Aspirin; Kihyuk.

O4

[14 de agosto, 2016]

Llevaba alrededor de media hora tratando de que Minhyuk dijera algo pero solo lograba que se sonrojara. 

Aquel tono carmesí que teñía sus mejillas apenas podía notarse por la cantidad de golpes en el rostro. Realmente deseaba acariciarlo y prometerle que todo estaría bien, pero no era más que un paciente. Un tonto paciente que le hizo tener más sentimientos en tres minutos que una relación de dos años y medio. 

Vaya que Minhyuk era lindo. 

La forma en la que movía los labios, sus ojos nerviosos, su cabello tan notoriamente suave. Estaba seguro que sin aquellos golpes sería un auténtico Dios. 

—Deberé llamar a las autoridades si no me cuentas que pasó.—dijo acariciando la mano ajena que reposaba en la mesa 

Su toque era suave, quizás más cariñoso que cualquier toque jamás dado por él. Ambos lo disfrutaban. 

—Solo necesito las aspirinas Kihyun.—dijo por enésima vez en la media hora que llevaban charlando.

Minhyuk sabía toda la vida del enfermero, y Kihyun solo sabía que le gustaba el té con azúcar. 

—Este medicamento calmará tu dolor solo por unas horas, tú decides si eliminarás el dolor de raíz o seguirás con una eterna adicción a las aspirinas.—dijo entregándole la cajita y soltando su mano

Claro que estaba enojado, pero ¿Podía hacer algo más? No. Solo podía revolcarse en su furia mientras pudiera. 

—Mi esposo me pega.—confesó sin más, soltando el aire retenido en sus pulmones. 

Kihyun solo lo observó y apretó su mano en respuesta. No lo juzgaría, no podría. 

—Me hace daño cada vez que tiene la oportunidad.—siguió—Sus acciones me hacen creer que no me quiere, pero yo dejé de quererle hace un buen tiempo también, aunque a diferencia de él, yo jamás le haría daño. Yo soy Lee Minhyuk, alguien completamente opuesto a mi marido.

Hubo un corto silencio hasta que el mayor pudo emitir otra palabra sin largarse a llorar como un completo bebé. 

—Él no sabe que vengo al hospital a tratarme cuando me golpea, por eso prefiero venir a la guardia. Si fuera a mi médico particular, él se enteraría como en otras ocasiones y tal vez yo no estaría vivo ahora mismo si eso hubiese ocurrido.—confesó—Él nunca me deja dinero, pero hace poco descubrí una caja de aspirinas y me calmaron el dolor enseguida porque tomé muchísimas, yo...yo solo quiero sanar mi dolor. Quiero que mi alma deje de sentirse muerta y dolida.

Minhyuk decidió dejarlo hasta allí, por su bien y por el bien de la persona que tenía frente a él, pero las lágrimas no habían tardado en aparecer. Estaba completamente quebrado, destruido. 

Lee Ho Seok lo había destrozado completamente.  

—Permíteme sanarte.—dijo firme, esta vez sosteniendo ambas manos—Déjame ser quien sane tus heridas y tu corazón.