Dirty Meow ; Min Yoongi

X.

Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

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Capitulo Narrado por Yoongi.

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Cuando Keonhee cerró la puerta principal de su casa y subió a su auto, me dispuse a salir del mío.

Me acerqué a la ventana y toqué el cristal, ella me hizo una seña extraña, deslicé la ventana y crucé el recuadro sin dificultad. La distancia entre el suelo y el ventanal era escasa a un metro.

Concentrada en su escritorio se encontraba ella, tecleando sin parar y escuchando música. Por las bocinas se escuchaba una canción de su grupo favorito.

-¡Oh Dios mío, chica! ¿Por qué eres tan bonita? ¿Eh?...- Canté, la abracé por detrás y deposité un beso en su mejilla derecha.

-Hola Yoonie, ¿cómo has estado?- Preguntó sin despegar la vista del monitor.

-Bien, un poco abandonado. Desde el domingo no te veo, y hoy es viernes.- La apreté con más fuerza.

-Te dije que estas semanas entrego proyectos finales... Lo lamento.- Se acomodó las gafas y siguió tecleando.

Dejé de abrazarla y mis manos fueron directo a sus hombros.

-Tus notas siempre son buenas cariño, por lo que veo estás muy estresada.- Gemí bajito, ya que tenía una excelente vista de sus pechos.

-Tú siempre tan lindo...- Tomó el armazón de sus gafas, para quitárselas y dejarlas encima del teclado.

-¿Tus padres salieron otra vez de viaje?- Indagué mientras seguía masajeando.

-Ajá, y el fastidio de Keonhee está a mi cargo.- Sonreí ante su comentario.

Una de mis manos bajó de su hombro, con camino a su sexo, hice a un lado sus bragas e introduje dos dedos.

-Yoongi...- Jadeó.

Lamí el lobulo de su oreja y dejé un camino de besos húmedos por su cuello, sin dejar de bombear en ella.

Me sorprende que siempre esté tan húmeda, tan dispuesta.

-¿Por qué estás tan húmeda?- Cuestioné.

-Tú me pones así...- Arqueó su espalda.

-Pequeña traviesa, ¿No sabías que venía?- Negó con la cabeza.

-Keonhee está en casa...- Gimió.

-Acaba de irse, lo vi subir a su auto con mucha prisa.- Saqué mis dedos de ella y le di vuelta en la silla giratoria.

Me arrodillé frente a ella, poniendo mis manos alrededor del elástico de su pijama.

-Yoongi...- Cerró los ojos.

-Me gusta mucho tu pijama de astronautas... Pero me estorba.- Deslicé hacia abajo el pantalón junto con sus bragas.

Me acerqué e introduje mi lengua, sintiendo sus calientes fluidos. Con mi dedo pulgar atendí su clitoris.

-Mierda...- Apretó mi cabello.

Seguí succionando, arrancándole gemidos. Cuando sentí que estaba cerca, me levanté y la jalé junto conmigo, con dirección a su cama.

Se sentó a horcajadas de mi, bajó sus manos y de un tirón me sacó la playera. Aún en la misma posición, hice lo mismo con la suya.

Para mí buena suerte no traía sujetador y sus pechos se encontraban erectos. Besé otra vez sus labios y masajee sus pechos.

-Uhm... Quítate el pantalón.- Gimió.

La tomé de la cintura y nos cambié de posición. Con delicadez, la recosté en la cama.

Me alejé un poco, desabroché mi cinturón y bajé mis pantalones, su mirada siguió mis movimientos.

Volví a la cama, me puse sobre ella, colocando mis brazos a sus costados.

-Me gustas mucho baby squirrel...

-Y tú a mí Yoonie.- Colocó sus manos en mi cuello y unió nuestros labios.

Subí sus piernas a mis hombros y de una sola estocada me adentré en ella, sus fluidos hicieron que resbalara con facilidad.

-Mierda...- Gimió sobre mis labios.

Afiancé mi agarre en su cintura, bombeé con fuerza, arrancándole suspiros y jadeos.

-Más...- Arañó mi espalda.

Besé su mandíbula, y bajé a su cuello, lamiendo y mordiendo, dejando marcas.

Marcas que mañana me reprochará, por ser tan bestia según ella en la cama.

Arremetí con más fuerza, sus gemidos era la música que más me gustaba escuchar.

-¡Ah!-Estoy cerca...- Gruñí sobre su oído.

Su interior me apretó, dándome a entender que estaba cerca.

-Mierda sí...- Besé sus labios, ahogando un par de gemidos.

Sus paredes se contrajeron y me apretaron con fuerza, tres embestidas fueron suficientes para gritar al unísono.

-¡Yoongi!

Junté nuestras frentes, mientras mi pecho subía y bajaba.

Salí de ella, jadeando por la fricción.

Besé con dulzura su mejilla y la estreché contra mi.

-Desde el domingo en la noche empecé a extrañarte, gracias por venir.- Dijo de repente.

-No contestaste mis mensajes, quería saber que mi novia estuviera bien.

-Lo lamento mucho...- Suspiró apenada.

-Espero que obtengas un diez, como mínimo.- Deposité un beso en su sien.

-Yo también...- Escondió su rostro en mi pecho mientras cerraba los ojos.

La apreté contra mi, disfrutando el tener su piel desnuda contra la mía.

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