Parte uno

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Ella era mi luz y mis alegrías, amaba estar con ella y siempre soñaba con un futuro con ella, pero nunca supe que pasaba por su cabeza, éramos una pareja para el mundo pero para nosotros éramos almas gemelas, que chocaban de maneras rítmicas y hermosas.

Agosto del 2017

Y ahí estaba el amor de mi vida vestida de uniforme escolar, no sabia que la amaba pero ella se convertiría en mi mundo, en mi divina fémina, mi musa, aún cuando la conocía desde segundo de secundaria, y ya teníamos historia un poco mala, ya que no nos hablábamos y yo sabia que ella estaba enamorada de mi, no hablábamos mucho en esos tiempos, pero al entrar al último año de secundaria, era otra, su cara era más fácil de determinar, ojos como soles color miel, labios rosas y delicados, pestañas largas y lunares adornaban su cara, sus caderas eran más amplias y su caminar era como de una reina, que digo, una diosa, ella parecía caída de el Olimpo, esculpida por ángeles... pero en ese momento era solo otra amiga

Después

Crecimos y nos graduamos, al principio cada uno tomó su camino pero ella raramente se volvía una prioridad, quería verla, saber de ella y hablar con ella, pero ella era un alma aventurera, raramente contestaba los mensajes y no tenía su número, hasta que un día decidimos volver a vernos ....

Ya que no vivíamos cerca, tenía que tomar un tren para ir a verla, ella dijo que me estaría esperando en la estación n. 9 y que llevaría puesto una chamarra negra con tenis blancos, me encanto pensar en ella arreglada así, tan casual. Al llegar a la estación n. 9 trate de buscarla sentada en las bancas, pero no mire a ninguna Tessa, hasta que vi una figura alta de unos 169 cm dar un brinco del piso, traía un libro en la mano y el cabello suelto, calcetas grises con tenis blancos como ella dijo y su chamarra negra, con su mochila negra colgando por el hombro, le sonreí, no tenía la menor idea de cómo saludarla, pero ella me agarró bruscamente y me abrazo, su olor era de coco, tan fuerte pero agradable que podía quedarme oliéndolo todo el día, o bueno la noche ya que empezaba a oscurecer, cuando nos separamos mire esos ojos que empezaban a tener un efecto magistral en mi, y ella dijo "no puedo creer que eres tú, como has cambiado, tenia tantas ganas de verte, tengo tanto que contarte, me e mudado de mi casa a un departamento, es pequeño claro pero mi trabajo en el café del pueblo me va bien, pagan decente y puedo sobrevivir, pero al menos estoy mejor y lejos de la ciudad" ella hablaba y hablaba, solo la miraba, era tan interesante mirar la manera en la que sus ojos brillaban al hablar de cómo le iba me fascinaba, pero luego ella calló y me miro por unos segundos antes de decir "hola? Estas bien?  *y dejo salir una risita*  puedes pedir que pare de hablar" y la realidad me golpeo, a lo que le conteste  - No me molesta en absoluto * sonreí * quiero saber que has hecho - le conteste.

Hablamos de la vida de camino a su casa y de sus libros, los cuales ella quería enseñarme, me dijo que tenía una colección pequeña pero decente y que me podía prestar unos cuantos que un anciano le recomendó y que le cambiaron la vida, uno de esos libros era de poesía, de nadie más y nadie menos que Mario Benedetti, a ella le parecía fascinar ya que era el que llevaba en la mano desde la estación de trenes.

Al llegar al edificio de su departamento, me di cuenta que era un edificio viejo pero decente, subimos hasta el cuarto piso por las escaleras ya que el edificio era tan viejo que cuando lo construyeron no habían ascensores, a lo que Tessa dijo "si es molesto ahora espera a tener las manos llenas de bolsas cafés de papel tan frágiles que un movimiento brusco arruina todo" a lo que pensé si lo decía por que le ayudaría yo o por que a ella le pasó. Al entrar a su departamento me percaté de sus libros, paredes de ladrillos oscuras y con plantas colgando del techo, una ventana con vista a el pueblo y unas escaleras, también un frasco lleno de monedas, me le quede mirando mientras Tessa sacaba fruta de su refrigerador, y me dijo "son ahorros, si quiero ir a Ámsterdam tendré que poner cada penny ahí" le dio una mordida a su manzana y se fue a sentar conmigo al sillón, su cuerpo junto al mío, ella puso sus piernas en la mesa enfrente del sillón, y me volvió a decir "sabes no hablaste demasiado camino a casa y no lo haces ahora, así que, se te haría buena idea si pongo música y me platicas como has estado además de un todo bien y normal?" Y así fue, puso su disco de su banda favorita The Neighbourhood y se acosto en si alfombra, y empecé a hablar, tanto que al mirar el reloj eran las 4:30 am , me quede sorprendido y ella estaba más que despierta, y decidí hacer una opinión ya que había hablado demasiado - Sabes son casi las cinco de la mañana y aún vivo con mis padres, será mejor irme * dije nervioso a su reacción * pero podemos hablar por FaceTime o mensaje no? Si es que tienes tiempo- ella se levanto del piso agarro su bolso y me dijo " va, te acompaño" y nos fuimos a la estación de trenes, me sorprendí al mirar que ella compró un boleto más, a lo que me dijo "te dije que te acompañaría, lo dije enserio y no me iré hasta dejarte sano y salvo" me dijo dándome palmadas en el hombro.  Al entrar al vagón, estaba sólo, no tarde en tomar lugar y ella se acostó al lado mío, poniendo su cabeza en mi pierna, hablamos de muchas cosas y de que haríamos la próxima vez que la visitara, fue tan hermoso el momento que aún puedo recordar ese aroma a coco y su cariño tan puro, que el espacio personal era solo un mito, en ese momento, me di cuenta que sería un amor para siempre

  Al entrar al vagón, estaba sólo, no tarde en tomar lugar y ella se acostó al lado mío, poniendo su cabeza en mi pierna, hablamos de muchas cosas y de que haríamos la próxima vez que la visitara, fue tan hermoso el momento que aún puedo recordar ...

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Cuando te encontré || Tessa Young & Hardin Scott Donde viven las historias. Descúbrelo ahora