Epílogo

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—Camz, tengo que decirte algo importante. Acompáñame—habló Lauren con una voz cargada de nervios. Camila dejó a la pequeña Janneth en su cuna observando como dormía plácidamente con un peluche entre sus brazos. Sonrió mientras se alejaba de la cuna, entonces siguió a Lauren a la cocina. Cuando se adentró al instante quedó muda al ver el decorado romántico de la cocina.

No había notado que Lauren pasó varias horas lejos de ella por su hija, pero ahora veía en dónde pasó esas horas.

—¿Como lo hiciste?… Esto es tan hermoso Lern. No tengo palabras—sus ojos se llenaron de lágrimas, Lauren se acercó rápidamente y tomó sus mejillas con ojos preocupados.

—No llores, esperaba de todo menos que lloraras… no llores mi amor—besó los labios de Camila creyendo que lo había arruinado. Camila le correspondió mientras envolvía el cuello de Lauren con la intención de juntar más sus cuerpos. Al finalizar el beso las dos mujeres se miraron fijamente, sintiendo como su amor desbordaba en sus interiores. Camila nunca pensó terminar perdidamente enamorada de la mujer de ojos verdes. De su idiota pervertida.

Lauren causaba muchas emociones en ella, se sentía diferente con aquella mujer de ojos verdes. Quizás pudo enamorarse de otra persona, pero no había nadie mejor que Lauren. Su corazón la eligió a ella sin querer.

—Es de felicidad, no te preocupes—Lauren se hizo a un lado y le indicó a Camila que se sentara en la mesa. La joven se sentó y esperó a que Lauren también lo hiciera, pero eso nunca pasó. Lauren solo tomó una larga respiración y se puso de rodillas frente a Camila.

—No soy muy buena en esto y no es el mejor lugar como una playa o algo mejor, pero lo voy a intentar Camz—suspiró tomando las manos de una Camila que la miraba con una hermosa sonrisa—. Creerás que estoy loca, pero no cambiaría nada de lo que pasó en ese bosque. Volvería a pasar todo aquello porque sé que al final las tendré en mis brazos… Camz no soy capaz de imaginarme una vida en la que tú no estés presente con nuestra pequeña Janneth. Estos meses fueron los peores de toda mi vida, luego de la muerte de mi madre claro—divagó un poco—Hoy quiero darte un regalo Camz. Quiero regalarte mi corazón, mi sonrisa y mi paz interior. Quiero regalarte mis sueños y construir una vida juntas—tomó una bocanada de aire mientras pensaba en otra cosa que decir, pero al ver la sonrisa de Camila la de ojos verdes no pudo evitar una sonrisa boba—. Cada mañana al despertar lo primero que quiero es ver tu sonrisa y lo último que quiero hacer antes de cerrar los ojos es darte un beso. Y quiero hacer eso el resto de mi vida—se acercó y besó cortamente los labios de Camila, una pequeña distracción que le dió tiempo a sacar el anillo que una vez prometió darle cuando salieran de allí. Se separó de sus labios y le mostró el anillo dejando a Camila asombrada—. Te amo con toda mi alma y creo con todas mis fuerzas que lo haré por toda la vida, si aceptas ser mi esposa.

Camila sonrió con sus mejillas manchadas en lágrimas, sintiendo un gran sentimiento de alegría presionar su pecho. Sin esperar respuesta se lanzó a los brazos de su amada y lloró en su hombro. Lauren rodeó su delgada cintura sintiendo los nervios y la ansiedad crecer hasta desesperarla, pero mantuvo la calma. Camila tomó el rostro de Lauren y la besó para darle un indicio de su respuesta y no dejarla con incertidumbre.

Lauren suspiró en los labios de Camila con alivio, percibiendo esto como una buena señal. Esperó un momento más hasta que Camila decidió separarse y encontrar su chocolatosa mirada con la de Lauren

—Te amo mucho Lauren Jauregui y por supuesto que me encantaría pasar toda mi vida junto a ti—en el rostro de Lauren se dibujó una hermosa sonrisa ante tan maravillosa respuesta. Acarició con delicadeza la mejilla de Camila y observó detalladamente su delicado rostro. Sus ojos bajaron a sus carnosos labios deseando al instante probarlos otra vez, Camila sonrió al notar esto.

Hell Forest || (CamrenShipper) / [Edit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora