Capitulo 20

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"Mierda." Me desperté al sentir gotas frías caer. Debía ser Camila con su cabello mojado, abrí mis ojos dándome cuenta que no era así. Está comenzando a llover.

"Lern deja de jugar." La castaña adormilada se volteó abrazándose a mí. Levanté una ceja al recordar como me llamó, pero ignoré ese detalle negando con la cabeza.

Esto nos daría problemas ya hacía bastante frío como para que empezara a llover. Pensé en algo rápido, pero la realidad es que no tenía nada en mente. Cada vez caían más gotas logrando despertar a Camila, su ceño estaba fruncido hasta que miró a su alrededor.

"Mierda." Masculló sentándose.

Se talló los ojos, dándome algo de ternura. Me puse de pie abrazándome a mí misma, para colmo el agua está helada. La castaña me miró esperando que hiciera algo, rode los ojos internamente.

"¿Que hacemos ahora?" Me encogí de hombros. La lluvia caía con fuerza y las hojas no ayudaban mucho en detener el agua que caía sobre nosotras.

"Ponte mi chaqueta, no quiero que te enfermes." Busqué temblando mi chaqueta en la única mochila.

"¿Y tú?" Hizo puchero.

"No te preocupes por mi nena, te dije que yo puedo aguantarlo." Tomé la chaqueta y se la tendí. Aquí yo no importaba, quería que ella estuviera bien.

"Pero te vas a poner peor si te mojas más." Negó cruzándose de brazos.

"Camz, vamos te vas a enfermar." Negó haciéndome rodar los ojos. Peiné mi ahora cabello mojado hacia atrás con mi mano libre bastante frustrada.

Me senté detrás de ella posando la chaqueta en su espalda, luego la abracé para calentarme. De verdad tenía frío.

La chica se quedó quieta recostando su cabeza en mi hombro mientras suspiraba derrotada.

"¿Por qué antes me tratabas mal?" Cuestionó luego de solo estar escuchando el sonido de un muy mal clima.

"Primero tú me tratabas mal cuando yo solo quería ser amable contigo, luego pensé que era buena idea sacarte de tus casillas." Escondí mi cara en su cuello impregnandome de su dulce aroma. "Me siento bien contigo Camz." Alejé mi rostro de su cuello y besé su nuca.

"No te vas a sentir bien cuando te golpee por no tomar la chaqueta, tú estás peor que yo de salud y lo sabes." Bufó haciéndome sonreír.

"Te quiero mucho Camz." La acerqué más a mí. Me sentía bien al decirle que la quería.

"Ya, también te quiero mucho imbécil." La giré por la cintura con cuidado de no lastimar su pie.

"Con que soy una imbécil ¿eh?" La miré maliciosamente. Pose mis manos en su cintura.

"No Lau... jajaja... basta..." Comencé hacerle cosquillas. Su risa era tan contagiosa que lograba hacerme reír también. Sus carcajadas hacían competencia con el ruido infernal del lluvioso día.

"¿Quien es la imbécil ahora?" Negó sin dejar de reír. Su cara roja era algo adorable de ver.

"No... No jajaja..." Dejé de hacerle cosquillas, su rostro ya era de un tono carmesí. "Estúpida." Dijo jadeando sin quitar una hermosa sonrisa de su rostro.

El cielo se alumbró a causa de un rayo dejándome algo nerviosa. Comprimí mis labios en una línea fina para disimular mi incomodidad al escuchar el estruendoso sonido que generó.

"¿La niña mala le teme a los truenos?" Ladee mi cabeza fingiendo estar confundida hasta que el cielo fue alumbrado por otro relámpago. Cerré mis ojos y tomé a Camz abrazándole, en parte también era para recibir calor.

"Ya me rindo, le tengo miedo. Es por eso que entré a la tienda cuando estábamos con las chicas." Confesé algo apenada.

"¿La noche que me querías prestar el saco?" Asentí con la cabeza. Exactamente ese día me sentí muy estúpida cuando solo quise ser amable con ella y fue grosera conmigo.

"Ven aquí tontita." Tomé su barbilla besando sus labios dulcemente.

"¿Sabes Laur?…Si llegaba a saber antes que estar con una chica… se sentía así no hubiera perdido el tiempo con… los chicos." Sonreí al escucharle, aunque en parte era un pensamiento erróneo, pero no diría nada ya que me sentía importante por una vez, respecto a ella.

Me sentía muy buen así con ella, parecíamos una pareja aunque no lo fuéramos aún. Me entretuve besando su cuello desde la línea de su mandíbula hasta su clavícula sin pensar en algo sexual. Era un muy bonito ambiente a pesar del tremendo clima.

"¿Cuando salgamos de aquí dejaras a Shawn por mí Camila?" Se tensó en mis brazos; me arrepentí de preguntar cuando me di cuenta que dañé el bonito momento que teníamos, ya hasta de los ruidosos truenos me había olvidado.

"No quiero hablar de él Lern, es algo incómodo porque tengo algo contigo, pero recuerda que aún sigo con él." Me tragué los celos que comenzaban a invadirme. Rayos.

"¿Tengo que preocuparme de que no contestaras mi pregunta?" Mi barbilla comenzó a temblar, intenté evitarlo al igual que mis temblores en todo el cuerpo, pero fue inútil. El frío calaba cada centímetro de mi piel.

"No tienes que preocuparte, te elegí a ti." Lo que me dijo me hizo sentir bien, de verdad que lo hizo. Esperé que su cuerpo se relajara ya que aún seguía tenso, esto me hizo dudar en si fue completamente sincera conmigo. Sacudí un poco mi cabeza, por supuesto que fue sincera y no pienso dudarlo.

"¿Estas segura de lo que dices?" Pasó la lengua por sus labios antes de contestar.

"Por supuesto Lern." Peinó su cabello hacia atrás ya que lo tenía pegado a su frente.

"Es que no te dejaré ir tan fácil cariño." Sonreí maliciosamente miré sus apetecibles labios. Ya me sentía adicta a ellos.

La lluvia iba cesando a medida que pasaba los minutos. La castaña me pasó la chaqueta y no pude negarla, me la coloqué y la abracé. No quería que pasara frío tampoco, quería protegerla con mi vida. Ya sentía que era una parte importante de mí.

Pasamos la mañana tranquilamente, no volvimos a sacar el tema de Sharon, de verdad le incomoda mucho. Cuando la lluvia cesó puse a secar las ropas no importando las protestas de Camila. Hacía lo que podía para que la castaña no se pusiera de pie ya que podía lastimarse al caminar y no quería eso.

Hell Forest || (CamrenShipper) / [Edit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora