Cruel pasado

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Me retumbé en la cama pensando y procesando lo que acababa de ocurrir. No sabia como actuar ante lo que había visto, llorar o gritar pero volver a pensar en el pasado era una tontería, enfocarme en mi presente al lado de mi amado y mis hijos era todo lo que quería... verdad?

Día siguiente...

-¿Se irá señorita? -Su rostro cambiaba repentinamente

-Si Grandine, creo poder solucionar el problema a través de mi socio -La tristeza en sus caras no me era muy agradable

-Solo han pasado 5 días desde que usted llegó

-Es cierto pero también tengo responsabilidades como madre y líder de una gran empresa que espera por mí

-Lucy-san... usted podría quedarse hasta después de la boda de su mejor amiga, ell-. -La interrumpí antes que continúe

-Nadie debe saber que yo volví -Aunque una persona en especial ya lo sabia

-Per-

-Aún me quedaré 2 días mas para aclarar y arreglar mis cosas -Volví a subir a la gran habitación.

-Levy

"Ya lo decidí. Serás la madrina de mi boda, estarás con Natsu llevando los anillos al altar por mí y si no estás. No me casaré hasta que llegues Lu-chan"

-Lo siento Levy-chan -Susurré mientras mas recuerdos venían a mí. En ese entonces deseaba ser yo quien llevara los anillos por ella pero ahora tenia miedo de volverla a ver. Cerré los ojos con ganas de dormir pero no podía.

No podía quedarme todo el día encerrada, necesitaba ver un poco mas a Magnolia antes de irme y tal vez nunca más volver.

-¿Lucy-sama? -Spetto-san estaba aún en casa

-Saldré un momento. -Salí deprisa sin dar mas explicación

Aún era de mañana y estar todo el día fuera tal vez me haría pensar si debía de irme pronto o valdría la pena quedarse unos días mas

-Mira, mira -Unos niños que tal vez no pasaban la edad de Hikari corrían por el pequeño puente viendo los peces

-Nova no corras muy rápido -El más pequeño tropezó y fui de inmediato

-¿Estas bien? -Sus ojos llorosos indicaban que estaba a punto de estallar en llanto

-S-si -Se levantó y pude notar sus ojos verdes y esa cabellera albina que se parecía a la niña, reconocí al pequeño

-Eres muy lento. Gracias por ayudarlo señorita -Hizo una reverencia y se fueron

-Era el hijo de...

-¡Tio Natsu! -Me quedé quieta sin poder hacer que mis pies se movieran

-Les dije que no se alejaran

-Lo siento pero... Nash tropezó -Nash...

-¿Te hiciste daño?

-N-no, esa señorita me ayudó -Mi corazón no dejaba de palpitar hasta querer estallar pero debí de actuar firme y logré hacer que mis piernas funcionen

-¡Espere! -Me detuve involuntariamente. Porque tuve que salir hoy... porque me encontré justo con esta persona

-¿Usted ayudó a mi hijo? -Asentí lento

-Gracias por eso. Le debo una, mi pequeño es algo descuidado -Su risa me causaba temblores en todo el cuerpo

-El... niño esta bien, no tiene porque agradecer. Con permiso -Caminé muy deprisa pero una mano me detuvo

Simples Memorias... (Algo Perdido-Parte II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora