Simples Memorias... (Algo Perdido-Parte II)

Problemas (1/2)

Todos estaban realmente felices por como acabó. La celebración se reanudaría en una casa que los padrinos habían contratado. Los regalos no eran la excepción pero de eso se encargaría otra persona

-¡Lucy! -Giré la mirada por quien llamaba y vi a varios de mis viejos amigos acercarse. Estaba nerviosa

-¿Como estás?/¿Donde estuviste todo este tiempo?/¿Cuando volviste?/¿Te volverás a ir?/¿Te quedarás? -Esas eran unas de sus tantas preguntas

-Responderé a cada una de sus preguntas poco a poco, pero por hoy. Disfrutemos esto -Sonreí junto a ellos luego de un gran abrazo grupal

-Te extrañamos -También los había extrañado

-¿Interrumpo algo? -Esta ves si era él

-No -Me alejé de ellos y fui con él. Sting estaba extraño pero esta vez estaba algo animado

-Pensé que me volverías a dejar otro día más -Negué con la cabeza

-Desde hoy estaré a tu lado todo el tiempo -Lo abracé. Necesitaba un poco de él

-¡Lucy! -Oh no

-No de nuevo -Un pelinegro casi arrastrándose iba acompañado de una Yukino enojada

-Por... qué nos abandonaste -Fue contra mí casi llorando

-Lo siento. Lo habíamos olvidado -Viendo a Sting

-Pero no se  repetirá. -La peliblanca tomó un respiro y se calmó

Era una escena tan agradable. Los recién casados iban a la delantera y cada invitado iba en un auto privado

-Ya quiero conocer a tu mejor amiga -Deseaba lo mismo

Sting no había entablado una conversación con nadie de mis amigos. Esta fiesta sería una gran oportunidad para hacerlo al igual que Yukino y Rogue

-Lucy, donde están los niños -Lo había olvidado

-Spetto-san se los llevaría a casa junto a Zarah

-Es verdad. Mavis y Zeref también están aquí -No los había visto durante la ceremonia

-Tal vez quisieron estar a solas un momento-Sting me susurró. ¿Me había oído?

-Sting

-Que pasa

-¿Ya conociste a alguno de los amigos de Lucy? -Aun no le preguntaba si quería siquiera entablar una conversación con ellos

-Si. Conocí a Erza -Lo observé de inmediato. Estaba sorprendida, aún no la había visto pero Sting ya la había conocido

-Y como es ella

-Una mujer muy hermosa y agradable. Preguntaba por Lucy, pero le dije que seria mejor preguntárselo en persona -Lo dijo sin tomar mucha importancia

-Llegamos -El conductor nos indicaba por donde ir para llegar al salón principal

-¡Vamos! -Fuimos de inmediato y encontramos un gran lugar infestada de personas conocidas y desconocidas

-¡Lucy-san! -Wendy venia corriendo con cuidado para no estropear el pequeño vestido que llevaba puesto, se veía tan linda

-¡Wendy!

-Sting-san y... -Quedó viendo a mis amigos

-Rogue y Yukino. Un placer pequeña -Rogue se presentó

-¡Mucho gusto! -Me alejé un poco de ellos mientras trataban de extender su circulo social

-¿Vamos por una copa? -Asentí. No llevaba hablando mucho conmigo

-Dos vinos -El camarero de inmediato preparó las bebidas

-No te lo dije antes pero te ves mucho más radiante de lo usual -Bebió de un sorbo. No siempre recibía esos alagos de parte suya

-También estas muy guapo -Sonreí respondiendo

-Lucy -Lo vi mientras mencionaba mi nombre con firmeza viéndolo

-No solo me encontré con Erza. -Lo vi extrañada

-También vi a Natsu -Por un momento vi una escena donde ambos se declaraban la guerra. Mi corazón empezaba a inquietarse

-Sting y-.

-¡Lu-chan! -Levy me había jalado alejándome de Sting. Tenia que contárselo, mi encuentro con ese hombre podrían ocasionar problemas en mi matrimonio

-Bailemos un poco -Asentí y la abracé mientras nos movíamos de a poco

-Lu-chan... esta noche me voy a mi luna de miel y... tengo miedo -Era normal, sentirse de esa manera

-Todo saldrá bien Levy-chan. Gajeel es un buen hombre -Ella asintió. Íbamos bailando un buen rato hasta que mencionaron el baile entre la pareja de recién casados. Se veían tan radiantes

Salí a la alcoba para refrescarme un poco. La luna sobresalía en el cálido cielo estrellado

Suspiré un poco mientras pensaba. Unos pasos me tomaron desapercibida y junto a mí presencié una sombra

-¿Bailamos? -Escuché nuevamente su retumbante voz. Volteé poco a poco y vi al de cabello rosa frente a mí. No sabía que responder o tal vez seria buena idea salir huyendo pero no. No en esta ocasión

-Si -Tomó de mi cintura y entrelazamos nuestras manos. Tenía miedo de las miradas de los demás, aún sentía su cuerpo cálido y tan cerca. Estaba confundida y en esta ocasión no era una excepción. Sentía su respiración nerviosa y su palpitante corazón junto al mío

-Lucy -Respondí sacudiendo un poco la cabeza

-Vuelve a mi lado -Me alejé de golpe

-Deja de decir cosas sin sentido -Pensé que él ya lo había superado pero no. Estaba equivocada con el simple pensamiento de algún día volver a ser amigos, nada más que eso

-No son cosas sin sentido. Es lo que siento por ti, a pesar de haber pasado tantos años es imposible olvidarte y mucho menos reprimir estos viejos sentimientos que al verte resurgen -Estaba mal

-Mi esposo está esperando -No pude alejarme más. Sus grandes manos me llevaron al lado oscuro del pequeño lugar acorralándome sin dejar alguna salida.

-¿No es suficiente verme sufrir? Sting no te merece. Te casaste con él solo para olvidarme -¿Como sabía que era él?

-Nunca me engañó. Eso lo diferencia de ti y no lo compares que él tiene mucho más que ofrecerme -Y lo demostraba con hechos

-¡Es mentira! -Sus ojos mostraban ira, esa expresión me mostraba lo angustiado que estaba

-No lo es. Déjame ir -Mantenía la calma tratando de no hacer algún escándalo

-No te dejaré ir. No esta noche -Tenia miedo. Su rostro se acercaba más a la mía, sus manos iban tomando posesión de las mías apretando con fuerza para no poder defenderme. Esto era incorregible. No quería hacerle esto a Sting, no a él

-Por favor detente -Unas lagrimas salieron acompañadas de mi casi llanto

-Lo siento Lucy. Pero no dejaré que te vuelvas a ir, no sin antes al menos volver a probar esos dulces labios tuyos que siempre me pertenecerán -Sentía su aliento a menta y un poco de licor. Estaba ebrio, su comportamiento no estaba siendo controlado por él correctamente. Actuaba inconscientemente

Cerré con fuerza los ojos esperando a que jugara de nuevo conmigo mas nunca llegó aquel rose de labios

-Esto es detestable -Sting