Extra #1

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—¡Oh Dios mio, Kookie! —gritó eufórico TaeHyung mientras sostenía una hoja en el aire y gritaba cosas que el omega, ahora pelinegro, no podía escuchar por el revuelo que era su cabeza en ese momento. 

Estaba en la dulce espera y no sabía como decírselo a su alfa. No tenía miedo por que no lo aceptara o por que lo odiara, miles de veces el alfa le había insinuado tener cachorros pero JungKook quería decirle de una manera bonita, que quedase en la memoria de los dos. 

–¿En que tanto piensas, eh? ¿Por qué no festejas conmigo? –el omega rubio se sentó junto a él, se hallaban en la casa del pelinegro luego de ir a retirar los exámenes que por cierto se hicieron en secreto de los dos alfas– Dió positivo, ¿estás consciente, no? 

–Si... Es que... Me hace feliz... Pero quiero decircelo a YoonGi de una manera especial –sonrió de medio lado.

–Yo te puedo ayudar en eso –sonrió emocionado– ¿Que ideas tienes? 

–N-no sé... Tal vez una de esas cajas con una ropita de bebé –subió sus hombros bajo la atenta mirada del rubio– ¿Muy cliché? 

–No tanto –asintió su amigo pensando en la sorpresa que el pelinegro le daría al alfa– Que tal si... No no, un momento... ¡Ya sé! –chilló emocionado– ¡Vamos a...

–¡Ya llegué! –se escuchó la voz del próximo padre en el recibidor seguido de la voz de HoSeok. Los dos omegas se vieron con face palm, mientras ocultaban la hoja de los resultados, siendo el lugar del escondite los pantalones del rubio– Kookie~ –un YoonGi con nariz sonrojada apareció con una media sonrisa a abrazar a su esposo dejando un beso en su frente. 

–¡Ey! –se quejó el omega por no recibir el beso en los labios.

–Recuerda que tengo gripe –besó sus mejillas– no quiero que enfermes tu también

–¡Hyung, hyung! –TaeHyung ignoró a su esposo, que estaba en espera por su saludo, y se acercó al alfa pelinegro– ¿Puede oler algo? 

–Mmm... No –negó, siguiendo con los besos en la frente y mejillas del menor.

–¿Nada de nada? 

–Nada de nada 

–¡Eso es! –brincó en su lugar y chilló de alegría– ¡Hola, amor! –saludo con su mano al pelirrojo. 

–¡Hasta que al fin! –se quejó HoSeok acercándose para dejar un dulce beso en los labios de su omega.

–¡Vámonos, vámonos! ¡Tengo cosas que hacer~! –canturreó halando al pelirrojo a la salida– ¡Adios, hyung! ¡Adios, kookie! –y sin darle tiempo ni a HoSeok ni a ellos de hacer algún movimiento salió cerrando la puerta a sus espaldas. 

–¿Cómo te fue hoy? –preguntó un adormecido JungKook. 

–Muy bien –sorbió su nariz– no hubo inconvenientes de nada, hasta salimos más temprano que otras veces –volvió a sorber su nariz– HoSeok hyung y yo pasamos por una cafetería nueva a tomar café y luego vinimos. Te traje galletas de chocolate 

–¡Damelas! –exclamó con una sonrisa separándose del pelinegro y extendiendo su mano a la bolsa plástica de la que no se había percatado– ¡Gracias! –dejó un beso sonoro en la mejilla del corrió hacia la cocina y abrió la nevera, sacó un bote de leche junto a un vaso y se sentó en la mesa. YoonGi se acercó y se sentó frente a el, dejando su mejilla aplastada con su mano derecha, observó con amor como el pelinegro mojaba las galletas en la leche– ¿Quieres? 

–Eres hermoso –fue su respuesta, sonrió en grande cuando un sonrojo se instaló en las mejilas del contrario– tus ojitos brillan más que de costumbre y tu cara está iluminada.... –empezó a hablar embobado– ah... Cómo quisiera olerte 

Heartbeat | YoonKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora