XV.

60 1 0
                                    

Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

-

Después de salir del elevador me dispuse a caminar hacia mi departamento, giré en el primer pasillo hacia la izquierda y me encontré con un lindo arreglo floral. ¿Quién lo abría dejado allí?Me agaché y recogí la nota que descansaba encima de este.

********************"Te espero con ansias en el Paradise Hotel, a las 19:00 hrs.- Y."********************

Una sonrisa se formó en mis labios, él nunca dejaba flores por miedo a que Yoongi un día las encontrara. Me parecía extraño que hubiera mandado aquellas rosas.

Miré el reloj de mi muñeca y marcaba las 17:44, me daba tiempo de tomar una ducha y escoger la ropa que me pondría.

Opté por un vestido color coral, ligero y mostrando solo lo esencial. Peiné mi cabello en una cola y me maquillé un poco.

[...]

Detuve mis pasos frente a la puerta. Por alguna razón me sentía extraña, no es como si no estuviera acostumbrada a verme furtivamente con él. En absoluto, pero esa noche era diferente.

Mal presentimiento, aquellas palabras merodeaban en mi cabeza.

Meneé la cabeza de un lado a otro, todo saldrá bien.

Introduje la pequeña llave que me dieron en recepción en la cerradura, giré la perilla y empujé con lentitud la puerta, una sonrisa de oreja a oreja se formó en mis labios.

Entré sin más. Todo estaba a oscuras. Di la vuelta cerrando la puerta y busqué el interruptor para encender la luz.

-Las flores estaban hermosas Bubble...- Giré sobre mis talones y mi sonrisa se esfumó de inmediato al ver al hombre frente a mí.

-Hola cariño.- Sonrío ladino.

-Yoongi...- Sentado en la orilla de la cama, se encontraba él.- ¿Qué rayos haces aquí?- Solté enfadada.

-¿No soy lo que esperabas?- Una sonrisa sarcástica se formó en sus labios, agitando su cabeza de lado a lado. Posó su mirada sobre la mía.

¿Dónde se encontraba Yeonjun?

-Tranquila.- Se incorporó y a paso lento de acercó hacia mi.- Imagina que soy aquel amante que esperabas encontrar.

Me miraba de forma extraña, sus ojos tenían un brillo que no había visto nunca. Retrocedí hasta topar con la puerta y me mordí el labio inferior.

-Desnúdate ahora.- Ordenó mientras deslizaba su mano sobre mi mejilla.- Y hazme el amor como se lo haces a él.

Sin esperar respuesta, estampó sus labios sobre los míos. Su beso era desesperado, no tenía ni pizca de dulzura.

Sin dejar de besarnos me tomó de las muñecas y nos guió hacia el colchón. Sus manos se posaron en el cierre del vestido y lo bajó lentamente, haciendo que cayera a mis pies.

Su mirada me escruto de arriba hacia abajo sin disimulo, mis mejillas se encendieron.

-Eres tan preciosa cariño.- Apretó mis caderas.- No seré delicado, no quiero serlo.- Me recostó sobre el colchón.

Volvió a atacar mis labios y, mientras lo hacía, con esfuerzo se sacaba la camisa y terminó de desnudarme. Se levantó para poder quitarse el pantalón y bajarlo junto con sus bóxers. Se encontraba duro, esa erección parecía estar ardiendo como el mismo infierno.

Su mano izquierda fue a mi entrada y gemí ante la invasión de dos de sus dedos.

-Estás tan húmeda.- Retira la mano y toma su miembro, alineándolo en mi entrada. Muevo las caderas, lubricando el glande.- ¿Lo quieres, cariño?

Se adentra en una firme estocada, sin delicadez, como había mencionado anteriormente. Mis paredes lo aprietan, inhalo una bocanada de aire cuando se engulle completo y rígido.

Jadea en mi boca y empuja más profundo.

Enrosco mis piernas en su cintura, sintiéndolo más adentro y araño sus hombros, haciéndome gemir.

Embiste con fuerza, machacando mi interior.

-Oh Yoongi...- Tiro mi cabeza hacia atrás, retorciéndome.

Aprieto su nuca, atrayéndolo hacia mí para besarlo.

Inclino mis caderas, encontrando su próximo empuje. Sus embistes eran certeros, gemí entre sus brazos al sentir la fuerza de sus embestidas.

-Vamos cariño, mírame.- Pidió empujando incesante. Mordí mi labio inferior y obedecí a su petición, dirigí mi mirada hacia arriba y lo vi. Sonrío de lado.

Jadeos constantes y el sonido de nuestras pieles chocando, su frente se encontraba perlada de sudor y la mía también.

Aceleró sus embestidas, al verme morder mi labio inferior con fuerza ante su mirada.

-Yoongi... ¡Ah!- Me corrí en un desgarrador orgasmo, seguida de Yoongi jadeando mi nombre.

Deposita un beso en el puente de mi nariz y sale de mi interior, provocando que jadeemos.

-Siempre es un placer hacerte mía.

-¿Por qué regresaste Yoongi?- Cuestioné.

-Quería recuperar lo que me pertenecía, pero caí en cuenta de que nunca tuviste dueño.- Parecía que en cualquier momento iba a desmoronarse.- Siempre fuiste un alma libre. Discúlpame. No debí descuidarte.- Una lagrima traicionera cayó como un susurro sobre su mejilla.- Aún me dueles.

-No llores Yoongi, no hagas esto más difícil.- Limpie su lagrima con el pulgar de mi mano derecha.- No debimos dejar que esto pasara.- Me pase la mano por la cara, clara señal de estrés.

¿Qué demonios le voy a decir?

¿Por qué tiene que aparecer Min Yoongi en mi camino?

-¿Lo amas?- Preguntó de repente.

-No te metas en mi vida, hay cosas que no te incumben.- Me levanté del colchón y comencé a recoger mis prendas, dispuesta a largarme de ahí.

-

Dirty Meow ; Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora