Mil Lágrimas [L.S]

CAPITULO 1

La primavera estaba llegando, aún podías ver los restos de nieve en las montañas que rodeaban el castillo de Ellabech. 

Harry cabalgaba por el bosque, entre pinos y mas pinos, le gustaba sentir los primeros rayos de sol y el aire frió chocar contra su cara. Lo veía como un recordatorio de que estaba vivo, eso lo hacia sentirse VIVO.

Cabalgo casi una hora más , hasta que empezó a escuchar su estómago gruñir, por lo que decidió regresar al castillo. Las mañanas en Ellabech eran muy tranquilas, los pueblerinos salían a comprar comida, los niños jugaban y corrían por las calles, las personas de ahí vivían se podría decir  felices, habían muchos problemas por la escasez de recursos en el invierno. Pero aun así intentaba  llevarse bien entre ellos.

El pueblo se situaba a lado de un lago, en una montaña, en cambio para llegar al castillo debías cruzar un puente que atravesaba el lago, y en otra montaña se encontraba el castillo. 

El rey no confiaba mucho en su gente,  habían demostrado ser agresivo muchas veces, 
además de algunos accidentes del pasado, por eso decidió construir el castillo lejos del pueblo.

Harry cruzó el pueblo saludando a todos, no tardó mucho en cruzar el puente y llegar al castillo, en cuanto el portón se abrió llegaron los sirvientes a ayudar al príncipe a bajar de su caballo.

Harry se dirigió al comedor donde se escuchaban voces,  Harry se quedó parado de frente a la puerta tratando de escuchar.

--Tiene 16 años, su majestad será mejor que contraiga matrimonio pronto-- Se escuchaba una voz chillona, Harry supo  que se trataba de un susurrante. Los susurrantes  eran los que daban consejos al rey para que pudiera  tomar la mejores decisiones  --Y más por la situación que está pasando usted, usted sabe que...-- El rey levantó la mano en símbolo de que guardara silencio,  el de inmediato el calló.

--Harry!--Exclamó su padre con una voz neutral que era difícil deducir si estaba molesto o no. Harry entendió  que debía pasar,  abrió la puerta y entró a la gran sala, donde  habían muchos caballeros cuidando. 

El Rey se encontraba sentado en su trono, con su túnica color tinto y una capa color dorado, . Frente al trono, un señor calvo y un tanto viejo, vestía una túnica de color negro, con una cadena grande de oro, que miraba de mala manera a Harry, su nombre era Caín. Harry lo detestaba tanto. 

Desde que el habia llegado al reino trataba muy mal a Harry y a Gemma.  Sus padres nunca les creyeron cuando les decían que Caín habia roto un juguete suyo, lo que ocasiono que empezaran a molestarlo, lo asustaban de vez en cuando o le aventaban plantas en su cabello ( que solía tener ) 

--¿Cómo te fue?-- Dijo Des

--Muy bien, alcance a ver el amanecer-- dijo posándose en frente del rey, un silencio incomodo se hizo presente en la sala, hasta que Caín carraspeo --¿Interrumpí algo?... lo siento mejor me voy--