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[3 de agosto, 2016]

Estar en el pasillo de un hospital observando a la gente pasar sin saber qué hacer era algo tonto, pues si la gente acudía al hospital era por un motivo concreto: sentirse mal. El que no hubiera nada para hacer era más que imposible, pero realmente sentía que no había nada qué hacer.

Las vacunas y medicamentos estaban puestos, ya había asistido a algunos pacientes en recepción y ahora solo le tocaba quedarse mirando hasta que algo interesante ocurriera y él pudiese entrar en acción.

Su postura levemente encorvada y apoyada sobre la pared indicaba lo cómodo y tranquilo que se encontraba, observando un panorama caótico del que aún no podía ser partícipe.

—Yoo, ha llegado gente a recepción, quizás deberías dar una vuelta por allí y ver qué tal. Si uno de los médicos te ve así de cómodo, puede que te diga algunas cosas poco agradables. Ya lo he pasado.—aconsejó su compañera Rosalie mientras acomodaba algunas de las tantas cosas que tenía en brazos, ya que en cualquier momento se caerían y solo encenderían aún más el caos

Él asintió.

—Tienes razón, gracias Rosalie.—agradeció con una sonrisa—Tómalo con calma, tu turno acaba en pocas horas.

La castaña asintió y se retiró. Era probable que no lo haya escuchado, no por ser mala persona, sino que debía concentrarse en otras cosas y eso para él estaba más que perfecto.

Llevaba quizás tres años trabajando junto a Rosalie, ella llegó un año después de que él ingresó a trabajar al hospital.

Caminó a paso tranquilo hasta recepción y comenzó a observar en completo silencio a cada futuro paciente para poder atender a los que estaban más graves y luego el resto.

Su vista frenó en un joven. Estaba sucio, ensangrentado y tenía muchos moretones en su rostro. Tal vez él era el más grave.

—Buenas.—saludó al llegar frente a él, su mirada no expresaba absolutamente nada. Notó que traía su ficha de datos en las manos, por lo que se la arrebató de forma tranquila—Ven conmigo, necesitas sutura en esas heridas.—pidió y comenzó a caminar hacia alguna sala disponible mientras miraba la ficha que tenía en sus manos.

Sentía los pasos torpes y temblorosos de aquel muchacho detrás de él. No hizo más que negar con la cabeza, ¿Por qué la gente se metía en problemas?

Sabía bien que aquellas heridas le dolerían un par de semanas, y lo peor del caso era que debía preguntarle sobre lo ocurrido para ofrecerle ayuda policial en caso de ser necesario. Definitivamente aquella no era su parte favorita.

—Siéntate en la camilla.—ordenó mientras intentaba concentrarse en leer la ficha

Datos del paciente: Lee Minhyuk, 26 años.

Seguro: no presenta.

Historia clínica: ninguna.

Número de teléfono: no presenta.

—Bien, Lee Minhyuk. Yo no debo leer fichas, eso lo debe de hacer el médico, pero me atrevo a decir que esta ficha es la más incompleta que he leído.—dijo negando mientras dejaba la ficha y se colocaba los guantes—Mi nombre es Yoo Kihyun, te atenderé el día de hoy.

—L-lo siento, no hay mucho que pueda poner. Este no es mi hospital habitual y no traje los papeles conmigo.—contestó con un hilo de voz mientras el menor se acercaba con aguja e hilo para suturar, algunas cremas, gasas y limpiadores hacia la camilla

—¿Por qué vino si no es su hospital habitual?—preguntó quizás curioso, pero no lo suficiente, mientras comenzaba a anestesiar las heridas con un gel para poder proceder a suturar

—Este es el único que está de guardia, no iba a ingresar a internación solo por heridas superficiales.—respondió en un suspiro—Si no quiere atenderme, déjeme retirarme.

—Ya estoy a la mitad del proceso, si lo hubieras dicho desde un principio, no lo habría dudado.—bromeó—Sentirás unos pinchazos.

Ambos quedaron en silencio mientras Kihyun comenzaba a curarlo.

Lo único en lo que el menor podía pensar era en lo suave que era la piel del muchacho frente a él. Era hasta más suave que la suya, y él se la cuidaba demasiado bien para que aquello fuera posible.

Minhyuk no paraba de mirarlo, quizás por la cercanía, o por sus respiraciones chocándose y mezclándose, o porque no podía mirar a ningún otro sitio, pero lo estaba observando intensamente. El menor intentaba no subir la mirada para toparse con aquellos ojos negros, no quería incomodarse.

Cortó el último hilo de la sutura y se alejó para tirar los guantes. Expulsó el aire retenido en sus pulmones por los nervios y anotó sus procedimientos en el historial clínico de Lee Minhyuk.

—Hemos terminardo, puedes irte a casa.—mencionó observándolo—Antes de que te vayas corriendo, necesito saber si tus heridas fueron causadas intencionalmente por otra persona y si deseas llamar a la policía y buscar contención.

—No, nadie me ha hecho daño.—respondió, pero su mirada parecía pedir ayuda a gritos

—¿Entonces cómo ha sucedido?—preguntó nuevamente el menor

—Me he caído de las escaleras.—respondió no muy convencido

Pero Yoo Kihyun no era tan ingenuo.

—Los puntos podrás retirarlos de aquí a una semana o semana y media.—mencionó el enfermero-Si te duele mucho toma una aspirina.

El mayor asintió.

—Muchas gracias enfermero Yoo Kihyun.—susurró antes de retirarse

Lo dejó pasar porque los golpes no eran problema suyo, pero incluso estando en el almuerzo no podía parar de pensar en qué le había pasado a ese muchacho.

Se veía tan tonto, débil y asustado que era obvio que no había caído por las escaleras. Algo más había pasado, pero simple y llanamente, no era asunto suyo.


N/T: Debo aclarar que esta historia con concordará por completo con los datos de la fic Love me, mon amour, pues los datos que da la fic son los datos que Minhyuk relata y recordemos que él está bajo el efecto de drogas y otros sucesos que pueden cambiar mucho tanto los diálogos como lo que realmente pasó. Es decir, lo que aquí se diga, es lo que realmente sucedió y lo que en la fic principal sucedió, son las cosas que el cerebro de Minhyuk percibió y, por su puesto, recordó.

También quiero tirarles el dato de que tal vez al terminar de leer esto, puedan quizás tener una teoría del por qué en el final de Love me, mon amour Minhyuk despierta del coma inducido gritando su nombre y no el de Kihyun. No fue una confusión, fue hecho apropósito. 

No voy a negar que a esto lo empecé a escribir ayer y ya lo terminé, realmente quería hacer esto porque hay cosas que merecen tener su estrellado también. Espero que esta historia reciba el mismo apoyo que la otra y que, por supuesto, sea de su agrado y puedan dejar de odiar un poquito a Kihyun.

Hola SweetBeatle, volví siendo tu fan.



Aspirin; Kihyuk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora