Sting y Lucy afrotan la vida de casados no tan bien. El ver la realidad con el pasar del tiempo logrará mostrarles pruebas que tal vez se les haría difícil superar
La felicidad salía a flote pero ¿Por qué no me lo había dicho? ¿Era posible que Lucy no confiara en mí? Por qué ocultar a mi bebé
-Donde está
-Es mejor que la busques. Ella-
-Sé donde puede estar -Salí del departamento en busca de la rubia. No podría estar tranquilo, la incomodidad en mi corazón se me era insatisfactorio. Esa mujer, aunque la tratara de alejar, siempre estaría enlazada a mi, sin importar que. De algún modo ella iba a estar ahí
-¡Maldición! -El camino hacia el hospital fue tan corto que de inmediato me puse a correr por los pasillos. No esperaría una respuesta de las enfermeras, la buscaría por mi mismo.
Habitación tras habitación la buscaba pero ningún rastro de ella. Un ultimo intento en la ¿3era? o 4ta planta, no lo recordaba
-¡Tu! -El pelirosa se encontraba junto a ella. Por un momento parecí haberme emocionado por demás
-Sting -Lucy estaba postrada en la pequeña camilla, y el desayuno se le era brindado por él
-¿Vine en un mal momento? -Ella se dio cuenta del como estaban ambos y lo apartó
-Creo que tienen que hablar de algo importante. Saldré pero si necesitas algo, estaré por aquí -La mujer asintió y el infiltrado salió
Un silencio incómodo se pronunció en la habitación. No sabía que decir exactamente, mis sentidos estaban en un estado fatal
-¿Cómo te encuentras?
-Me dijeron que necesito reposo, mi em.
-Solo fue un desmayo repentino -Bajó la mirada, sabía perfectamente lo que iba decir pero ¿Por qué no lo hizo?
-¿Por qué me fuiste a buscar? -Otro silencio se volvió a tornar haciendo el ambiente más pesado
-Quería aclarar la situación. Sabía que tal vez no lograría nada explicándote lo que paso conmigo en estos meses per-
-Me refiero a que por qué tuviste que darme una explicación como esa -Sus ojos se abrieron aún más
-Sabes que nuestro matrimonio ya está arruinado pero intentaste remediar el error -Si, estaba enojado. Sabía que Lucy era una persona indecisa sin mencionar las confusiones que se causaban así sola
-Dime Lucy ¿Alguna vez llegaste a amarme así como amaste a Natsu?
-Natsu forma parte de mi pasado
-Responde -Levantó la mirada, dirigiéndolas a las mías
-Te amé mucho más que a él. Natsu fue amable conmigo pero no me mostró nada de lo que era amar ¿Es eso suficiente?
-Si es así ¿Por qué no me dijiste que estabas embarazada? -Su impresión era muy evidente. Tal vez ni siquiera lo pensaba mencionar
-¿Cómo lo sabes?
-Eso no es lo importante. Dime por qué, Lucy -Me acerqué a paso decidido pero ella de inmediato se limitó a esconder la cabeza entre las almohadas
-Descansa -Lo sospechaba. Fue un error venir a ella para que me diera una explicación
-¡Espera! Yo, yo no podía decirte de ella porque tuve miedo -Una bella niña, sería mujer
-Miedo a tu rechazo, que pensaras que esta niña no era tuya. No te culparía por eso, después de todo. Me ausenté estos 5 meses que cualquiera podría suponer lo mismo
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