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SeungCheol se detuvo frente al laboratorio de química y por la ventanilla de la puerta vio al profesor Kim sentado en el escritorio trabajando como solía hacerlo cada mañana.

—No —Musitó con tristeza bajando la mirada hacia las hojas que llevaba en sus manos —Esto no va a funcionar.

Era la quinta vez que intentaba golpear aquella puerta y se arrepentía dudando de sus extraordinarias capacidades pero en esta ocasión no volvió a intentarlo, solo se dio la media vuelta perdiéndose entre los pasillos hasta llegar a su casillero, lo abrió y soltó un largo suspiro al leer su nombre en la primera hoja.

De pronto unas cálidas y delicadas manos fueron las responsables de que todo se volviese negro —Adivina, ¿Quién cubre tus ojitos? —Preguntó JiHoon con una pizca de travesura, levantando sus talones y tratando de no perder el equilibrio.

—La única persona en todo en instituto que se atrevería a hacerlo —Respondió SeungCheol.

El menor bajó sus brazos y talones, los dos buscaron la mirada del otro y al conectarlas sonrieron con complicidad, nadie podría entender lo que decían sus ojos y el gran secreto que guardaban cada vez que se miraban.

—¿Qué es eso? —JiHoon se apoyó en el casillero de un lado.

—He llenado el formulario para formar parte del equipo de investigación del profesor Kim —Respondió avergonzado, pasando una mano libre por el cabello de su nuca —Pero es...

—Asombroso —Interrumpió JiHoon obteniendo la atención de SeungCheol —Serás el mejor.

—Estás exagerando —El mayor rió nervioso ante la confianza que JiHoon tenía en él.

—No puede ser una exageración si el mismo señor Kim te lo ha pedido, lo ha hecho porque sabe que eres el mejor —Dijo JiHoon con seguridad —¿Irás a entregarlos?

SeungCheol separó los labios para responder pero JiHoon lo volvió a interrumpir.

—¿Te puedo acompañar? —Preguntó emocionado.

No alcanzó a contestar cuando JiHoon lo tomó de una de sus manos y lo hizo caminar por los pasillos.

—Buenos días —El pequeño se asomó por la puerta —¿Podemos entrar?

—Sí, por supuesto que sí —El señor Kim se levantó del escritorio y los estudiantes entraron al laboratorio —¿En qué los puedo ayudar?

—SeungCheol —JiHoon lo hizo dar un paso hacia adelante.

—Sí, yo... —Dudó una vez más mirando los documentos —He traído esto —Finalmente los entregó.

El hombre mayor recibió los papeles y esbozó una sincera sonrisa al levantar la cabeza —Me alegra mucho que hayas aceptado mi propuesta.

Durante la hora de almuerzo en la cafetería JiHoon les comentó a los chicos sobre el proyecto de SeungCheol mientras el mayor lo miraba de reojo, en silencio, sonriendo disimuladamente al verlo tan emocionado, hablaba con orgullo sin importar que no llevase ni siquiera un día trabajando en la investigación.

Después de comer los estudiantes regresaron a sus salones de clases y JiHoon apretó sus labios al ver los exámenes revisados en el maletín del señor Kim. Su estómago se revolvió apenas los comenzó a entregar porque sabía perfectamente lo que le esperaba.

—Lee JiHoon.

—Ay, no —El pelirosa se cubrió los ojos y el señor Kim dejó el examen sobre el pupitre del menor. Apenas los volvió a abrir dejó caer la cabeza hacia adelante escondiéndola entre sus brazos.

—¿Tan mal estuviste? —Preguntó SeungCheol sin mirarlo, JiHoon levantó la cabeza y le entregó su examen —Que desastre —Hizo una mueca de desagrado al ver las soluciones a los ejercicios y estuvo a punto de vomitar al ver que al final de la hoja había una carita feliz.

—Lo sé —Se quejó JiHoon.

—Eres un desastre en química.

JiHoon frunció el ceño y le arrebató el examen de las manos —Gracias, ya lo sé.

No era que no se esforzara, JiHoon trataba entender los ejercicios de la pizarra y SeungCheol no dudaba que llegase a casa a seguir estudiando, sus ordenados apuntes lo delataban. Cada vez que se equivocaba revolvía su cabello y borraba el error regañándose a sí mismo.

Al término de clases SeungCheol fue el primero en salir del salón directamente hacia la biblioteca, JiHoon tardaba aproximadamente diez minutos en llegar hasta su bicicleta, en los pasillos hablaba con JeongHan o Hansol así que tenía el tiempo suficiente para ir a buscar todo lo que necesitaba.

El pelirosa se despidió de JeongHan y Joshua, buscó a SeungCheol y se subió en su bicicleta pensando en que podía haber ido con el señor Kim, al levantar la cabeza el mayor soltó los libros dejándolos caer en la canastilla.

—No me has dejado otra alternativa.

—¿De qué hablas?

—Del desastre que eres en química —Contestó SeungCheol subiéndose a su bicicleta —Te ayudaré a estudiar.

JiCheol ♡ Pink boy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora