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[7 de febrero, 2017]

—Despierta dormilón, debo ir al trabajo.—habló suave mientras dejaba besos en las suaves mejillas de su novio.

Era realmente temprano para el trabajo, pero él tenía una sorpresa y no podía esperar. Hoy le pediría matrimonio a Minhyuk, después de pensarlo bastantes veces. 

Siempre pensó que atarse era sinónimo de infelicidad, pero sabía que en este caso sería distinto. Lee Minhyuk nunca lo haría sentirse infeliz. 

Mientras que aquellos bellos y oscuros ojos lo observaran con amor sincero, su felicidad ya estaba garantizada. 

Mientras el pelinegro se removía en la cama, tomó la cajita entre sus manos y la dejó extendida hasta que el mayor abrió sus ojos algo confundido al observar aquel hermoso anillo esperando por él. 

Su estómago era un verdadero zoológico aunque ya supiera que la respuesta a su propuesta era un claro y seguro sí. 

—Dime Lee, ¿Sigues amándome lo suficiente como para llevar este anillo en tu dedo? Porque yo te amo lo suficiente y mucho más para ofrecértelo.—canturreó con una sonrisa en su somnolienta cara

El mayor sonrió inmediatamente mientras toda su cara se tornaba roja de felicidad. Podía fácilmente catalogar este momento como el segundo mejor de su vida. En primer lugar estaban Yoo y su sonrisa, su preciosa sonrisa. 

—Te amo lo suficiente para saber que te amaré hasta el final de mis días.—dijo sentándose en la cama mientras se colocaba el anillo en el dedo—Te amo muchísimo Yoo Kihyun, claro que quiero tener este anillo en mi dedo.

Ambos se besaron como si su vida dependiera de ello. Estaban tan felices, tan enamorados. Era increíble. 

—Debemos planear las cosas.—mencionó Minhyuk sin poder separarse de aquellos labios que lo traían tan loco

—Tenemos tiempo para pensarlo y elegir con cuidado cuál será nuestro hogar y el de nuestros hijos, y nuestros perros, y nuestros gatos, y nuestras tortugas, y...—no pudo continuar, pues los labios del mayor volvieron a atrapar los suyos nuevamente.

Se mimaron el uno al otro hasta que la hora de trabajo de Kihyun llegó.

Desayunaron unos ricos panqueques acompañado de frutas y un té. Minhyuk realmente extrañaría esos desayunos, pero solo hasta volverlo a ver. Aunque debía admitir que el único desayuno que le encantaba eran los besos de su castaño.

Se despidieron en la entrada del trabajo de su ahora prometido con un largo beso porque sabían que no podrían verse hasta el fin de semana, y para eso faltaban tres días. 

—Te amo, ten mucho cuidado.—pidió con su característica sonrisa mientras acariciaba las mejillas sonrosadas de su amado

—Ten un lindo día, prometido mío.—dijo antes de depositar un pequeño beso en la nariz del menor y retirarse caminando tranquilamente de la calle del hospital, sintiendo una mirada tan intensa detrás de él que se ponía nervioso. 

Deseaba con su alma que aquella mirada fuese la de Kihyun, pero algo dentro de él le decía que no era así.

Aspirin; Kihyuk.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora