vamos?" el omega asintió pero no se movió de su lugar "¿Quieres que te cargue?" asintió con una hermosa sonrisa mientras sus ojitos brillaban de la emoción cuando vio al alfa ofrecerle su espalda en dónde, con un lindo sonido que no sabe que hizo, se subió escondiendo su nariz a un lado de su nuca adormilándose con el aroma.   

YoonGi caminó por el parque sintiendo el cosquilleo en su cuello cada que el menor exhalaba, las pocas personas que pasaban por ahí lo miraban con ternura, se asustó un poco cuando el cuaderno que sostenía el menor en una de sus manos que estaba colgada en su pecho cayó al suelo, se quedó de pie pensando en como agacharse y recogerlo, no podía bajar al menor, se había quedado dormido.

 —Muchas gracias, pequeño —sonrió hacia una señora que se acercó junto con un pequeño que había recogido el cuaderno y estaba entregándoselo pero no hallaba como tomarlo. 

 —¿Lo puedo poner bajo su brazo, señor? —asintió agachándose a la altura del pequeño que dejó el cuaderno bajo su brazo— no puede dejarlo caer señor, es una misión —dijo señalándolo con una mirada seria.

 —Como ordenes, pequeñín —sonrió hacia el y luego hacia la señora— Muchas gracias —la señora sonrió y tomó la mano del niño desapareciendo de la vista del alfa que con una media sonrisa caminó lo que faltaba hasta llegar a la casa de los Jeon. Su mente iba maquinando como tocar la puerta sin despertar al omega y soltar el cuaderno, pero gracias al cielo, ya la señora Jeon lo estaba esperando con una sonrisa en la puerta. 

 —Buenas tardes, señora Jeon —sonrió haciendo una leve reverencia.

 —Pasa, déjalo en su cuarto —sonrió cerrando la puerta luego de que el alfa pasara 

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 Estaba nervioso. Más nervioso que nunca, había aprovechado que su omega estaba dormido y salió junto a la señora Jeon a comprar algunas flores y unos ingredientes de la cena (petición del esposo de la alfa) y estaban ahí, en el auto de la mayor planeando todo. 

 —¿Sabes lo que vas a decir? —preguntó la señora Jeon manejando hacia la casa.

 —Tengo una parte anotada, lo demás será solo improvisación —sacó su teléfono y abrió las notas— ¿Quiere escuchar? —la alfa asintió prestando atención a las palabras del chico y como el sentimiento del amor se tanteaba con facilidad con cada palabra, no tenías que verlo para saber que sus ojos brillaba y en sus labios se formaba una sonrisa— Y, ¿que tal? —volteó hacía la alfa expandiendo sus ojos cuando la vio sonriendo de medio lado mientras pequeñas lágrimas salían de sus ojos, había tocado el corazón de la mujer.

—Es hermoso —sonrió secando sus ojos con su mano libre ya que la otra conducía— YoonGi, eres merecedor de mi hijo, desde ya te acojo en mi pequeña y hermosa familia como mi otro hijo, pero eso si... Si lastimas a mi pequeño eres alfa muerto —rió luego de un silencio junto al pelinegro que no pudo responder las hermosas pero cortas palabras de la alfa porque ya habían llegado y los nervios le habían atacado—  Relájate, todo va a salir bien —apagó el auto y se bajó, abriendo la puerta trasera para sacar las compras junto con las rosas— Kookie sigue durmiendo, tenemos tiempo de organizar un poco la casa —sonrió cálida notando el nerviosismo del menor. Dos horas pasaron y ya todo estaba organizado, el señor Jeon había preparado brochetas de cordero para cenar y de postre gelatina de fresa, las dos cosas favoritas de su hijo. YoonGi estaba en el sofá leyendo una y otra vez el texto en su teléfono, respirando hondo en un intento de relajarse que justo cuando hizo efecto su "terapia" de relajación, el sonido de la puerta del menor cerrándose le hizo mandar todo a la mierda. 

 Tragando grueso YoonGi tomó la rosas y se paró en donde el señor Jeon le dijo, al pie de las escaleras, acomodó su cabello y sonrió de medio lado cuando un adormilado Jungkook apareció bajando las escaleras mientras se tallaba los ojos, todavía sin notar al alfa y a su padre al pie de las escaleras, antes de llegar a los últimos escalones subió la mirada, una expresión de sorpresa mezclada con emoción reflejándose en sus ojos y rostro.

—Jeon JungKook —empezó a hablar YoonGi seguido del señor Jeon que empezó a traducir todo al lenguaje de señas—...eres el ser más hermoso que he visto en toda la vida, el omega más puro en sentimientos y pensamientos, el hermoso castaño que se sienta a mi lado en clases y me pasa notas con dibujos en las esquinas... Desde un principio te he amado, en ese entonces no te conocía del todo, pero igual te amaba, luego conocí tu forma de pensar, de ver las cosas, de ver el mundo y empecé a amarte aún más. Yo, Min YoonGi, aveces no me siento merecedor de alguien tan especial como tú... —respiró sonriendo al omega que mantenía una mano en sus labios mientras sus ojos llorosos veían las señas de su padre— tú, Jeon JungKook... llegaste a mi gris vida a llenarla de hermosos colores que no conocía, llenaste mis días de sonrisas y risas. 

>>En este momento te dedicaría un poema pero tú, mi hermoso omega, ya eres uno —sonrió en grande caminando hacía el castaño que en ese punto ya estaba llorando a mares— ¿Me concederías el honor de ser mi novio? —y le extendió la rosas con una hermosa sonrisa. 

























The_Dark_Diamond

*Corregido *

Heartbeat | YoonKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora