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Capítulo 1: Regreso

KISUGI'S POV

Estas fueron las mejores vacaciones de invierno de toda la vida. Lo mejor de todo fue que pude ir a otro país con toda mi familia, justo como yo lo quería hace tres años cuando mi padre se fue a Estados Unidos. Hicimos de todo: recorrimos parte de Francia y de Alemania, probamos comidas típicas de ambos países (el chocolate alemán es delicioso), y jugamos un montón con Wakabayashi y Misaki.

Mei y Minami volvieron a reencontrarse con ellos. Mei pasó de estar triste por la ausencia de su mejor amigo a jugar a las escondidas con él todo el tiempo, y Minami lo mismo: estuvo con Wakabayashi casi todo el tiempo que estuvimos ahí.
Fueron las mejores dos semanas de nuestras vidas.

Hoy es un día soleado y un poco templado. Izawa se quedó a dormir conmigo anoche, y Mei también vino. Recuerdo que estábamos los dos en la cama y ella se metió entre las sábanas y apareció en medio de ambos.

—Oye, Kisugi, estas vacaciones fueron las mejores de todo el mundo— dijo Izawa, y me tomó de la mano.

—Sí. Ahora volveremos a Japón a empezar las clases de nuevo— le dije, apunto de besarlo. De repente, sentimos algo moverse debajo de las sábanas.

—¿Qué está pasando?— preguntó Izawa.

Esa cosa extraña resultó ser mi hermana.

—¡Hola, Onii-chan!— dijo con esa tierna sonrisa característica de ella.

—Eras tú— le revolví el cabello—. ¿Quieres dormir con nosotros?

—¿Puedo?

—Por supuesto— le sonreí.

—¡Qué bieeeen!

—Mañana será un día largo. Vamos a ir a visitar un nuevo restaurante alemán— dijo Izawa.

—Me gusta mucho la comida de este lugar— dijo sacando la lengua.

—Es muy deliciosa— le dijo Izawa.

Sonreí. El ver a Mei de esta forma, cerca de nosotros, me hace pensar que parece nuestra hija... Pensar eso me hace sonrojar. Vi a Izawa dándole un beso en la frente y diciéndole "buenas noches". Lo sentí como un padre y a mí como una madre.

—¿Onii-chan?— preguntó Mei.

—Ah, sí, perdón— reí nervioso y le besé la frente y le dije buenas noches.

—Buenas noches, Kisugi— me dijo Izawa y me besó la mano.

—Buenas noches, Izawa— sonreí, y los tres nos dormimos.

Nos estamos aprontando para ir al parque de nuevo a jugar, y luego iremos al restaurante en la noche.
Izawa y yo estamos sentados en una banca, besándonos mientras mis padres están de compras. Mei y Misaki están jugando a las escondidas de nuevo, y Minami y Wakabayashi están mirando vídeos graciosos en el celular de Genzo.

—Diooooos, no puede ser tan imbécil— dice Minami riéndose del tipo del vídeo.

—Maaal— Wakabayashi ríe.

—Extrañaba ver estos vídeos contigo, Genzo— dijo Minami sonriéndole a Genzo con lágrimas en sus ojos color avellana.

Los dos podemos ver todo desde la banca.

—Aquí viene mi hermana en modo sentimental— dice Izawa cruzado de brazos.

—Esto va a terminar entre abrazos, besos y lágrimas— digo.

—¿Qué pasa, Minami? ¿Por qué lloras?— le pregunta Genzo preocupado.

—No es nada, tranquilo— se limpió las lágrimas con su antebrazo.

—Ahora que has crecido eres de moco fácil— dice riéndose.

—¡Oye, ese dicho es de mi abuelo Michio!— dice con los cachetes inflados.

—Pues es un dicho muy bueno que sirve para describirte— continúa riéndose.

—¡Mentira! Sigo siendo la misma, sólo que ponerme mal son cosas de la edad, según mi madre y Onii-chan.

—Eso es cierto, sumado a todo lo que lloraste cuando me fui...

A esta altura el llanto de Minami era muy agudo.

—Ya, Minami, deja de llorar— Genzo posó una mano en su hombro.

—Perdóname— se volvió a limpiar las lágrimas—, es que fue el peor día de mi existencia.

—Te entiendo perfectamente. Fue difícil para mí dejarte sola. Pero lo bueno es que ahora tienes un novio maravilloso— sonrió.

—¿Tú no tienes novia, verdad?— logro percibir que se puso celosa, jeje.

—N-no, para nada— levantó ambas manos, muy nervioso.

—¿Seguro?

—Minami, sólo te quiero a ti— la tomó de la mano, y volvieron a besarse, igual que hace tres años.

—Te lo dije— miro a Izawa.

—Esos dos nunca van a cambiar— ríe.

—¡PUEDO ESCUCHARLOS!— grita Minami y nos empieza a perseguir por todo el parque.

—¡¿Por qué a nosotros?!

El ganso solamente se rió.