VIII.

120 7 0
                                    

Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

-Después de bañarnos entre besos y caricias, salimos del baño a su habitación, ya eran las 2 de la mañana. Eran poco antes de las 12 cuando me levanté despacio de mi cama y vine a buscarla.

Después de lo que sucedió entre nosotros el domingo por la noche, una enorme ansiedad y las ganas por ella me han sobrepasado cada noche desde que estamos aquí.

Ya es viernes por la madrugada, en unas horas volveremos a casa y estoy consiente que esto terminará, al menos por un tiempo.

Es por eso que quiero aprovechar esta noche, nuestra última noche.

Le prometí a mi padre que cuando volviera del congreso me pondría a estudiar, graduarme con honores y en un futuro trabajar para su empresa. Ella por su parte regresará a Boston para firmar unos contratos, luego viajará de vuelta a su vida en LA.

Ahora aquí la duda es, ¿podré olvidarla? Ni yo lo sé.

El ruido de la secadora me asustó e hizo que saliera de mis pensamientos.

Mi noona comenzó a secarse el cabello, tenía puesto su diminuto camisón de seda color turquesa. Está tan sensual y ese color le queda increíble.

Movía la secadora con suaves y pequeños movimientos circulares, mientras con su mano libre tomaba los mechones de su cabello y los enroscaba en sus dedos, todo sin dejar de mirarse al espejo.

De repente se inclinó hacia adelante y echó su cabello hacia enfrente, haciendo que cayera como cascada a la altura de su rodillas y continuó con el secado.

Tenía la mejor vista de todas, la de su firme y redondo trasero.

Recordé el día que la vi en su casa de la misma manera, oh sí.

Un leve gemido se me escapó de la boca, verla así fue como esa chispa de electricidad que necesitaba mi miembro, para que se levantara bien firme.

Quiero follarla así, quiero hundirme en ella y ver sus nalgas frente a mí, quiero ver sus pechos colgar y mecerse de aquí allá.

Lentamente me acerqué a ella y le di una fuerte nalgada, ella se enderezó rápidamente. La abracé por la cintura y la apreté a mi, ella meneo levemente sus caderas al sentir mi erección entre sus nalgas. Hundí mi nariz en su cabello, dios, huele delicioso.

Acariciaba su vientre por encima de la tela y entonces el ruido desapareció, apagó la secadora y la colocó en el tocador.

Con las uñas de sus manos acarició mis manos que seguían acariciando su vientre, una de mis manos comenzó a descender hasta que llegué a su monte de Venus. Inclinó su cabeza hacia un lado, invitándome a besar su cuello, así que comencé a posar pequeños besos desde su nuca hasta su cuello y al llegar a sus hombros nuestras miradas se cruzaron en el espejo. Arrime mi miembro y lo apreté fuerte en sus nalgas.

-Mmm.- Gimió sin dejar de mirarme. Está tan hermosa, su cabello alborotado por la secadora, sus pezones más que erectos sobresalen sobre la fina tela de su camisón y sus mejillas ya ruborizadas.

Abandoné su monte y bajé lentamente por su pierna izquierda, subí de nuevo arrastrando el camisón hasta sus caderas. Libre mi camino fui directo a su sexo y sus bragas estaban casi chorreando de lo mojada que ya estaba.

Volví a darle un arrimón y ella comenzó a menear sus caderas en círculos, provocándome más.

-Estás tan húmeda... Tan húmeda para mí.

Dirty Meow ; Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora