El Heavy metal kid

Pablo cuchillas

-¿Hablas de verdad? Me estás diciendo que crees todas esas patrañas, las mentiras de ese cura loco, pensé que sabias como son nuestros trucos- decía Billy muy irritado.

- sé cómo son los trucos pero esto es diferente, ¡carajo! no me dijiste que tendrías problemas con el gobierno religioso de mi ciudad- respondía Pablo Cuchillas.

-lo siento amigo, pero no me separare de esta bolsa.- respondió Uraninan retadoramente.

-yo vi sus garras, Uraninan, se llevó a mi hijo, di todo de mi para evitar ese terrible fin, pero no pude, si no me crees, observa mis cicatrices- Pablo exclamaba con voz quebrada, descubría su tobillo del pantalón ¡no había! era una prótesis de madera, enseguida quito su camisa, le faltaba carne de su costado y tremendas lastimadas fastidiaban su torso y brazos.

-Pablo no tenía idea- dice Uraninan muy impresionado- ¿Cómo lucía ese ángel? Es decir ¿tenía alas?- agregó tratando de disimular su aire de burla.

-tu morbosidad no tiene límites, imbécil-añade Pablo con voz alzada.

-No me mal interpretes ¡somos hermanos! colegas- susurraba Billy acercándose a Pablo, le pone la mano sobre el hombro y le mira determinante –si conservamos este botín, esta noche podremos vengar la muerte de tu hijo, lucharé a tu lado.

-Amigos como tu escasean en el mundo- responde con alivio Pablo –descansa ese brazo que esta noche vamos de casería, nos convertiremos en héroes, conseguiré municiones y grandes armas- Pablo mencionaba esto mientras salía de la habitación y bajaba las escaleras.

-gracias a ti mi hermano, por darnos aposento en tu bar- alzaba la voz Billy con intensión de que Pablo le escuchase cuando este se alejaba.

Billy enseguida y con prisa comenzó a reunir y empacar sus pertenencias, la dormida Molly yacía en la cama.

-Molly mi amor lo siento tanto por esto, te esperare en San Patricio- le susurro en el oído a la dormida chica, le escribe una nota y esconde el papel en su mano, a la primera oportunidad Uraninan deja el Bar, montado en su negro e imponente corcel, con la costosa bolsa de la discordia.

El sendero escondido de las Montañas Kork garantizaban un escape tranquilo y placentero, un paraje lleno de hermosa vegetación y un naranja atardecer bañaba el páramo.

En medio del camino encuentra un trozo de bambú delgado, este le parecía muy familiar, como el que usaban él y Molly en sus atracos, justo en su intención de dar galope al caballo, se desploma contra el suelo, la visión se aleja poco a poco y la voz osca de Pablo le reclama - como tú lo has dicho, se tiene que ser el más astuto de la habitación.

-Pablo hijo de... - Uraninan se queda dormido.

-que hermoso paraje, ella es... ¿molly? – susurra Bill entre sueños- ¿Qué haces aquí? ¿Qué quieres que?- adornando el paseo onírico con una risa juguetona- eres una insaciable por eso me encantas ¿Qué? ¿Aquí en el pasto? Bueno no lo hemos intentado.

-¡Qué chingon eres!- grita el indio muerto interrumpiendo el sueño erótico.

- ¡con un carajo!- grita Billy extremadamente enojado- ya mate a Chente Badillo, cumplí mi parte del trato, vete ¡adiós!

-tranquilo, ya sé que cumpliste con tu parte, en un momento me voy.

-¿Qué esperas? Estoy a punto de hacerle el amor salvajemente a Molly y tú no dejas que me concentre- responde Billy desesperado, observa a su alrededor y nota que todo el panorama onírico estaba en pausa, el viento el pasto, las mariposas y Molly desabrochándose el camisón y con los labios en espera de un beso.