XVIII.

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Precaución: Lenguaje explícito, AU.

©: gyeomismymoonbeam

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Después de comprar helado, chocolate para él y vainilla para mí, nos sentamos en una de las bancas del centro comercial.

-Hoy tengo que regresar a la escuela, dentro de dos semanas es la final, amor.- Dijo mientras lamía de su helado.

-Y eso significa que nos veremos hasta el lunes...

-Si, y no... ¿Me acompañarías?- Preguntó sonriente.- Quiero mostrarte una canción.

-Si me la dedicas, voy volando.- Ladeé un poco mi cabeza.

Se levantó de un brinco, tomó mi mano y salimos corriendo del centro comercial. Nos montamos en su auto y en veinte minutos nos encontrábamos fuera del edificio.

Desde hace cinco meses una reconocida agencia publicó en internet un concurso de canto y baile, en donde invitaban a chicos entre quince y veinticinco años a participar. El primer lugar promete obtener un lugar en la agencia y un premio de $10,000 dólares.

Yoongi no dudó en anotarse y por sus habilidades ha logrado pasar las primeras dos fases, ahora va por la final y se la juega contra quince participantes más.

La escuela trabajaba de lunes a viernes, por las mañanas transcurrían las clases y por las tardes impartían talleres. El día viernes tocaba clases de música, taller al que Yoongi pertenece. Y desde que entró al concurso viene cada viernes a tocar el piano y a cantar canciones que los mismos chicos de su clase escriben.

Me senté a su lado a escuchar la canción que cantaba y tocaba al mismo tiempo, Yoongi tiene una voz preciosa.

-¿Y, que te pareció?- Preguntó cuando terminó la canción.

-Es muy bonita, tiene una forma muy extraña de describir a la chica.- Confesé.- ¿Cómo se llama?

-She's a monster.- Explicó mientras leía las hojas.- La escribió el grupo de segundo año.

-¿Crees que yo sea un monstruo?- Le pregunté mientras me acercaba a su rostro.

-Sí, tú eres mi bebé monstruo.- Posó sus manos sobre mis mejillas.- Y te serviré como a mi maestra, seré leal a ti hasta el final...- Desapareció el espacio que había entre nosotros y me besó, encontraba sus labios cálidos y a la vez suaves.

-Yoongi...- Mordí su labio inferior.- ¿Y si follamos en el salón?- Jadeé en su boca.

Asintió con una sonrisa maliciosa, tomó mi mandíbula con su mano y me besó.

Luego de comernos salvajemente el uno al otro, lamió mi labio inferior para luego introducir su lengua. De pronto, se separa unos centímetros, ladea mi cabeza para atacar mi cuello, provocándome un gemido.

-Gime más alto, quiero que la escuela te escuche.- Dice con la voz afectada.

Me cargó en sus brazos y me sentó con cuidado sobre el piano.

-Recuéstate, amor.- Obedecí a su petición, mientras ponía una de sus manos sobre mi abdomen.

Me abrió las piernas y comenzó a repartir besos por el interior de mis muslos, subió mi falda de tablones y bajó mis bragas blancas.

-Yoongi...- Susurré.

Depósito un beso sobre mi monte venus, luego lamió de abajo hacia arriba, sentí mi clítoris elevarse ante el tacto caliente de su lengua. Dos de sus dedos aparecieron en el asalto, me derretía ante la lujuria que su boca me provocaba.

Podía notar su impaciencia, sus manos se tensaron sobre la piel de mis muslos, apretándolos con fuerza.

-Ah, no aguanto más...- Nuestras miradas se encontraron, provocándome un sonrojo.-¿Qué quieres que haga contigo, amor?

-Follame Yoongi, por favor.- Dije desesperada.

Desabrochó su cinturón y bajó sus pantalones junto con sus bóxers, me acercó al borde del piano y subió mi falda un poco más.

Se alineó en mi entrada y me penetró lentamente, al sentirlo por completo arqueé mi espalda, me sostuve con fuerza sobre el piano y solté un fuerte gemido.

Con mi mano derecha jalé de su cabello, atrayéndolo más hacia mi, al mismo tiempo que aceleraba sus movimientos. Mi otra mano descansaba sobre su hombro, apretándolo, debido al placer que provocaba en mi.

-Aún no te acostumbras a mi tamaño, estás tan estrecha.- Jadeó en mi oído.

Salía con lentitud para volver a penetrarme con fuerza, de un segundo a otro sus embestidas se volvieron bruscas y desproporcionadas.

-Ah, más fuerte...- Gemí.

Sentía muy próximo mi orgasmo, Yoongi me la metía tan bien.

Nuestras frentes se encontraban perladas por el sudor, ambos gemíamos muy alto, perdidos el uno en el otro.

-Estoy cerca...- Susurré.

Las contracciones en mi cuerpo se hicieron presentes, comenzando por mis piernas, mi orgasmo llegó repentinamente, arrancándome un gran gemido que llenó las cuatro paredes.

-¡Yoongi!

Mi centro seguía punzando y Yoongi seguía penetrandome, en busca de su liberación.

-Me vengo, amor...- Gimió entre dientes.

Al cabo de unos segundos lo hizo, gruñendo como reacción, llenando mi interior.

Besé sus labios con dulzura, salió de mi interior y jadeamos debido a la fricción.

Enrosqué mis brazos alrededor de su cuello, reponiéndome del esfuerzo físico.

-Si después de tocar una canción terminamos así, vendré más seguido.- Dije de repente.

-Te dije que te iba a gustar.- Sonrío sin mostrar los dientes.-Tu voz, la interpretación y el sexo, han sido increíbles.- Confesé.

La burbuja en la que nos encontrábamos explotó, cuando el pestillo sonó y tocaron tres veces la puerta.

-¿Pusiste seguro?- Le susurré y asintió en respuesta.

-Joven Yoongi, ¿Se encuentra en el aula?- La voz del prefecto se escuchaba al otro lado.

-¡Sí, estoy ensayando!- Gritó en dirección a la puerta.- ¡Ya casi termino!- Me sonrió cómplice y comenzó a acomodar sus pantalones.

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Dirty Meow ; Min YoongiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora