El demonio con forma de ángel

S E I S

Tercer día de la semana

Algo dentro de mí se sentía extraño, tenía un cierto malestar que me daba picazón, opresión...como si algo estuviese mal.
Joe no había venido como los anteriores días, ¿aún no amanece?¿el granjero salió temprano a la ciudad?

-No ha querido venir a verte, Benjamín- la voz de Gwilym me asustó.

-¿Acaso lees mis pensamientos?

-No, tú lenguaje corporal dice mucho.

-¿Cómo sabes que no ha querido venir a verme?

-Está ignorando este establo como si no existiera...¿Qué hiciste?

-Lo besé- alcé mis hombros restándole importancia.

-No pierdes el tiempo eh...

-Tú tampoco...

-¿Gwilym?- Rami estaba llegando, sus ojos expresaban confusión.

-Rami

-¿Qué haces aquí?

-Vine a ver cómo iba Ben, recuerda que también tengo órdenes directas de supervisar tu trabajo, bombón- le guiño el ojo. Que incómodo.

-Siempre hago bien todos los trabajos- alzó sus cejas mientras hablaba con picardía.

-Tendrás que demostrármelo- se acercaron para darse un beso desesperado.

Dios ¿Qué hice para merecer esto?

-No coman pan frente de los pobres- reí entre dientes.

-¿Quieres unirte Ben?- Rami habló seguro.

-¿Ha pasado algo de lo que no me he enterado?- el más alto abrazo por detrás al pelinegro.

-No...- toda mi cara se sentía caliente y probablemente estaba roja.

-¿Rami?

-Pregúntale a Ben.

-Vamos Benji, ¿qué sucede?

-No sucede nada.

-Benjamín me la comió entera- soltó Rami sin tomarle importancia.

-¡Diablos! Me ganaste esta vez Malek- el alto dio un mordisco en el cuello del pelinegro.

-¡Oigan! ¡No soy su juguete sexual!

-Y nunca dijimos que lo eres- Gwil respondió y yo solo podía verlos con la cara roja de la vergüenza.

-En vez de hablar sobre sus fantasías sexuales conmigo deberían ayudarme a resolver mi problema.

-Tú fuiste muy aventado, Ben.

-¿aventado? ¡AYER TÚ ME DEJASTE MAMARTELA!

-Sí, pero Joe es un ángel y de los lamebotas.

-¡Mierda! ¿Y ahora?- pasé con desesperación mis manos en mi rostro.

-Tendrás que esperar a que el ángel decida que hará contigo.

-Lo más seguro es que te querrá llevar con los arcángeles- Rami me veía.

-Deberás convencerlo de que no, además, ya debió de haber cometido su primer pecado, Benjamín.

-Ya debiste insertar la lujuria, sino no avanzarás.

-Me dijeron que estaba yendo muy rápido.

-Ben, fue un chiste- ambos rieron.

-Entonces, ¿QUÉ MIERDA DEBO HACER?