Hell Forest || (CamrenShipper) / [Edit]

Capitulo 23

"Necesito hacer pis." Miré por encima de mi hombro fijándome en los familiares ojos marrones. Aún estaba resentida con la castaña por lo que pasó hace poco y apenas nos hablábamos.

"¿No puedes aguantar?" Negó mordiendo su labio con algo de vergüenza e incomodidad. Resoplé dejando el racimo a un lado.

"No te alejes mucho, aquí te espero." Me senté en forma de indio y dejé descansar mi barbilla en mis manos.

"No tardaré." Se alejó rápidamente. Miré mis pies haciendo una mueca de desagrado, se veían mal. Tampoco dejaba de doler, miré a mi alrededor buscando la mochila. Rodé los ojos al darme cuenta que la castaña se llevó la mochila. Tomé varias respiraciones y cerré mis ojos intentando olvidar esta pesadilla por un segundo, creo que cambié de opinión respecto a vivir en el bosque.

"Camila, date prisa." Levanté un poco la voz sin obtener de vuelta alguna respuesta.

Me levanté caminando y mirando las plantas que me rodeaban; quizás una de ellas me sirva de algo. Busqué un poco más encontrando un ejemplar que me hizo reír un poco.

"Ya terminé." Escuché a mis espaldas. "¿Enserio eso es marihuana?" Asentí con la cabeza incorporándome.

"Vamos a seguir." Ordené sin verle a la cara, pasé por su lado, pero la chica tomó mi antebrazo con delicadeza haciendo que me vuelva.

"¿No podemos descansar?" Negué con la cabeza, era un rotundo no.

"Tenemos que-" Miré detrás de Camila con el corazón acelerado.

"Al fin las encuentro perras." Sentí que el aire se me atoró en la garganta. Pensé en algo para escapar deteniendome en la pierna de Camila.

La castaña giró viendo de lejos al castaño acercarse furioso, en su cuello había sangre seca, el golpe que le dió Camila en la cabeza fue más fuerte de lo que creí. La morena se paralizó y pude notar como cada músculo de su pequeño cuerpo se tensó.

"Corre Camz." Solté el racismo y le entregué mi cantimplora. "Vete ahora, no podré detenerlo por mucho tiempo." El moreno se acercaba furioso.

"¿Y tú?" Preguntó con miedo, me partió el alma su expresión. Era cierto que seguía enojada con ella, pero haría lo que sea por mantenerla a salvo. "No… te dejaré aquí." Su voz se rompió, sentía el tiempo pasar rápido y el castaño seguía acercándose más que enfadado. Me desesperé ahuecando el rostro de la morena quien a este punto derramaba lágrimas.

"Yo estaré bien, le costará mucho matarme, vete por favor." Miré una vez más como se acercaba. Sentía mi cuerpo tenso y lleno de adrenalina.

"Pero-" Quizo protestar lo cual no le permití.

"¡Vamos Camila, se está acercando!" Dejé salir la desesperación, intencionalmente gritándole. Asintió con la cabeza, el dolor y la tristeza se reflejaron en sus ojos.

Me estremecí cuando sus labios hicieron contacto con los míos. Nunca esperé que me besara tan dulcemente, le correspondí cerrando fuerte mis ojos. Quizás está sea el último que recibiría. Nos separamos, la castaña tragó pesado y se fue lo más rápido que las piernas le daban. Intenté esconder las expresiones que seguro se reflejaban en mi rostro.

"¡Detente Hija de puta!" Analicé al castaño, sus ojos estaban muy oscuro. Pasó por mi lado intentando ver hacia donde se fue Camila. Tiré las botas para poder defenderme con facilidad, sabía que estaba cabreado y no perdería el tiempo sujetando otra cosa que no sea un arma.

"No la vas a encontrar." Sonreí divertida, la verdad era que estaba más que asustada. Sabía que había una posibilidad de que esto pasara, lo presentía.