JiCheol ♡ Pink boy.

04

La puerta principal de la casa se abrió y una mujer joven, de cabello largo y castaño apareció en la sala esbozando una ligera sonrisa al ver quién había llegado.

—Hola Cheollie —Saludó Ailee con alegría —¿Cómo te ha ido en el instituto?

El mencionado acomodó los audífonos alrededor de su cuello y se dirigió a su habitación, ignorando la pregunta de su madrastra. No tenía una buena relación con ella, en realidad no tenían una relación, su padre la había llevado a casa después de estar saliendo durante un año con ella sin importarle lo que él pensara, insistiendo y tratando de convencerlo de que era una buena mujer y no lo dudaba, tal vez lo era pero no le importaba.

En esa casa había vivido su madre.

Hasta hace siete años atrás había vivido allí.

Hasta hace siete años atrás habían sido una familia.

Y su padre había prometido amarla para siempre.

No olvidarla.

Pero ya lo había hecho.

Al anochecer dieron unos suaves golpes en la puerta de la habitación antes de que la abrieran.

—He preparado tu comida favorita —Ailee entró con una bandeja que dejó en el desordenado escritorio donde SeungCheol tenía algunos cuadernos y hojas arrugadas. El pelinegro estaba sentado en la cama, apoyándose en el respaldo de madera —Necesitas alimentarte para concentrarte en el estudio y obtener buenas calificaciones.

—He sacado dos en literatura —Habló SeungCheol dejándola sin palabras.

Ailee sabía que no le agradaba, no le decía groserías, solo la ignoraba pero cuando le hablaba lo hacía con rabia y aunque no lo demostrara también con tristeza. Conocía la situación, sabía la razón de su molestia, no había llegado a reemplazar a su madre, no planeaba hacerlo pero se había enamorado de su padre y quizás era siete años menor que él pero lo amaba.

Quería que SeungCheol la aceptara y se esforzaba para conseguirlo, colocando atención a los detalles por más mínimos que fuesen.

Tenía la esperanza de que algún día se diera cuenta que en ella podía encontrar una amiga, una confidente, alguien en quien apoyarse porque siempre iba a querer levantarlo, por más abajo que estuviese, por más perdido o confundido que se encontrase.

—Y tres en geografía —Agregó SeungCheol levantando la mirada del cuaderno que tenía en sus piernas para mirarla a los ojos como si estuviese esperando que lo regañara.

—Cuando iba al instituto era buena en geografía —Se tomó el atrevimiento de sentarse en el borde de la cama —Quizás pueda ayudarte.

—No, gracias —Dijo de manera cortante, dejando el cuaderno sobre la mesita de noche, era de color gris con letras negras, siempre lo llevaba y al parecer era del único que estudiaba —Tampoco tengo apetito.

Ailee se quedó con las palabras en la boca cuando SeungCheol se acostó dándole la espalda, cubriéndose por completo con las mantas.

—Está bien —Forzó una sonrisa que rápidamente desapareció —Que descanses.

Tomó la bandeja con la cena y apagó la luz al salir de la habitación, el padre de SeungCheol estaba en la cocina, Ailee arrastró los pies y bajó la cabeza cuando sus miradas se encontraron, el hombre se acercó a ella, dejó la bandeja sobre la isla y la abrazó escuchando unos suaves sollozos en su hombro.