Hell Forest || (CamrenShipper) / [Edit]

Capitulo 22

Había pasado tres días y aún esperábamos en el lago, no sé si era yo pero notaba a Camila distante. Sentía que estaba mendigandole amor, me dolió mucho al darme cuenta de eso. Pero aún no entendía porque aceptó estar conmigo, no lograba entenderla y me negaba a pensar que lo hacía porque la proteja. Sentí otra punzada en el pecho.

Su cabeza descansaba en mi hombro, la miré con adoración, de verdad la quería. Solo por ella era que me mantenía fuerte, quería mantenerla a salvo. Mi unico objetivo era sacarla de allí, suspiré como toda tonta enamorada. Pero no me gustaba que jugará conmigo, con mis sentimientos. No quería que fingiera, quería que me quisiera de verdad… su comportamiento me hiere. Ya había amanecido y esperaba que despertara para tomar las últimas dos latas que quedaban.

Estaba preocupada también, no quería que la castaña pasara hambre pues la comida era escasa. Jugué con el cabello de Camila pensando en alguna solución, tenía miedo de avanzar y luego no saber cómo regresar por más agua, tampoco quería dejar marcas por la última situación.

"Camz… despierta." Acaricié su cabello, se removió abrazándome.

"Ya cállate, quiero dormir." Su rostro quedó en mi cuello. Bostecé y me estiré un poco causando que levantará su cabeza y me mirara, me senté en forma de indio y Sonreí.

"Hola Jauregui." Talló sus ojos causándome mucha ternura.

"Hola Cabello." Sonrió hermosamente. Miré su sonrisa por un momento.

"¿Que hacías ahí mirándome?" Me aclaré la garganta pensando en que excusa decirle.

"No es nada." Fallé al intentar persuadirla.

"No te hagas, te ví mirándome." Sonrió de lado mientras se levantaba y comenzaba a estirarse.

"No puedo dejar de hacerlo Camz." Sonreí levantándome y caminando a pasos ligeros hacia el lago, hacía mucha calor. De la mochila sacó su cepillo dental y mi pasta acercándose al lago y comenzando a cepillar sus dientes. Ya su pierna estaba mejor, podía apoyarla en el suelo sin sentir mucho dolor, pero aún no era suficiente.

"¿No te cepillaras?" Murmuró con dificultad al tener la boca llena de espuma.

"Cuando termine aquí Camz." Asintió continuando con su tarea anterior.

Solo me remojé un poco y me alejé tomando mi cepillo y acompañar a la castaña. Me percaté que pensaba en algo, su rostro lo reflejaba. No le dí mucha importancia.

"Nos vamos Camz." Luego de terminar decidí hablar dejándola sorprendida.

"¿Pero no aguardariamos aquí?" Negué con la cabeza. Por supuesto que lo iba hacer, más no creo que vaya a pasar un helicóptero y seguía preocupada con lo de Leandro. De tan solo pensar en lo que me hizo pasar la piel se me erizaba.

"Lo íbamos hacer, pero tengo miedo de que Leandro nos encuentre." Decidí confesarle, al mencionar el nombre del castaño se tenso en su lugar. "Esto es lo último que queda, come." Nos sentamos y comenzamos a comer bajo los sonidos de las hojas que se movían dándonos una rica brisa. Era un sonido que amaba, era relajante.

"Mis botas están jodidas, tendré que comprarme otras." Bufó mirando sus botas mientras comía. Tuve la tentación de reír, pero no lo hice al ver que lo decía enserio. "Mi cabello también está arruinado… tengo que ir a un salón para que me cambien el estilo, seguro y es algo grave." No aguanté más y comencé a reír a carcajadas.

"Camz… tu cabello está bien, solo tiene un poco de grasa." Me dió una mirada casi ofendida.

"¡¿Grasa?!" Asentí en respuesta.