I.

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Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

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Bien, es cierto que odiaba discutir con él pero, esta vez no fueron los típicos celos de él que armaron la pelea, sino los míos.

Era raro porque muy pocas veces peleábamos por escenas de celos que yo le armaba, pero esta vez fue mucho, ¿Cómo se atreve a dejar que una mujer lo toquetee tanto? ¡De ninguna manera!

Me encontraba lavando los platos, él estaba trabajando, creo que tenía una sesión de fotos con BigHit.

Escuche la puerta abrirse, sonreí con amargura y seguí en lo mío.

-Buenas noches.- Susurraron en mi cuello, joder, él sabe cómo ponerme.

Estaba muy cerca de mí, puso sus manos en mi cintura y me pego a su erección, resoplé.

-Al parecer no confías en mí...- Dijo restregando su erección en mi trasero.

Se alejó dos pasos y me dio media vuelta, se puso delante de mí, puso sus manos en mi cintura y me subió a la encimera.

-Creo que tengo que demostrarte que a la única mujer que yo amo y quiero conmigo es a ti...- Susurró, metiéndose entre mis piernas.

Se quitó la camiseta y la puso delante de mí para que me secara las manos, lo hice, luego la tiró al suelo. Puse mis manos alrededor de su cuello, él las tenía en mi cintura.

-A ver... ¿Con quién llevo un año de noviazgo?- Susurró, luego dio un beso en mi cuello. ¿Por qué susurraba si sabe que eso me prendía más? ¿Acaso lo hacía a propósito? Claro que lo hacía a propósito.

-Co-conmigo.- Susurre con dificultad.

-¿Quién es la única chica que acaricio y beso todos los días?- Susurró mientras desabotonaba la camisa de él mismo que yo tenía puesta.

-Yo...- Susurre.

Juntó nuestros labios en un beso desesperado y comenzamos una guerra de lenguas que ninguno pretendía ganar. Abandonó mis labios y comenzó un camino de besos húmedos de mi mejilla hasta mis senos.

En estos se detuvo, tomó uno en su boca y el otro lo masajeaba con su mano izquierda, gemí ante el contacto. Repitió la misma acción, pero ahora con el que faltaba. Estaba más que excitada, lo necesitaba dentro de mí.

Su mano recorrió mi muslo hasta tocar mi húmedo sexo, separando mis pliegues, metió dos dedos dentro de mí, curvandolos dentro de mis paredes internas. Los empujo aún más profundo, empujándolos tan profundo como podía, lo que me hizo quejarme.

-Gime para mí, déjame escucharte.- Me ordenó. Entre abrí mis labios y deje que bajos gemidos escaparan de mi boca.- Eso es cariño.

Los movía de adentro hacia afuera, follándome con sus dedos rápidamente.

-Justo ahí... ¡Sí! ¡Sí!- Gemí, mis manos tomaron el borde de la encimera para sostenerme. Las manos de Yoongi se sentían tan bien. Pero lo necesitaba a él, necesitaba a su miembro entre mis piernas.

-Mierda Yoongi...- Me queje cuando aumentó la velocidad de su mano, estaba a punto de correrme pero no quería hacerlo en su mano.- Me vengo, te necesito a ti...

Mi cuerpo se curvó contra la encimera mientras sollozaba. Estaba tan cerca.

Paró con la acción anterior, se bajó los pantalones junto con sus bóxers. Se acomodó en mi entrada y frente a mí chupo los dedos de su mano. Me estremecí.

-Me encantas...- De una sola estocada entro en mí, haciéndonos gemir a ambos.

-Yoon-Yoongi...- Joder, me sentía llena.

-Te sientes tan bien...- Gemí, envolví su cintura con mis piernas.- Así...

Esto era lo que hacíamos, esto era en lo que los dos éramos buenos. No importa cuantas veces nos peleemos, siempre nos reconciliaremos con el sexo.

-Soy tuyo, ¿Acaso no lo ves?- Dijo agitado en mi oído, gemí.

Me sostuvo de la cintura, mientras yo me aferraba a sus hombros. Marcamos un ritmo, entraba y salía, ambos jadeamos. Estaba cerca, mi ansiado orgasmo estaba cerca.

-Me vengo, me vengo, ¡oh mierda!

Él sonrió contra mi cuello. Dos, tres, cuatro estocadas más y me corrí en un desgarrador orgasmo. Mientras me recuperaba él seguía en lo suyo, después de tres consiguió su liberación.

-Amo ver cómo te corres.- Dijo Yoongi mirándome, aún dentro de mí.

-Tonto.

-Por ti, desde que te vi.- Susurró.

-Te amo...

Me dio un pico. Salió de mí y ambos gemimos por la fricción.

-Yo más cariño, ahora pon tus piernas alrededor de mí, vamos a la habitación para un segundo asalto.- Hice lo que me había pedido, me cargó. Puse mis manos alrededor de su cuello, él las tenía en mi trasero.

Llegamos a la habitación y me recostó suavemente sobre nuestra cama, él se recostó a un lado sosteniéndose con sus codos.

-Tu arriba, por favor.- Así era Yoongi, educado hasta en el sexo, me encantaba.

Reí, y hice lo que me pidió.

Dirty Meow ; Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora