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Capítulo 15: El tigre y la tigresa

KISUGI'S POV

Mis padres están guardando las valijas en el maletero del taxi. Ya se están por ir al aeropuerto para viajar a Estados Unidos. Este mes será muy divertido, porque Nagisa es súper divertida y alegre, además de que no va a estar la señora que se ríe cuando hacemos el delicioso, así que mejor aún, ñaka ñaka ñaka.

Izawa vino para despedirse de mis padres. Lo que más me gusta es que seremos yo, él, Mei y Nagisa, juntos por un mes. ¡Qué emoción!

─Bueno, Teppei, Mei, diviértanse y hagan todo lo que Nagisa les diga, ¿sí?

─Está bien, mami─ le digo y la abrazo─. Te voy a extrañar.

─¡Mamiii!─ Mei se une al abrazo.

─Estaremos de vuelta en un mes. No estén tristes, por favor.

─No es eso, es que vamos a extrañar tus desayunos─ saco la lengua.

─Qué pillos que son─ papá nos revuelve el cabello─. Bueno, ya nos vamos. El vuelo sale en dos horas, y el aeropuerto no es nada cerca, así que cuídense muchísimo y llámennos si algo sucede, ¿okey?

─Okey, papá─ decimos los dos.

─Mamoru, Nagisa, cuídense─ dice mamá.

─Que les vaya bien, señores Kisugi.

─¡Adiós, Shu!─ Nagisa abraza a papá.

Mis padres subieron al taxi, y les gritamos "¡Adiós!" y "¡Cuídense mucho!" hasta que ya no se veían.

─Bueno, sólo seremos nosotros─ dice Nagisa juntando las manos.

─Tía Nagisa, quiero ir a tomar helado─ dice Mei.

─¡Helado! ¡Con este frío! ¡Pero qué rebeldes que son!─ la carga de las axilas y la sube─¡Vamos a ir a comer todo el helado que podamos hasta que se nos congele el cerebro!

─¡Síiiii!

─Yo pago, y también conduzco─ gira las llaves del auto con el dedo índice.

─Y sí, eres la única que ha manejado en su vida─ digo.

─Pues sí. ¡Ahora entren!

─¡Síiiiiii!

NOZOMI'S POV

Estos últimos días salí con Kojiro un montón. Mayormente fuimos a caminar por la playa, algunas veces me invitó con un helado. ¡Ay, es un caballero! Y es extremadamente guapo: el cabello negro me fascina, es musculoso, alto, que sea negro no significa nada malo, y sus ojos color sangre me hipnotizan. Sin duda alguna, él es el hombre que tiene todo el espacio de mi corazón vacío y sangrado de tristeza.

Anoche me escribió y me invitó a ir al colegio donde estudia para conocer a sus compañeros de equipo. Yo acepté, obviamente. Ni hoy ni mañana hay clases, por suerte, ya que se cayó y quebró el hogar de las hormigas en el laboratorio de ciencias, por lo que ahora está todo el colegio infestado de hormigas, así que dieron dos días libres por la fumigación. Voy a visitar a Hyuga al Toho para alejarme de este lugar que me hace tanto mal.

La caminata fue relajante para mí. Antes de quedarme dormida, Akio y mamá volvieron a beber cervezas y a reír a carcajadas. Sólo pude conciliar el sueño pensando en Kojiro.

Finalmente llegué al lugar. La escuela es enorme, y el campo de entrenamiento es hermoso. Es ahí donde veo a Hyuga con la ropa de entrenamiento: una camiseta blanca, remangada y los shorts negros. Luché con todo para que no se me escapase un hilo de sangre de la nariz.

─¡Nozomi, estamos aquí!─ levanta el brazo.

─¡Hola, Hyuga-san!─ entré al campo y todo el equipo me miró.

─Equipo, ella es Nozomi, una chica que conocí yendo a Okinawa los últimos días, y también la mejor chef del mundo─ me guiñó el ojo. 

─¡Hola, Nozomi!

─¡Gusto en conocerte!

─Jeje, gracias por la bienvenida─ sonrío con un leve tono rosáceo en mis mejillas─. Ah, casi lo olvido─ saco de mi mochila un montón de almuerzos para todos─. Tengan, los hice para ustedes, es que pensé que les daría hambre después del entrenamiento.

─No debiste molestarte─ dijo uno de cabello largo como Hyuga, y bien caderón, jeje.

─No es ninguna molestia. Yo suelo preparar un montón de comida todos los días─ les reparto a todos.

─Gracias─ dicen todos.

─Por cierto, capitán─ empieza a hablar uno de ojos azules─, ¿para cuándo las crías?─ lo mira travieso.

─Uuuuh─ dicen los demás.

─No sé de qué crías hablas─ le da un golpe en la cabeza.

─De los mini tigres de el tigre y la tigresa─ me señala a mí y a él.

─¡S-sorimachi!─ le da un golpe aún más fuerte, totalmente rojo.

─Etto...─ yo también estoy roja.

─¡Mira, ya la avergonzaste, idiota!

─No te preocupes, jeje─ hice un ademán con la mano.

─La tigresa cocina muy bien─ dijo uno de cabello castaño por arriba de los hombros y ojos morados pequeñitos, es parecido al novio de la neñita de Minami con ese pelo.

─¡Koike, ¿tú también?!

Todos se ríen.

Entonces aparece un viejo de como unos cuarenta años.

─¡¿Quién es ella?!

─Es una amiga que invité para que conozca al equipo, entrenador.

─¡No me interesa! ¡Desconocidos en el Toho: no! ¡Ahora fuera de aquí!

Yo nomás me fui, susurrando: "Viejo lesbiano".