[2 de septiembre, 2018]
Pasar tiempo con su familia era increíble, pero era aún más increíble ver lo rápido que su pequeño Changkyunnie avanzaba con respecto a la vida.
Ya había cumplido diecisiete, los cuales festejó junto a sus amados padres. Era un momento digno de guardar por siempre, por lo que los atesoró en miles de fotos que ahora se encontraban en una caja dentro de su nueva casa, la cual estaba esperando por ser habitada.
La semana próxima se mudarían por fin. Él dejaría los papeles de divorcio sobre la puerta y solo vería a Ho Seok en tribunales, nada más que eso. No se llevaría nada, no quería nada, solo necesitaba a su familia junto a él por el resto de su vida.
Los papeleos se habían retrasado pero por fin era segura su llegada.
Ya podía imaginarse sentado en el sofá abrazando a el amor de su vida mientras miraban universidades con su pequeño Changkyun. Todo simplemente parecía tan irreal que llegaba a doler saber que no era así.
Era hermoso tener a gente que te amara sin esperar nada a cambio.
Estaba acostado en aquella enorme cama que muy pronto dejaría de ser suya y aquello lo tenía más que feliz. Estaba aburrido, extrañando a su familia, pero no podía contactarlos cuando Ho Seok estaba cerca de él.
Hoy el imbécil no trabajaría.
Sintió su celular sonar una sola vez en algún lugar de la casa, pero realmente no se preocupó pues sabía que Kihyun no le hablaba a estas horas y varias personas le hablaban bastante seguido preguntando sobre Ho Seok.
Cerró sus ojos dispuesto a tomar una corta siesta para sobrellevar el sentimiento de extrañeza que sentía. Solo debía pensar que ya no lo sentiría nunca más.
Abrió los ojos tan grandes como pudo mientras pegaba un gran salto en la cama gracias a la entrada brusca de Ho Seok a la habitación. Estaba hecho una furia y no entendía el por qué, solo atinó a ver su celular en la mano del mayor.
—Mi jornada está por acabar cariño, todo está aburrido en este hospital de cuarta. Espero que estés teniendo un hermoso día, tan hermoso como tus ojos. Te extrañamos mucho en casa, no puedo esperar para verte el fin de semana. A nuestro Changkyunnie le está haciendo mucha falta la presencia de su padre. Te amo Lee Minhyuk.—recitó el mayor casi escupiendo de la rabia que sentía—No sabía que la señora Jung sentía todas esas cosas por ti, Minhyuk.—comentó con sarcasmo.
Se había quedado sin aire en sus pulmones, no sabía cómo reaccionar, solo podía sentir el fuerte bombeo de su corazón. Debía estar rojísimo.
—¿Te cuento algo, imbécil descuidado? La primera vez y única vez que te vi besando a aquel estúpido enfermero creí que sería cosa de solo una vez y es solo por eso que no te molí a golpes ni bien llegaste a casa, pero veo que me equivoqué.—gritó con tanta fuerza que sus cuerdas vocales amenazaban con dañarse para siempre—Debí haber vuelto del trabajo más seguido para cerciorarme de que estuvieras aquí porque, lamentablemente, tu lugar es aquí conmigo. No tienes más opción. ¿Lo prefieres a él?—preguntó pero no lo dejó contestar—No, claro que no. Conmigo lo tienes todo, simplemente no lo necesitas.
Las grandes manos de Ho Seok fueron a parar al cuello de su pronto ex esposo, apretándolo con tanta fuerza que sabía que dejaría aquellos dedos marcados por mucho tiempo, aunque deseaba que no fuese así.
—Él me dio amor y una familia, algo que tú nunca estuviste dispuesto a darme.—dijo con sus últimos alientos antes de que una sacudida lo dejara aturdido en el piso. No podía moverse, estaba imposibilitado por algo. Ese algo era alguien y era Ho Seok aplastando su delgado cuerpo con el suyo que era mucho más grande contra la alfombra. Con una mano apretaba su cara contra esta, estaba a punto del desmayo.
Ho Seok lo liberó de su peso y se alejó un momento, se alejó donde no podía verlo.
Gimió de dolor. Su cuerpo y cara ardían incontrolablemente.
Ni siquiera tener la fuerza suficiente para correr su cara y respirar, no podía moverse aunque el peso de Ho Seok ya no estuviera arriba de él.
Solo podía sentir cómo su cabeza palpitaba dolorosamente. ¿Esto se sentía morir?
Luego de unos agonizantes minutos, logró correr la cara y comenzó a respirar desesperadamente. Pero ya era demasiado tarde. Siempre era demasiado tarde cuando se trataba de él.
Los ruidos habían disminuido, ya no escuchaba nada más que su respiración, pero podía percibir la presencia de Ho Seok tan cerca suyo que lo aterraba por completo. Sus ojos se cerraban cada vez más y estaba al borde del desmayo, no quería sentir más nada.
Y de pronto, en minutos que parecían horas eternas, el mayor apareció frente a él por fin, observándolo desde arriba con indiferencia.
No tenía fuerzas para gritar, como tampoco las tenía para moverse. Simplemente lo observó con una mirada de sufrimiento extremo intentando general algo en Ho Seok que jamás conseguiría: pena, arrepentimiento.
Sus ojos denotaban una frialdad que conocía tan bien. Era el Ho Seok que conocía, otra de sus tantas personalidades que lamentablemente conocía a la perfección y deseaba desconocer, pues no era precisamente agradable. Expulsaba odio, furia, desagrado.
—P-por f-favor...Ho Seok. —habló en un susurro doloroso
Un pitido se hizo presente en su oído por algunos segundos para luego desvanecerse.
—Mereces estar así. —habló el pelinegro—He hecho tanto por ti y nunca me pagaste como es debido. Mereces sufrir, mereces las peores mierdas que existan en el mundo.—sus puños ya se habían apretado en busca de tranquilizarlo, pero aquello era imposible, quería destrozarlo nuevamente, quería verlo agonizar por intentar irse con otro.
Su corazón palpitaba con fuerza a pesar de estar casi al borde de desmayarse, o peor aún: de morir.
No quería morir, no le había dicho a Kihyun cuánto lo amaba, le faltaba tiempo. Quería decírselo por muchísimo tiempo más. Quería disfrutar de su matrimonio, de Changkyunnie, de su familia, de la vida que siempre debió tener.
—Tienes que aprender a ser un niño bueno, Minhyuk. —no podía verlo pero sabía perfectamente que una sonrisa estaría plasmada en su tétrico rostro—No te librarás de mí.
Sintió cómo Ho Seok lo levantaba y lo tiraba a lo que parecía ser un vacío hasta que su cabeza tocó la superficie más dura de su vida y, con un agonizante dolor, se desmayó. O tal vez murió.
Y tan simplemente todo se apagó, tanto su vista como sus pensamientos y corazón.
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Aspirin; Kihyuk.
Fanfiction"-Este medicamento calmará tu dolor solo por unas horas, tú decides si eliminarás el dolor de raíz o seguirás con una eterna adicción a las aspirinas." ¿2da temporada? de Love me, mon amour.