Dirty Meow ; Min Yoongi

IV.

Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

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Ella se encontraba sentada en el regazo del rubio, besándolo ferozmente, importándole poco que algún docente les llamara la atención.

Me lanzó una mirada juguetona, sabía que los estaba observando.

Se levantó de su regazo y se excusó diciéndole que llegaría tarde a su siguiente clase. Lo besó otra vez y se despidió de él.

Salió de la cancha de tenis y se dirigió a las escaleras, su siguiente clase era literatura y la tomaba en el aula A-6 del segundo piso. Pero siguió subiendo hasta el cuarto piso de la institución.

Se metió en el aula de computación.

Di una mirada al pasillo, para asegurarme que nadie me hubiera seguido y entré al aula, cerrando la puerta detrás de mí.

-Pensé que no vendrías.- Estaba recargada en el escritorio, cruzada de brazos.

-No sé por qué lo has pensado.

Me acerqué a ella y la tome de las caderas, estampe mis labios contra los suyos en un beso desesperado. La necesitaba, desde hace una semana que no veníamos a pasar el rato.

Mordí levemente su labio inferior y un pequeño gemido se le escapó.

Volví a besarla y enrede mi lengua con la suya. Apreté su trasero con ambas manos y otro gemido salió se sus labios, creí recordar algo.

La tomé de sus caderas y nos separé un poco.

-Peachy ¿puedo preguntarte algo?

-Claro que sí Yoon.- Me miró a los ojos.

-¿Por qué... por qué no lo dejas? Si tú no lo amas.

-Lo sé.- Se encogió de hombros.- Yo a ti tampoco.

Tomó el cuello de mi camiseta con ambas manos, me atrajo hacia ella y me calló con un beso. Tomé sus muslos y la senté en el escritorio.

Con manos expertas comencé a desabotonar uno a uno los botones de su blusa mientras besaba cada pedazo de piel que exponía.

Me serví de la hermosa vista que me brindaban sus pechos resguardados bajo el sostén blanco.

-¿Qué estás haciendo?- Preguntó al verme mirándola detenidamente.

La deseaba, la quería. He estado enamorado de ella desde el tercer semestre, pero sabía que ella jamás dejaría a su novio para estar conmigo.

Mi miembro comenzó a doler, demasiada abstención y poca atención.

-Abre las piernas.- Ordene con la mirada perdida en sus labios. Ella sabía que me gustaba el control.

Tomó el borde de mi camiseta deportiva (perteneciente al equipo de tenis) y la sacó por mi cabeza, permitiéndole una excelente vista de mi abdomen.

Acarició mi pecho y me ericé ante la sensación.

Descubrí ambos pechos por encima del sostén. Rodee aquellas esferas suaves y abultadas que ya se encontraban erectas.

Cerró los ojos mientras se dejaba tocar por mi.

Seguí acariciando y me incliné a tomar uno de sus pechos en mi boca, acción que provocó un gemido bastante sonoro.

-No te escucho Peachy.- Dije para continuar alternando un pecho del otro.

De sus labios brotaban gemidos y algunas maldiciones, podría estar seguro que lo estaba disfrutando tanto como yo.